Según pasan los días desde aquel lejano veinte de diciembre, cada vez oigo más alto a la Lupe su canción.

Como si de una película de Almodóvar ​se tratase, voy viendo pasar a cada uno de los actores interpretando su papel. Este fin de semana se celebra la gala de los Goya, y aquí les presento mis nominaciones.

La endiablada distribución de los escaños hace imposible la conjunción que garantice un gobierno estable. Porque aunque se tragasen sus palabras, sus líneas rojas, su arrogancia, les queda la terca realidad de la cámara del Senado, donde el Partido Popular goza de mayoría y tiene el as en la manga de poner freno a cualquier propuesta que pudiera salir del Congreso. Todos, absolutamente todos, saben que no queda más remedio que convocar unas elecciones anticipadas. Desde el mismo día 21 fueron conscientes de que con todo lo que ha ocurrido en los últimos años, con todo lo que cada uno ha dicho durante la campaña electoral, resultaría prácticamente imposible sumar lo suficiente como para sacar adelante el país del atolladero en el que nos han metido.

El PP se escabuye entre bambalinas, con la cooperación necesaria del ciudadano Felipe, que le ha permitido lanzar una bomba de humo. Efectivamente, le hizo una oferta, no una propuesta, y así las cosas, Mariano ha podido decir aquello del «hoy no, mañana!» dándole carta blanca para jugar al «pasa tú, Pedro, que a mi me da la risa».

​Mientras el fango sale a borbotones por las costuras del Partido más imPopular, el CIS se permite la licencia de publicar una suerte de encuesta donde viene a decirnos que, por si teníamos dudas, el pueblo español sufre un extraño síndrome de Estocolmo. Parece haberse enamorado de su secuestrador y nos informan de que, según sus estudios (un organismo que goza de tanta independencia a día de hoy como la RTVE), los compañeros de Bárcenas, Raato, Rita, Mato, Fabra y compañía todavía tendrían más votos si se hicieran ahora unas nuevas elecciones. (Es necesario decir que esta encuesta se ha realizado antes de estallar la Valencia popular por los aires, pero en cualquier caso, sigue siendo alarmante que aún no hayamos escarmentado y seguramente a pesar de los escándalos continuos, haya gente que siga votándoles.)

Su papel en esta obra está ya claro: aparentar que son legales, que están muy sorprendidos. Que a pesar de no parar de salir casos de corrupción a la luz, ellos siguen defendiendo que son casos aislados (cuando en realidad los casos aislados son los de la gente honrada que ya no sabe por qué milita en ese partido) y dejar pasar toda esta bola tratando de salir lo menos despeinado posible en la foto. Y como nadie quiere apoyarles, hacen de su necesidad virtud y ceden el paso para que los demás vean que lo tienen todavía más difícil que ellos, tan presuntamente corruptos y recortadores. Se trata de interpretar el papel de los garantes del orden y la ley, que saben esperar y dejan pasar educadamente a los demás, para que cuando los números no cuadren y haya que convocar elecciones, la culpa no sea suya.

Tienen todas las papeletas para llevarse el Goya al mejor guión adaptado.

El PSOE, por su parte, aparece en la escena como el héroe del cuento. Se ha puesto su disfraz de talante (ahora ya no hablan de populistas que se vestían de seda intentando arrancar forzados aplausos) para tratar de demostrar que son los únicos que pueden aportar la estabilidad, la cordialidad y la centralidad necesaria. Donde dijeron «digo» ahora dicen «diego» y no pasa nada. Ahora ya no estamos en campaña, así que se trata de ser cordial, se acabaron aquellos gritos desesperados de un Sánchez histérico en los mítines. Hoy es el momento de la cordialidad, la sonrisa y las lecciones de elegancia. Claro que sí. No vaya a ser que les echen la culpa de haber sido los causantes de la desfragmentación de la izquierda, del reforzamiento de un partido popular -presuntamente- corrupto. Se trata de demostrar que son los chicos buenos responsables que hablarán con todos y propondrán absolutamente de todo, para que cuando los números no cuadren y haya que convocar elecciones, la culpa no sea suya.

