En Moncloa dan por hecho que habrá gobierno. Que el comité ejecutivo del Partido Popular aceptará las seis condiciones impuestas por Ciudadanos para dar el sí a la investidura de Rajoy. Que se pondrán a negociar las medidas que el futuro gabinete deberá poner en marcha urgentemente. Que, a finales de agosto, tendrá lugar dicha investidura y que el PSOE, al final, no podrá resistir las presiones y se abstendrá. Demasiado optimismo según señalan fuentes de Ferraz donde dicen que “bajo ningún concepto, ni con presiones de los barones ni de los líderes históricos ni de nadie, vamos a variar de postura. El no es inamovible”. Y eso, sin duda, lleva a la celebración de las terceras elecciones, salvo en un supuesto del que apenas se habla. Que el Rey, una vez fracasado el intento de Rajoy, haga un nuevo encargo a Pedro Sánchez.

Casi todos los funcionarios de Ferraz se encuentran de vacaciones. Aún así, algunas fuentes permanecen de guardia. Son las mismas que avisan: la derecha está empeñada en seguir presionando a los socialistas y no van a parar, incluso durante las sesiones de investidura. El argumento es el de siempre: O Rajoy o terceras elecciones. Y al mismo, las fuentes contestan con un contundente: “hay alternativas”. ¿Están pensando en el gobierno de progreso con Podemos y nacionalistas?

Si Rajoy fracasa, existe la posibilidad, constitucional además, de que el Rey se lo encargue a otro. En la formación morada, al mismo tiempo que critican a Ciudadanos “por dar su apoyo al partido más corrupto de Europa”, insisten en pedir al PSOE “que se siente a negociar inmediatamente una alternativa”, dice Pablo Iglesias quien, además, empieza a impacientarse y a decir que los socialistas están perdiendo un tiempo fundamental.

Cierto. Pero, en esta ocasión, la jugada de la dirección socialista es lógica. Ahora hay que manejar bien los tiempos. Primero hay que esperar para ver lo que ocurre con la investidura de Rajoy. Y si éste fracasa, como piensan en Ferraz, entonces será el momento de hablar, de negociar y de pactar una alternativa “que evite las terceras elecciones”. En otras palabras, que no tienen prisa, incluso si no se llega a tiempo de mandar a Bruselas las tan traídas y llevadas medidas para corregir la desviación presupuestaria. Ya se sabe que el plazo es el 15 de octubre. Las fuentes “de guardia” de Ferraz, dicen que todavía hay margen de tiempo, incluso si fracasa Rajoy.

Y, en el peor de los escenarios posible, el de la convocatoria de nuevas elecciones, “que a nadie se le ocurra responsabilizarnos”, dicen los socialistas. El fracaso habrá sido de Rajoy, incapaz de medir los tiempos. “El problema, – insisten estas fuentes-, reside en que Rajoy apenas se ha movido de su posición, a sabiendas de que no le bastan los escaños de Ciudadanos, y no ha completado el proceso negociador con las otras fuerzas que tienen la posibilidad de facilitarle la investidura”. Porque, si desde un principio, el líder popular hubiese mostrado su incapacidad para alcanzar matemáticamente el apoyo suficiente, lo mejor que podría haber hecho es decírselo al Rey, y no andarse con sus habituales ambigüedades a sabiendas de que el PSOE, por mucho que insista, no va a entrar en su juego.

Entonces, ¿de quién va a ser la responsabilidad? La tendencia del voto reflejada en la encuesta del CIS dice, claramente, que cualquiera menos el PSOE que crece. Poco pero crece.

1 COMENTARIO

  1. Quizás escribiendo esete artículo consigues creértelo tú y, con suerte que te crean alguien más. El PSOE no es capaz de pactar, no es capaz abstenerse, no es capaz de crear una alternativa… Pensar que irse a la playa sirve para no ser responsable de unas hipotéticas terceras elecciones es tan ridículo que sonroja pensar en el nivel intelectual de estos dirigentes y en el borreguismo de los que lo defienden… Si la política crea vergüenza ajena, el periodismo político hace lo posible para conseguir el mismo efecto.

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