¿Se va Simeone del Atlético?

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El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone descansa tras la amarga derrota que su equipo sufrió este sábado en la final de la Champions League frente al eterno rival, el Real Madrid. “Es un fracaso, – dijo en la rueda de prensa posterior al partido-. Ahora toca pensar”. Y esa enigmática frase ha hecho saltar las alarmas en el club. ¿Se va a ir Simeone al término de la temporada? Ofertas no le faltan.

Es “mareante” la cifra de 100 millones por cinco años ofrecida por el Inter de Milán y mejor puede ser la que puede llegar a hacer la Juventus de Turín, que aspira a ficharle o, en su defecto, al sevillista Unai Emery, campeón de la Europa League. Pero, además, tras la Copa América, el “baile” de seleccionadores va a ser evidente. Diego Pablo Simeone, según han revelado fuentes de su entorno a Diario 16, tiene un sueño: ser seleccionador de Argentina. Dependiendo de los resultados que se obtengan, Simeone puede ver cumplido su sueño. Lo que sí parece descartable es la liga inglesa cuyos clubs más relevantes parecen haber cerrado, ya, el capítulo de fichajes. ¿París Saint Germain? La entidad parece estar a gusto con su entrenador Laurent Blanc pero, en ocasiones, ha mostrado su interés por Simeone, para muchos el entrenador de moda aunque haya perdido dos finales de la Champions ante su eterno rival.

No olvidemos que hace escasamente diez años, el Atlético de Madrid jugaba en Segunda División. Y ahora, en tres años ha jugado dos finales de Champions y lleva unos cuantos más pasando de la fase de grupos.

Al presidente del Atlético, Enrique Cerezo, y al consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín, ni se les pasa por la cabeza una dimisión de Simeone. Aun así preparan un blindaje espectacular. Se le renovó el contrato el año pasado, hasta 2020, a razón de seis millones y medio de euros al año. Ahora podría ser mejor todavía. Fuentes del club del Manzanares consultadas por Diario 16 están totalmente convencidas de que su entrenador talismán, el que ha encumbrado a la entidad, no se irá tan fácil.

Pero ese “lo tengo que pesar” ha dado un vuelco al corazón de muchos aficionados atléticos que ya han elevado al argentino al Olimpo de sus dioses, junto a Luis Aragonés, Paolo Futre y unos pocos más: los elegidos de una afición que sigue y seguirá soñando, hasta que lo consiga. Y lo conseguirá.

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