Dicen que no hay crimen perfecto. Y seguramente, si se demostrara que algo tiene que ver con los hechos, es lo que tiene que estar pensando el empresario López Madrid cuando la jueza le obliga a volver a declarar por el presunto acoso a la Doctora Elisa Pinto.
Efectimanente, la jueza Belén Sánchez ha citado de nuevo al empresario Javier López Madrid para que declare como imputado el próximo 26 de julio por el presunto acoso a la doctora Elisa Pinto. La citación se produce después de que la mujer identificara al comisario José Manuel Villarejo como el hombre que la apuñaló en 2014 mientras le decía: «López Madrid quiere que cierres la boca».
La magistrada Sánchez archivó en marzo de 2016 el caso sin practicar una serie de diligencias solicitadas por la defensa de Pinto. La Audiencia de Madrid corrigió a la instructora y ordenó en mayo reabrir el caso. En el marco de esa instrucción se produjo la rueda de reconocimiento en la que Pinto reconoció a Villarejo.
La doctora, que mantenía una relación con López Madrid que ambos calificaron de amistad, llegó a denunciarle otras trece veces por acoso y amenazas hasta mayo de 2014.
Durante años, y al archivar la jueza la denuncia en primera instancia, desde el entorno de López Madrid se dio a entender que la doctora Pinto era una mujer obsesionada con el empresario, que no aceptaba haber finalizado con la relación y que tan sólo quería notoriedad y venganza.
