Los representantes institucionales se suben el sueldo, como también los miembros del Senado y , en breve, los del Congreso. Un 1% es la cifra del incremento salarial prevista para los empleados públicos y ahora también para nuestros políticos y cargos. Es la primera vez, desde que el presidente Rodríguez Zapatero congelara estos incrementos en los momentos más duros de la crisis, en que habrá este aumento de las retribuciones.

Sin embargo, nuestros altos cargos no están especialmente bien pagados. Eso explica que altas personalidades, con criterio, del mundo económico, investigador o empresarial y emprendedor no opten por esta opción y que sean los mediocres, sin oficio ni beneficio, los que apuesten, en muchas casos y salvo excepciones, por la política.

Lo que para algunos se convierte en una profesión bien remunerada y para casi toda la vida –no hay más que ver la media de más de 20 años que tienen a su espaldas como diputados o senadores una representación elevada de parlamentarios del PSOE y del PP- para otros supone una renuncia a la profesión o empresa que tanto les ha costado sacar adelante y que, tras años de esfuerzo, implica renunciar a mejores sueldos o seguridad económica y, desde luego, a complicarse la vida.

Los sueldos de los políticos son moderados con respecto a Europa, pero también se dedica al tema más gente sin oficio ni beneficio

Así, son muchos los que, sin oficio ni beneficio, tras una formación generalmente universitaria, optan por vivir de la política, mientras no tienen problema en recordar que sus sueldos son bajas si se comparan con el resto de Europa.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, abre la puerta, sin embargo, a incrementos mayores a partir de 2018 en la expectativa de que para entonces disponga de mayor margen para cumplir con el tope de déficit.

El sueldo del presidente del Gobierno seguirá estando por debajo, en términos retributivos, que las principales autoridades del Estado. La mejor remunerada volverá a ser la presidencia del Congreso de los Diputados, cargo que desde otoño ocupa Ana Pastor, quien en su último año como ministra de Fomento ganó ‘solo’ 69.672 euros y en el presente ejercicio recibirá un total de 185.537 euros.

Su asignación personal supera en 2,3 veces la que recibirá en 2017 el jefe del Ejecutivo. Los 79.756 euros fijados como sueldo para Mariano Rajoy -hablamos de cantidades en bruto repartidas en 12 mensualidades y sin pagas extraordinarias– únicamente superan, en principio, los emolumentos de los miembros de su gabinete. Así, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría recibirá 74.963 euros (600 más que el año pasado), mientras que cada ministro obtendrá 70.368 euros.

Pero todo eso es calderilla si se compara con lo que gana el primer ministro de Singapur, indiscutible número uno de este ránking. Su salario anda actualmente por el millón y medio de euros al año: cuatro veces el del Presidente de EEUU (o diecinueve veces de la remuneración del presidente español), lo que no está nada mal para una ciudad-estado con una superficie similar a la de Salamanca.

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