Renovación, regeneración y juventud. Eran tres de los términos que se barajaban para caracterizar el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, pero el comunicado emitido por Moncloa poco antes de las 19 horas de la tarde, ha reflejado que el nuevo Ejecutivo continúa con caras ya conocidas y con otras nuevas, pero nada jóvenes ni regeneradoras.
Y en esas quinielas de regeneración estaba Javier Maroto. El vicesecretario del PP en el País Vasco representa la nueva imagen del partido, capaz de sintonizar con los sectores más jóvenes y colectivos sociales. Ha sido alcalde de Vitoria entre 2011 y 2015 cuenta con una gran capacidad para llegar a acuerdos con los grupos de la oposición. Algo que, desde luego, es imprescindible para poder llegar a acuerdos, pactos y aprobar leyes y reformas durante los próximos cuatros años.
El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, y la vicesecretaria de Estudios y Programas popular, Andrea Levy, dos de las caras más jóvenes y más comunicadoras del PP también se quedan fuera. No solo tiene mayor capacidad de diálogo, sino que han sido llamados a renovar un partido marcado por la corrupción.
No obstante, no parece que les haya molestado mucho quedarse fuera del Gobierno. Casado decía en Twitter: “Enhorabuena al nuevo Gobierno. Volvemos a tener un gran equipo para seguir mejorando España. Desde el @PPopular será un honor apoyar su labor”. Mientras que Maroto escribía: “Un gran equipo para un momento de oportunidad histórica. Todo el apoyo desde @PPopular Todos a una”.
Si la media de edad no baja, la continuidad en sus políticas, especialmente económicas, son lo más destacable de un nuevo gabinete que no cambia la estructura, aunque añade seis caras nuevas y se despide de tres polémicos ministros: los hasta ahora ministros de Exteriores e Interior, José Manuel García-Margallo y Jorge Fernández Díaz. Pedro Morenés, de Defensa, también abandona el Ejecutivo.
