La militancia socialista se ha cansado de los tonos autoritarios; se   ha   hartado de que algunos militantes con cargo pretendan sentar cátedra con sus afirmaciones, tonos ofensivos, broncas de patio de colegio o verdades que pretenden ser absolutas saliendo de las bocas de sus compañeros cuyo voto vale exactamente igual que el suyo.

Recordemos: 1 militante, 1 voto.

Esto quiere decir que llegado el momento de votar en las agrupaciones, tanto suma el voto de Felipe, Pepe, Soraya, Javier etc., como el de Manolita, Julián o Pepa en su agrupación. Eso es algo que todavía no digiere bien la vieja guardia del PSOE.

De poco vale ser militante con cargo si se pierde el contacto con el sentir de la militancia y ciudadanos; de muy poco sirve que seas concejal, Alcalde, Consejero o Secretario General, que votes en el Comité Federal, o el sursuncorda; de poco vale señores, si la militancia en la primera oportunidad que tenga los apea con la fuerza de su voto.

La soberbia con la que algunos militantes con cargo del PSOE se dirigen a los militantes, la arrogancia estúpida que utilizan para comunicar sus verdades absolutas ya cansa; yo no sé si quien lee estas líneas siente el mismo hartazgo que yo, pero a mí personalmente me cansa, me harta, me enfada y sobre todo me provoca la pérdida de la poca credibilidad e incluso respeto que aún mantenía hacia alguno de ellos.

Ya está bien de jactarse o vanagloriarse precisamente de lo que más se carece: que los militantes sin cargo, los más, lo que tenemos de tontos nos queda bien y atentar contra nuestra inteligencia y valores socialistas no es gratuito.

Hablar de lealtad debería estar prohibido para muchos de los que hoy parecen tener voz y mando en el PSOE; la propia naturaleza debería impedir que alguien pudiera pronunciar ciertas palabras tan grandes y llenas de contenido como lealtad si no las practica.

A otros, también militantes con cargo, se les llena la boca con la palabra Democracia cuando, los que llevamos un tiempo perteneciendo al que fue y espero que vuelva a ser un gran partido político, somos espectadores del ejercicio del autoritarismo y de la dedocracia altanera desde las cloacas del PSOE, y que, en algunos casos, resulta hasta ridículo por la fanfarronería que encierran sus palabras y acciones.

Las máximas autoridades del PSOE, presentes en todos los ámbitos de la estructura orgánica del partido, deberían dejar de mirarse el ombligo y de contar las sillas que quedan para repartir; si siguen interpretando la confianza que en ellos depositamos en su momento a través de las urnas, como poder absoluto, señalando con dedo divino lo que se tiene que interpretar o no, lo que se tiene que decir y lo que se tiene callar, sin más argumentos que “porque yo lo valgo”, ni quedarán sillas para ellos, ni para la izquierda política. Mala noticia para el futuro de los españoles, muy mala.

La historia no perdonará jamás la traición que supuso entregar en bandeja de plata y de manera gratuita el gobierno de un país como el nuestro a un irresponsable neoliberal como Rajoy y su séquito.

No lo perdonará la historia ni los que con dolor vemos como el partido de nuestros antepasados que lucharon por la libertad y la democracia hasta dejarse la vida en ello, está siendo vilipendiado y ultrajado por un puñado de estómagos agradecidos.

2 COMENTARIOS

  1. 1- Milítante 1- voto
    Amiga mía: Hay tanta. «.Fortaleza». pasión. Rabia. Pero es una pena. Que !tanta fuerza ! Este mal enfocada.
    Cuando se deposita. Un voto en una urna. Hay que ser consecuente con los resultados.

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