Los británicos votan hoy en unas elecciones decisivas, que preveían un paseo cómodo para Theresa May, pero que en los últimos días, se han convertido en incertidumbre y desconcierto.

La mala gestión de los últimos atentados terroristas, sumados a las críticas por los recortes en la policía, en su época como ministra del interior, sitúan a Theresa May, a cuatro puntos del laborista Jeremy Corbyn.  

Hay que echar la vista hacia atrás, para situarnos en los momentos álgidos del nacionalismo británico, anunciando una salida traumática y con portazo de la Unión Europea. Theresa May reitera una y otra vez, su disposición a levantarse de la mesa de negociación con los 27, antes que firmar un mal divorcio.

El desconcierto de los británicos ante los últimos sucesos traumáticos, con varios atentados Yihadistas, dejan a los electores una difícil papeleta. Deben decidir entre una figura conservadora y un socialdemócrata de la vieja escuela y con un pasado, que para unos, resulta un lastre, pero que para otros demuestra su compromiso con los más débiles.

El ganador o ganadora de las elecciones, deberá acudir en 11 días a la mesa de negociación, para decidir como divorciarse de Europa. O una salida dura y sin concesiones, o una negociación más amable, que deje margen para la buena convivencia entre vecinos.

El pasado 18 de abril, Theresa May, dijo al anunciar el adelanto de las elecciones que “cada voto por el Partido Conservador, me hará más fuerte cuando negocie en nombre de Reino Unido” Los 20 puntos de ventaja en las encuestas que tenía cuando pronunció esas palabras, se han reducido a cuatro puntos de media.

El “Brexit” ha sido la gran patata caliente para los dos candidatos. Porque, para la conservadora Theresa May, la cuestión de la salida del Reino Unido de la Unión Europea se reduce a quien va a negociar su salida. Hablamos de una cuestión de liderazgo. En cambio para el laborista Jeremy Corbyn, es aún más incomodo. Contentar por un lado a los burgueses londinenses que votaron mayoritariamente la salida de Europa y a los trabajadores del norte, que votaron en contra.

Esta noche los británicos deciden su futuro, acierten las encuestas, o se equivoquen como en las últimas elecciones, con en el referéndum del “Brexit”.

Los últimos atentados en suelo británico, tendrán una gran influencia. La imagen hacia el exterior de la profesionalidad de la policía y los servicios de inteligencia, han quedado dañadas. El próximo inquilino del 10 de Downing Street, deberá enfrentarse a grandes retos. Entre ellos mejorar la imagen hacia el exterior del Reino Unido. 

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