Susana Díaz elude ahora apoyar en público a Chaves y Griñán

La última vez que la presidenta andaluza los respaldó fue antes del Comité Federal del PSOE del 1 de octubre

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Susana Díaz, en un acto en Coria el pasado 17 de febrero, fecha en la que se rechazaron los recursos de Chaves y Griñán.

Más de cinco meses han pasado ya de la última vez que la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, mostró públicamente su apoyo a los ex presidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán. El pasado viernes 17 de febrero tuvo otra oportunidad para hacerlo, pero en esta ocasión ha decidido guardar un prudencial silencio público a diferencia de lo que sí hizo el 1 de junio y el 16 de septiembre pasados, cuando recalcó de ellos que eran “honrados y honestos”. A diferencia de entonces, la carrera a la sordina de la presidenta andaluza hacia la secretaría general del PSOE, que celebra proceso de primarias en mayo y su congreso en junio, es probablemente el motivo de este prudente silencio público de ahora.

La Audiencia Provincial de Sevilla acordó el pasado viernes 17 de febrero, en sendos contundentes autos judiciales, desestimar los recursos de apelación de los dos ex presidentes andaluces que precedieron en el cargo a Díaz. Este varapalo judicial viene a corroborar la instrucción del caso ERE realizado por la juez Mercedes Alaya, muy criticada sin ambages ni tapujos en el mismo seno y el entorno del Gobierno andaluz de Susana Díaz.

Después de este nuevo revés judicial a Chaves y Griñán y a otros cinco ex consejeros de sus gobiernos, todos ellos están a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados junto a otros 19 ex altos cargos del Gobierno andaluz por el caso de los ERE irregulares con los que presuntamente la Junta subvencionó sin control alguno entre los años 2000 y 2011 a empresas en crisis.

Los ex presidentes andaluces, a un paso de sentarse en el banquillo acusados de prevaricación por los ERE

La última vez que la baronesa socialista andaluza confió en público en la “honestidad” de Chaves y Griñán fue el 16 de septiembre, precisamente el día después de que la Fiscalía Anticorrupción solicitara seis años de cárcel para Griñán y 30 de inhabilitación, acusado de sendos delitos continuados de prevaricación y malversación de caudales, así como 10 años de inhabilitación en empleo o cargo público para su antecesor, Manuel Chaves, por un delito continuado de prevaricación.

Entonces, Díaz se escudó en que los ex presidentes habían asumido sus responsabilidades políticas “hace ya mucho tiempo” al dejar sus escaños y abandonar también el partido y añadió que ella, de forma “particular”, creía en “la honradez y honestidad de uno y de otro porque a ninguno de los dos se les ha acusado de beneficiarse personalmente”.

En aquellos días, la propia presidenta andaluza reconoció haber mantenido contactos recientes con sus predecesores para mostrarles su apoyo. “Siempre he hablado con ellos, y en las últimas horas, también”, dijo desde la localidad sevillana de La Rinconada a preguntas de los periodistas.

Eran los días previos al convulso Comité Federal del PSOE del 1 de octubre, que defenestró a Pedro Sánchez de la secretaría general y cuando comenzó a gestarse la posibilidad de que la presidenta andaluza optara a la dirección de Ferraz tras la constitución de la gestora. Desde entonces, el trámite judicial de la macrocausa política de los ERE –en los que están imputados dos ex presidentes andaluces, cinco ex consejeros y 19 altos cargos– ha seguido su curso y está a un paso de la vista oral después del rechazo de la Audiencia Provincial de los recursos planteados por los dos ex presidentes y cinco ex consejeros.

El calor público de Susana Díaz a Chaves y Griñán también se escenificó el pasado 1 de junio, precisamente la fecha en la que los ex presidentes conocieron que el juez Álvaro Martín los procesaba por los ERE irregulares. Faltaban 25 días para las elecciones generales del 26-J. Pese a ser unas fechas tan trascendentales para los intereses del país y en concreto del PSOE, Susana Díaz no dudó ni un instante en mostrar su más absoluto respaldo público a Chaves y Griñán, de los que dijo que eran “dos personas honestas que nunca se han beneficiado de los cargos que han ocupado”.

El juez que cerró la instrucción del caso ha tratado de aclarar quiénes son los responsables de la “ilicitud” de un ingente fondo público estimado en 855 millones de euros y manejado presuntamente sin control alguno por los sucesivos gobiernos andaluces durante más de una década entre los años 2000 y 2011.

Al igual que reiterara unos meses después en septiembre, la presidenta andaluza subrayó el pasado 1 de junio que a Chaves y Griñán “les honra” la decisión de haber pedido su baja como afiliados del PSOE. Aunque adelantó su respeto por el auto del juez Martín, Díaz reclamaba a la Justicia que resolviera “cuanto antes” el entramado de la macrocausa para poder determinar finalmente que Chaves y Griñán “son inocentes y dos personas honradas”.

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