Rex Tillerson, el ex Secretario de Estado que fue despedido por Donald Trump, ha salido del perfil bajo que ha mantenido desde que fue sustituido por Mike Pompeo y está empezando a hablar en los medios de comunicación sin ningún tipo de piedad para con el actual presidente de los Estados Unidos.

En una entrevista concedida a CBS News en Houston, Tillerson se despachó a gusto. Afirmó claramente que su convivencia con Trump fue difícil y supuso un desafío personal porque él provenía «de la disciplinada empresa de Exxon Mobil, altamente orientada a los procesos. Llegar a trabajar para un hombre que es bastante indisciplinado, no le gusta leer, no lee los informes. No me gusta entrar en los detalles de muchas cosas, sino que simplemente dice: ‘Esto es lo que creo’». No hace falta leer entre líneas para comprender que Tillerson estaba llamando idiota a Trump o, al menos, le definió como poco erudito.

Sin embargo, lo más grave de la entrevista fue cuando el ex Secretario de Estado, el jefe de la diplomacia de los Estados Unidos, reconoció que el actual presidente intentaba hacer cosas que son ilegales. «Muy a menudo el presidente decía: ‘Esto es lo que quiero hacer y así es como quiero hacerlo’. Entonces yo tenía que decirle: ‘Señor presidente, entiendo lo que quiere hacer, pero no puede hacerlo de esa manera porque viola la ley’». Esto demuestra el verdadero analfabetismo político de la persona que está al frente de la mayor potencia del mundo.

Tillerson no se quedó ahí e incidió en otro aspecto que denotaba la definición de idiota que dijo sin decir: «Él actúa sobre sus instintos. En algunos aspectos, eso parece impulsividad. Pero no es su intención actuar por impulso. Creo que realmente está tratando de actuar de acuerdo con sus instintos».

Además, dejó una frase que llena de preocupación, no sólo a los americanos, sino al resto de la humanidad: «Me preocupa que el pueblo estadounidense parezca querer saber tan poco sobre los problemas, que esté satisfecho con los 128 caracteres». Esa ignorancia la traspasó de aquellos ciudadanos americanos que se desentienden de la realidad de lo que ocurre tanto dentro como fuera de las fronteras de los Estados Unidos al propio Donald Trump, lo cual fue otro modo de llamarle idiota. Sin embargo, este idiota tiene en sus manos aspectos muy delicados que pueden influir en el resto de la humanidad. Por eso, Trump será un idiota, pero es un idiota muy peligroso.

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