Captura de pantalla del programa “Amigas y Conocidas”.

Parece que el verano no sólo derrite helados. Parece que la mente de algunos tertulianos no va al mismo ritmo o que por vacaciones todos los jefes de programas de televisión española se han mudado a la costa mediterránea, o a la cantábrica, donde hace más fresco. Pero una cosa sí, ellos comen en chiringuito, tienen demasiada clase como para comer a pie de playa como el resto de españolitos y españolitas, está claro.

No voy a caer en convencionalismos sobre la calidad de nuestra televisión, todo el mundo se da cuenta de la calidad de determinados programas, de las mentiras y medias verdades que con desafortunada frecuencia se cuelan en los informativos, de quienes son los dueños de los medios de comunicación y de que la televisión pública es el aparato de propaganda del partido que ostenta el poder. Todo el mundo sabe eso, hasta los cutres que comen a pie de playa.

No vamos a generalizar, ni todos los tertulianos bajan el ritmo en verano, ni todos los jefes de televisión española se han ido por vacaciones. Pero hoy la televisión pública de los españoles, esa que nos molestamos en financiar a través de los impuestos, ha abierto un debate clave para nuestra sociedad: Comer en la playa, ¿es una tradición digna o más bien un comportamiento cutre?

Esta premisa, que bien podría haber salido de la boca de una dama o de un caballero de alta sociedad, de esos que juegan al golf los fines de semana y almuerzan escamoles para desayunar, que para quien no lo sepa son huevos de hormiga, ha salido de la dirección de un magacín de nuestra televisión pública. Ellos preguntan si es una tradición digna, pero ¿es digno que tengamos que soportar una televisión con un comportamiento tan cutre?

Yo no he visto el programa en cuestión, porque no merece la pena ni ser visto, pero espero que alguna tertuliana haya comentado, aunque sea brevemente, que es una absurdez de pregunta. Espero que las amigas y conocidas hayan señalado que no es un tema apropiado. ¿Aunque saben que? Seguro que no. Los trabajadores tendemos a hacer lo que manden nuestros jefes, y no es reprochable, pero habría que pedir un poco de sentido común y que las personas se levantaran en contra de lo que consideren incorrecto o inapropiado.

¿Es digno comer en la playa? Claro que sí es digno, ¿no es obvio? Es más, si al que se le ocurrió esta absurda pregunta tiene dos dedos de frente sabrá que la dignidad es inherente al ser humano, no se mide ni se cuantifica por comportamientos de este tipo, ni de ninguno. ¿Qué creen que pensarán todas esas familias que veían televisión española a las once de la mañana?

Yo se lo aclaro al lector, pensarán que la que es cutre es la televisión pública, que quién ha contratado al director del programa, que hay cosas más importantes de las que hablar y nadie habla, que cómo pueden las tertulianas formar parte de eso, que cómo es posible que se transmitan estos tipos de contenidos cuando la mayor parte de españoles es de clase obrera, y no burgueses acomodados que no sienten la mayor empatía por los demás, que porqué tenemos que seguir pagando una televisión que no mira por nuestros intereses sino por el de las élites, como las empresas privadas. Y mucho más que ni me atrevo a imaginar.

Sepan que todos somos dignos, coman tranquilos en sus playas y olvídense de los burgueses que aparecen en sus pantallas.

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