El pasado sábado el programa FAQS de TV3 retransmitió la celebración de una mesa redonda con las parejas de los encarcelados por su participación en el Procès. Al programa asistió el cuñado del líder de ERC Oriol Junqueras, Francesc Riera, que aseguró que a día de hoy el expresidente, Carles Puigdemont, no ha efectuado desde Bruselas ni una sola llamada telefónica a la esposa del exvicepresidente para interesarse por su situación personal en la prisión de Estremera en la que se encuentra recluído desde hace ya 100 días.
Riera ha reconocido que esta situación le ha «sorprendido bastante tratándose de su vicepresidente”.
No es la primera vez que desde el entorno del líder de ERC se hace saber esta circunstancia, a pesar de que Puigdemont ha lanzado a través de las redes sociales diferentes mensajes de apoyo e incluso de estima, a los dirigentes independentistas encarcelados, entre ellos a Junqueras.
El resto de participantes en la mesa, las mujeres de Joaquim Forn, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, han explicado que en sus casos sí han recibido algún tipo de comunicación por parte del expresidente ahora en Bruselas.
Por su parte, la mujer de Junqueras no ha asistido al programa con el resto de parejas ya que, desde el encarcelamiento del exvicepresidente, ha decidido llevar una vida más alejada del foco mediático.
.@cescriera22: "És sorprenent que no l'hagi trucat perquè ell és el seu vicepresident." #FAQSchirigotaTV3 ▶ https://t.co/RlHoNrizhz pic.twitter.com/HYdgAXKEop
— Preguntes freqüents (@FAQSTV3) February 10, 2018
La política es salvaje cuando esta cuestionada mediante la cárcel. Puigdemont no quiere saber nada de Junqueras no sea se convierta su apoyos flamencos en rutas hacia las cárceles españolas. Y los políticos son así. Este señor de orígenes andaluces se cuestiona en Cataluña la independencia y en Bruselas su Presidencia en el exilio. Llamemos al orden a Bélgica y Comunidad Europea porque sentimos que los eurodiputados son personajes de ficción con buenos sueldos mediante nuestros impuestos porque, desde luego, Bruselas está mirando para otro lado sin importarle las consecuencias.