La política tiene esas paradojas. Sin estridencias. El Boletín Oficial del Estado publicaba, este sábado, el cese de Consuelo Madrigal al frente de la Fiscalía General del Estado. Y no ha sido por decisión del nuevo Gobierno. Dicho cese es automático en el mismo momento en que toma posesión el ejecutivo procedente de una nueva legislatura parlamentaria. Todos los protocolos se han mantenido. El cese lo firma el “nuevo presidente”, Mariano Rajoy quien agradece a Madrigal los “servicios prestados”. ¿Y ahora qué?.

El ratificado ministro de Justicia, Rafael Catalá, tiene sobre la mesa el nombramiento. Existe la posibilidad de volver a designar a Consuelo Madrigal, que desempeñaría el cargo por cuatro años más. Fuentes próximas al Departamento señalan a Diario 16 que la política continuista que pretende mantener Rajoy para este mandato indica que Madrigal “repetirá”. Aún así, no se descartan otras opciones.

En la hoja de servicios de Madrigal al frente de la Fiscalía General del Estado hay un importante “debe”. Los últimos enfrentamientos en el seno de la carrera. Sobre todo entre las áreas de Anticorrupción y la Audiencia Nacional, o, lo que es lo mismo, Antonio Salinas y Javier Zaragoza. Ambos han mantenido serias discrepancias a la hora de acometer la investigación de casos emblemáticos en materia de corrupción. Y a todo ello hay que sumar la posición “neutra” del teniente fiscal, Alejandro Luzón, el cual ha simultaneado su cargo al frente de la secretaría técnica con algunos casos que tiene pendientes como Afinsa, tarjetas black de Cajamadrid, y Fórum. Luzón ha intentado traspasar a sus compañeros algunas de estas actuaciones, incluso en fase de juicio oral. Pero no lo ha conseguido. Y afrontar dos tareas como son el gabinete técnico y la representación del Ministerio Público es demasiado. El resultado es evidente. El que mucho abarca poco aprieta.

Además de Consuelo Madrigal hay dos nombres más que suenan en las quinielas. Fernando Grande-Marlaska es presidente de la Sala de Lo Penal de la Audiencia Nacional, y vocal del Consejo General del Poder Judicial, y José Ramón Navarro es presidente de la Audiencia Nacional. Ambos optan a un cargo, este de la Fiscalía General del Estado, de mucha relevancia pública pero que “quema” muchísimo por las críticas que recibe su titular por su estrecha vinculación al Gobierno.

En cualquier caso, este no va a ser el único nombramiento relevante que se debe producir en las próximas jornadas. Además de los segundos niveles ministeriales, hay que tener en cuenta que el Gobierno piensa negociar la renovación de cargos institucionales para ofrecer consenso en la materia. Vocales de la Comisión de Mercados y Competencia, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, presidente de la Corporación RTVE, incluso vocales del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional. El “baile” comienza esta misma semana.

1 COMENTARIO

  1. pues si no va a ser la misma, sera mu parecida porque me parece a mi que encontrar otra u otro tan sumiso y fiel e incondic ional a los mandatos pperos va a ser dificil

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