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La desaparición total del papel moneda o de cualquier soporte físico del dinero en un horizonte no muy lejano y la consiguiente globalización en cuanto a una  “unidad de intercambio de trabajo mundial de tipo electrónico” no parece ser una utopía, respondería más bien al concepto de “eutopía”. Asumimos  la definición del término “eutópico” tal cual la formuló Tomás Moro en el siglo XVI, como materialización y concreción de cualquier planteamiento utópico, siempre en la esperanza de que ello no desemboque en un escenario económico global distópico o lo que es lo mismo en una realidad utópica en términos negativistas.

Asumiendo que este hecho se producirá tarde o temprano, en tanto, nos cabe la preocupación en el cómo podría afectar el mismo a nuestras libertades individuales. En éste punto sería deseable que  tanto G. Orwell con su novela de ficción distópica “1.984”, como Aldous Huxley con su “Mundo Feliz”, entre otros muchos, fracasaran de forma estrepitosa en sus predicciones noveladas.

En la actualidad ya podemos hablar como medio de intercambio distinto al dinero físico, bien de monedas digitales o criptomonedas, tanto en su versión virtual como  digital. Si bien cualquiera de las dos versiones podrán usarse para la adquisición de bienes y servicios es preciso diferenciar que las virtuales se usan en entornos cerrados y no en la vida física real, estando sujetas a unas reglas internas. Por su capacidad real y factible de sustitución del dinero físico, las que más nos deben interesar son las monedas digitales criptográficas de carácter descentralizado o no. El matiz en cuanto a su centralización vendrá condicionado por la autoridad que regule su uso y al propio método de regulación, mediante inteligencia artificial o  en algoritmos matemáticos. Al día de hoy la más conocida y la de mas uso y de carácter descentralizado, es el BITCOIN.

Existen innumerables  ensayos realizados con tipos de monedas digitales desde los años 90. La E-gold respaldada por el oro, la Liberty Reserve, o las más actuales, DogeCoín, Shiba Inus, LIteCoín, Namecoin, Quartz y un largo etcétera hasta un total de 78 contabilizadas  entre todas sus modalidades. Todas ellas o al menos las últimas, alcanzaron gran popularidad por su forma de operar ya que su sistema de producción, “unidades de intercambio de trabajo” está basado en algoritmos matemáticos protegidos por criptografía de alto nivel respaldada a su vez por un alto índice de usuarios, lo que ayuda sin duda a su confianza de uso y transparencia en el proceso.

Ahondemos en el BITCOIN. Aparecido en 2009 su esencia era evitar la presencia de los bancos como productores del dinero y como intermediarios en las transacciones. Al no definirse de manera efectiva y eficiente las reglas de producción de dicha moneda digital, así como el anonimato que conlleva su carácter descentralizado o no, ya que mas bien es “distribuido” ya que las redes P2P todos los nodos son iguales entre sí por lo que en cuanto a la autoridad emisora central no existe y es menos vulnerable a posibles ataques, por todo esto hace que el BitCoin pueda usarse como medio opaco favorecedor de financiación de actividades delictivas y por el mismo motivo  presentar un alto índice de volatilidad de cotización. El proceso de “mining” (minar Bitcoins) , es tan sólo la resolución de un algoritmo matemático en donde por cada bloque de resolución una vez procesado se obtiene una fracción o parte entera de Bitcoin ya que éstos son finitos por definición y por su creación. Todo ello son aspectos que debilitan su proceso de legalización como moneda oficial digital global . 

La futura moneda Global Digital Criptográfica como medio de intercambio por unidad de trabajo en términos de “recompensa” y como medio de adquisición de bienes y servicios está aún por llegar y por definir, tanto en sus reglas concretas de creación como en  su carácter centralizado o no, o en cuanto a  su seguridad digital mediante algoritmos criptográficos avanzados.

La implementación de dichos algoritmos deberán garantizar la salvaguarda integral del proceso incluyendo una huella digital asociada al portador o beneficiario temporal. Hablamos no solo de una huella digital al uso sino  de una asociada además a características biométricas concretas como autentificación e identificación para las transacciones electrónicas y con carácter redundante de las mismas.

