El presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, ha firmado un memorándum por el cual envía a las tropas de la Guardia Nacional a la frontera con México para impedir la migración ilegal en la misma, tal y como ha informado la secretaria de Defensa Kirstjen Nielsen. En la declaración realizada ante los medios de comunicación estadounidenses, han declarado que aún se está trabajando en detalles como la cantidad de efectivos, el coste, los lugares a acudir y el tiempo que van a permanecer las tropas.
En el memorándum el presidente Trump declara que “reclamará el uso del personal de la Guardia Nacional” para asegurar la frontera. Porque según él, “la seguridad de Estados Unidos está en peligro por un aumento drástico de la actividad ilegal en la frontera sur”. Para justificar su decisión, el presidente a recurrido a lo realizado por administraciones anteriores. Así, ha querido recordar que durante los gobiernos de George W. Bush y Barack Obama la Guardia Nacional realizó funciones similares de apoyo en la frontera mexicana. “La crisis en nuestra frontera sur exige una vez más que la Guardia Nacional ayude a asegurar nuestra frontera y proteger nuestra patria” afirma el memorándum.
Estos han sido días de furor público por parte de Trump sobre la política de inmigración. Como se puede comprobar el presidente en los últimos días ha tuiteado sobre la legislación de inmigración en el Congreso, la caravana de inmigrantes que atraviesa México y lo que él llama “las leyes débiles de frontera”. Paradójicamente, los números de paso por la frontera han sido históricamente bajos y un estudio del Departamento de Seguridad Nacional determinó el pasado otoño que la frontera estaba en su punto más seguro e inmune a la inmigración ilegal en la historia, aunque números publicados por el DHS mostraron una repentina alza en intentos de paso ilegal. Nielsen ha justificado la medida a ese supuesto “aumento histórico” en los cruces fronterizos, como ha pasado en abril, y la publicidad de los grupos de contrabando como razones para el traslado de las tropas, llamándolo «anticipación». «¿Por qué no ayer y mañana? Hoy es el día en que queremos comenzar este proceso», ha dicho Nielsen. «La amenaza es real, como mencioné» ha sentenciado.
El memorándum insta a los dos secretarios y al Fiscal General Jeff Sessions para que elaboren un informe dentro de 30 días sobre los pasos adicionales que la administración puede tomar para combatir lo que Trump califica de «crisis y un aumento drástico de actividad ilegal en la frontera sur». Como se recordará el presidente habló hace tiempo de la idea de financiar la construcción de un muro fronterizo del sur a través del presupuesto militar de los EEUU, al que Florentino Pérez se apuntó de inmediato, como se comentó en estas mismas páginas. Algo que como reconocen en la propia Casa Blanca tiene complicado superar los obstáculos que se plantearían en el Congreso.
Como recuerda la cadena estadounidense, enviar tropas de la Guardia Nacional a la frontera no tiene precedentes. Los dos predecesores de Trump también lo hicieron, aunque los movimientos fueron criticados como costosos y de efectividad limitada. La ley estadounidense limita lo que las tropas pueden hacer. La ley federal prohíbe que los militares sean utilizados para hacer cumplir las leyes, lo que significa que las tropas no pueden participar en la aplicación de la ley de inmigración. En el pasado, han desempeñado funciones de apoyo como capacitación, construcción y recopilación de inteligencia. De 2006 a 2008, el presidente George W. Bush desplegó 6.000 guardias en los estados fronterizos del sur, con un costo de 1.200 millones de dólares, que sólo produjo el 11.7% del total de detenciones en la frontera y el 9.4% de la marihuana incautada en ese momento. De 2010 a 2012, el presidente Barack Obama envió a 1.200 guardias a la frontera, con un costo de más de 110 millones de dólares, y los cuales ayudaron con el 5,9% del total de detenciones y el 2,6% de las incautaciones de marihuana en la frontera.
