Una vez superado con éxito el reto de mantenerse como segunda fuerza política a duras penas frente a la amenaza demoscópica de ‘sorpasso’, el PSOE de Pedro Sánchez ha comenzado a buscar la fórmula idónea para dejar gobernar a Mariano Rajoy en minoría sin que por ello tenga que recibir nuevas reprimendas de su electorado más fiel por permitir llegar a la derecha a la Moncloa con su abstención.

La Ejecutiva federal socialista, reunida en su sede madrileña de Ferraz, analiza el posible escenario postelectoral del 26-J. Esta vez Pedro Sánchez no tiene previsto dar ningún paso adelante en caso de que un fortalecido Rajoy vuelva a dar un paso a un lado, como ya ocurrió cuando el jefe del Estado le propuso formar gobierno tras las elecciones de diciembre de 2015. De hecho, el presidente en funciones ha hecho público su deseo de cerrar antes que con nadie un acuerdo con el PSOE de Sánchez, que ha dejado en el camino otros cinco diputados en estos últimos seis meses que van del 20-D al 26-J.

La número uno del PSC por Barcelona, Meritxell Batet, frena en seco esta propuesta de Rajoy y asegura que el vencedor de estas elecciones tiene “otras opciones para intentar formar Gobierno” en referencia a un pacto con Ciudadanos más la suma de los cinco diputados del PNV y de la diputada electa de Coalición Canaria, Ana Oramas, quien ya ha avanzado que en esta ocasión su formación sí puede ser decisiva para que el PP consiga la investidura como presidente por mayoría absoluta de la Cámara.

También desde las filas socialistas, el presidente extremeño y barón del PSOE de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha vuelto a insistir, como ya hiciera tras el 20-D, en que Sánchez no debe intentar formar Gobierno y pasar directamente a la bancada de la oposición. “Tiene que seguir Rajoy de presidente y Sánchez no debe intentar formar Gobierno”, subraya.

El análisis tan maximalista como simplista que el propio Rajoy hace del 26-J recalca que «ha ganado el PP y ha ganado el PSOE». Por ello, cree el vencedor indiscutible de estos comicios que la primera opción de formar gobierno pasa por proponerle directamente a los socialistas un acuerdo de gran coalición entre las fuerzas que representan al bipartidismo en este país. “PP y PSOE, y si quiere sumarse Ciudadanos”, añade Rajoy con la mano tendida en última instancia al partido de Albert Rivera, que ha empezado a diluir el veto hacia su persona en caso de que Felipe VI le encargue la formación de Gobierno. Esta vez sí, Rajoy hará todo lo que esté en su mano para “lograr la gran coalición».

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