Pedro Sánchez sin duda es el mejor preparado para el Goya a la mejor interpretación masculina de reparto. Sabemos que quería el del protagonista, pero esta vez no podrá ser.

Podemos no queda lejos de la bipolaridad socialista. Han tenido que jugar a ser la bruja del cuento atizando a todas partes con su escoba, pero sobre todo al PSOE, y ahora aparece a ofrecer una manzana envenenada con la mejor de sus sonrisas. Le ofrece a Sánchez la Presidencia de Gobierno cuando en realidad lo que querría es cortarle la cabeza (metafóricamente hablando, claro). Dicho de otro modo: su papel en este teatro es mostrarse lo más conciliadores posibles, para que cuando los números no cuadren y haya que convocar elecciones, la culpa no sea suya.

Pedro Sánchez sin duda es el mejor preparado para el Goya a la mejor interpretación masculina de reparto. Sabemos que quería el del protagonista, pero esta vez no podrá ser

Se han ganado sin duda el Goya al mejor montaje y a los efectos especiales.

Ciudadanos, el actor secundario que pretende aprovechar el cameo para lanzarse a por el Goya como actor revelación. Sigilosamente en un segundo plano, el chico bueno agazapado que nunca ha dicho una palabra más alta que otra, aparece ahora bien peinado, perfectamente vestido, para encender la luz y mostrar el camino hacia la concordia. Saben de sobra que, de haber elecciones, lo más probable es que desaparezcan y por eso intentarán hacer el menor ruido posible facilitando al máximo el entendimiento, porque como el lector ya sabe, lo que quieren demostrar es que la culpa no será suya.

Por mucho que deseemos un gobierno de cambio y de progreso, me temo que las cuentas no salen, a no ser que haya un gran pacto entre el PSOE y el PP, por activa o por pasiva y es evidente que todos los actores lo saben y simplemente están interpretando su papel como antesala de unas nuevas elecciones. Y es que esto ya no es política, sino como cantaba la Lupe, «puro teatro». Ojalá me equivoque y nos ahorremos el bochornoso episodio de demostrarle al mundo que no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo.

7 COMENTARIOS

  1. Buen artículo. Pedir un mes de plazo para acordar un gobierno me parece un exceso, no hace falta aparentar tanto dramatismo. Evidentemente es Sánchez el que más se juega, repito Sánchez, no la izquierda o la ciudadanía. Si no fuera así hubiera dimitido inmediatamente tras conocer los resultados electorales, y Rajoy tres cuartos de lo mismo.

    Si hay nuevas elecciones estos dos deberían irse antes.

  2. Qué artículo tan brillante, logra arrancarnos una sonrisa a pesar de la situación tan dramática por la que estamos pasando.
    El artículo sí que merecería un Goya , y no ninguno de nuestros políticos en activo, que quizás tendrían más futuro si en verdad se dedicarse profesionalmente al teatro y dejaran de mentirnos diciendo que son capaces de gobernarnos a llevar el barco de nuestra nación a un buen puerto.
    Mi aplauso.

  3. Todo ello se puede concluir diciendo, que no tenemos hombres de Estado, son políticos de partido y malos y por lo tanto incapaces de llegar a un gran pacto que es lo que este país, España, necesita.
    Ojalá me equivoque y me tenga que tragar mis palabras, estaría encantado de hacerlo.

  4. No acabo de entender si quiere que nos pongamos de acuerdo, o que NO nos pongamos de acuerdo o todo a la vez, que parece que es lo que quiere criticar, pero no hay quien entienda por dónde salimos de ésta.
    A lo mejor es que no tiene ni idea de como solucionar el asunto, y sólo quería describir el problema. Pues recuerdo una máxima de asertividad. «Si te presentas preocupado por un problema, e intentas asustar, pero no apuntas mínimamente una solución, entonces es que tú eres parte del problema».

  5. Es falso que la mayoria del PP en el Senado pueda frenar las leyes que salen del Congreso. Se puede gobernar perfectamente sin controlar el Senado que lo unico que puede hacer es retrasar la aprobacion de las leyes unas cuantas semanas.

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