Todo ello supondrá en principio un verdadero riesgo y una  aventura por lo desconocido del hecho para los Bancos Centrales, para los Reguladores Financieros, Ministerios de Finanzas, Autoridades Fiscales, etc. Pensemos  en éste punto de manera disruptiva y divergente, empezando por confiar en que la tecnología permitirá la implantación futura de éste sistema con seguridad, eficacia y transparencia, descartando toda posibilidad de opacidad y en consecuencia impidiendo cualquier posibilidad de “lavado de dinero” proveniente de actividades ilícitas. Su licencia como medio de pago estandarizado global implicará además ausencia de volatilidad en cotización de acciones por ejemplo y a su vez erradicación del uso de sistemas “pump and dump” o capitalización de acciones fraudulentas.

El FMI asumiendo la realidad inmediata, ya ha hecho un pequeño guiño al respecto al definir las monedas digitales criptográficas como “un elemento que puede proporcionar servicios financieros más rápidos y más baratos de cara a la realización de pagos y transferencias, todo ello potenciando la inclusión financiera, entendida ésta como el mejor  acceso a productos y servicios financieros de calidad”.

Si en nuestro actual sistema monetario fiduciario ya asumimos con un altísimo nivel de confianza que la inmensa mayoría del dinero en circulación no es físico si no  que el mismo se mueve  en “unos” y en “ceros” de manera redundante en los  servidores de los bancos, ¿por qué hacer frente a lo inevitable?.

El mayor banco español existente ya propuso recientemente crear una única moneda Global Digital para agilizar las operaciones entre instituciones financieras y entre éstas y/o los bancos centrales por su mayor economía y agilidad en el proceso.

Llegados a éste punto y atendiendo a un aspecto de vital importancia como es la seguridad más allá del blockchain o “cadena de bloques” actual gracias al desconocido y “obscuro” personaje Satoshi Nakamoto; es de esperar que la implantación real y global de una Divisa Digital Criptográfica Mundial pase inexorablemente por la operatividad de la Computación Cuántica. Es difícil aventurar en qué estado se encuentran las investigaciones al respecto de ésta computación  pero sí podemos afirmar que cada día es menos ciencia ficción y que será un hecho en el que la operatividad del tema que nos ocupa será una anécdota comparada con las infinitas posibilidades que ofrecerá al ser humano el nuevo sistema dónde los bits ya no sólo podrán ser 1 ó 0; sino estados superpuestos donde pueden ser 1 ó 0 a la vez, los qubits.

Gracias a la computación cuántica y en una futura sociedad global avanzada con un  justo reparto de la riqueza, extinguido el fraude fiscal, donde las familias entendidas como “unidades agrupadas de tributación” operen como empresas, donde cualquier movimiento o transacción financiera realizada por cualquier agente del sistema quede reflejado sin posibilidad de fraude, evasión o elusión tributaria alguna; en ésa situación, estaremos en presencia de una contabilidad global instantánea de todo el sistema financiero. Y en ese punto se producirá la regulación y el justo equi-reparto de las “recompensas“ que le pertenezcan a cada “unidad de trabajo”. Será éste un modelo económico más justo, el cual se irá implantando de manera progresiva en un mercado global basado en la “inteligencia colectiva del hombre”, debiendo hacer el mismo el adecuado uso de la inteligencia artificial disponible en ése momento de su historia.

Ojalá llegado el momento, estemos agradecidos a  Tomás Moro y nos sintamos aliviados por haber sorteado los malos augurios de Orwell y Huxley. El nombre que recibirá esa Divisa Digital Criptográfica Mundial, eso será otra historia.

3 COMENTARIOS

  1. ¿Es un articulo original muy mal redactado o un copia pega pasado por el traductor de Google? Porque hay frases que carecen de sentido y conceptos usados con un sentido que no corresponde. Además, hay incoherencias al hablar de Bitcoin.

  2. Es de fuente propia estimado lector, la idea no era explicar el funcionamiento del BitCoin, más allá de su carácter descentralizado o no, recurso que uso porque cuando la entidad reguladora fuese una inteligencia artificial, ya no estoy tan seguro su definición al respecto, la finalidad era la de explicar una posibilidad factible y siendo positivista que mejore y armonizará l diferencia entre ricos y pobres; siento que no lo haya conseguido. Gracias por su aporte pero en tan pocos carácteres no puede ser demasiado explicativo y me centré más en la posibilidad futura. Este comentario lo suscribe el autor.

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