El cauce del río Guadalhorce se desboca cada dos por tres cuando caen tres gotas de más. Y las consecuencias son tan previsibles como subsanables, si las autoridades hubieran querido aunar esfuerzos desde hace décadas, algo que no sucede en pleno 2016. El propio ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se han apresurado desde este domingo a estar muy pendientes –en primera fila para la foto conjunta– de las centenares de incidencias registradas en numerosos municipios de la costa malagueña en apenas unas horas de este pasado domingo 4 de diciembre. Incluso han visitado rápidamente los lugares arrasados por las lluvias más torrenciales que se recuerdan en década en Málaga. Y por supuesto han anunciado que habilitarán ayudas para los damnificados. De solucionar los problemas de décadas del río Guadalhorce, nada de nada.

También Zoido y Díaz no ha perdido un minuto en comunicar lo pendiente que estaban tanto el rey Felipe VI como el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de todas las actuaciones que están acometiéndose contra los efectos de las inundaciones en Málaga, cuyos daños aún se están evaluando.

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Esta inundación no encuentra parangón en la zona más que con otra registrada en 1989. El problema de entonces sigue siendo el mismo que ahora, con incontables reincidencias periódicas en 27 años, la última de ellas de envergadura en el año 2010: la falta de un encauzamiento adecuado del río Guadalhorce. Entre aquella primera fecha y ahora nada ha cambiado. Porque los sucesivos gobiernos autonómicos y estatales de PSOE y Partido Popular se han dado la espalda para acometer de frente un problema que se repite insistentemente cuando las tormentas arrecian. ¿Por qué esta obra que desde todos los estamentos se ve tan necesaria no ha sido acometida ya de una vez? Nadie responde.

Hace menos de medio año, exactamente el pasado 2 de junio, representantes del Gobierno central, de la Junta de Andalucía y de los ayuntamientos de Málaga y Alhaurín de la Torre, además de la Confederación de Empresarios de Málaga, se reunieron para presentar en Málaga los primeros resultados de un estudio, realizado a través del Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX, sobre las actuaciones necesarias en la desembocadura del río Guadalhorce.

Junta y Ayuntamiento solo se han puesto de acuerdo en un plan contra una plaga de mosquitos en el río

Los estudios hidrológicos e hidráulicos realizados por la Junta de Andalucía dentro del marco del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de la Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, aprobado mediante Real Decreto el pasado 15 de enero por el Gobierno de la Nación, detectaron la necesidad de que el Gobierno central desarrolle nuevas actuaciones para adecuar el curso bajo el río Guadalhorce, sustituyendo el puente sobre la antigua carretera N-340 y ampliando la capacidad del encauzamiento existente.

También ha detectado que el antiguo puente del ferrocarril actualmente también provocaría un obstáculo a la capacidad de evacuación de avenidas para la que estaba previsto.

En la situación actual, informa la Administración andaluza, el desbordamiento del río se produciría en un periodo de retorno entre 25 y 50 años, por lo que la defensa de la ciudad de Málaga tendría una probabilidad mas alta de riesgo de inundación.

El director general de Planificación y Gestión del Dominio Público Hidráulico de la Junta, Juan María Serrato, cree que estas actuaciones son prioritarias para el Gobierno andaluz, y remite a su contemplación sine die en los Presupuestos Generales del Estado a aprobar. La Junta añade que esto no impide que se siga trabajando en la resolución de problemas puntuales derivados de los riesgos de inundación en la ciudad de Málaga, en Alhaurín de la Torre con el proyecto de Ciudad Aeroportuaria, y en el municipio de Cártama con varios desarrollos urbanísticos.

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Los contactos que Junta y ayuntamientos afectados mantienen periódicamente para garantizar la viabilidad de los proyectos afectados por la zona inundable del Guadalhorce siguen sin servir para nada, como nuevamente se ha demostrado con las inundaciones de este fin de semana.

A finales de junio, la Junta de Andalucía volvía a insistir en que su Plan de Gestión de Riesgo de Inundaciones de la Demarcación de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, donde se integra el citado estudio de inundabilidad del Guadalhorce, no supondrá un “freno” para los proyectos que se desarrollan tanto en la capital malagueña como en Alhaurín de la Torre o Cártama, entre otros.

Desde el ejecutivo de Díaz se recuerda que todas estas actuaciones para encauzar el Guadalhorce “corresponden al Gobierno central, al estar considerada como de Interés General del Estado tanto en el Plan Hidrológico Nacional y en el Plan Hidrológico y el Plan de Gestión de Riesgo de Inundaciones de la Demarcación de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas”.

Por ello, la Junta insta al Gobierno Central a que concrete las medidas y el presupuesto del proyecto de ampliación del encauzamiento del río y la eliminación de los obstáculos a la evacuación de avenidas que garantizaría definitivamente y de forma global la seguridad de los ciudadanos y sus bienes y el desarrollo de la ciudad de Málaga.

Hasta aquí está dispuesta la Junta a asumir su parte de culpa en estos desastres naturales totalmente previsibles en sus efectos devastadores, ya que considera que sus denominados Planes de Gestión de Riesgo de Inundaciones “son un instrumento necesario para planificar el desarrollo futuro de las ciudades fuera de las zonas de riesgo de inundación, garantizando la seguridad de las personas y los bienes”.

Esta falta de entendimiento tuvo una excepción el pasado agosto, cuando Ayuntamiento de Málaga y Junta de Andalucía aunaron sorprendentemente sus esfuerzos para frenar una invasión de mosquitos en el entorno del río Guadalhorce.

1 COMENTARIO

  1. Tengo 60 años y en mis 60 años he visto no una sino decenas de veces el rio Guadalhorce desbordarse.Despues de las inundaciones del año 1989,bajo mi opinion mucho peores que las de este diciembre de 2016,se acometieron diversas obras,entre ellas la presa del rio Casasola,la presa del Limonero,la amplitud de la desembocadura final del rio Guadalhorce..y poco mas.Mientras tanto,el rio Guadalhorce ha visto como en sus ultimos kilometros de su recorrido,en sus margenes ,ha aumentado las construcciones tanto de viviendas como de empresas¿Quien ha dado y da estos permisos de construccion sabiendo a ciencia cierta que los esta dando en una zona que cada pocos años roza la tragedia por inundacion?¿Como es posible que campesinos que conocen la zona y los riesgos,a la hora de construir sus viviendas no lo hagan a plano alzado poniendo a salvo su vida y sus enseres?¿Nadie se ha dado cuenta del porque cuando construyeron el palacio de deportes Martin Carpena,construido despues de las inundaciones de 1989,lo hicieran sobre una colina levantada artificialmente para evitar en lo posible el riesgo de inundacion del polideportivo ya que se construyo en zona que antiguamente fueron marismas y en un lugar que periodicamente sufre de inundaciones?La imagen de la estacion de metro que parece una cascada es llamativa,pero todos los malagueños sabemos que,desde siempre,una y otra vez,esa zona de Malaga tan cercana al mar se inunda cuando llueve torrencialmente cada equis tiempo,asi que preparemonos a ver la cascada de agua entrando a los andenes muchas mas veces¿Nadie del Ayuntamiento,de la Junta de Andalucia ni de la empresa constructora fue capaz de tenerlo en cuenta ni de poner sobre la mesa que esa zona de Malaga tiene mucha agua en su subsuelo?
    Al mar no se le puede poner puertas….ni al rio Guadalhorce tampoco…y eso se sabe.

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