Susana Díaz hará hoy una demostración de fuerza en su acto de presentación de candidatura a la Secretaría General del Partido Socialista y para ello se hará acompañar de los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero además de otros dirigentes históricos del PSOE como Alfonso Guerra o Alfredo Pérez Rubalcaba. Es decir, que se acompañará de todos los referentes del pasado del partido, de quienes han gobernado o de quienes han tenido responsabilidades de gobierno. La presencia de estos antiguos dirigentes es una demostración clara del camino que tomaría el partido si la sevillana ganara. Ella misma afirmó que había que recuperar el proyecto ganador de los dos expresidentes: «¿Qué pasó en el 79 en este país? En el 79 se sembró y en el 82 llegó Felipe. ¿Qué pasó en mi tierra? Que los ayuntamientos se pusieron en pie el 28 diciembre para conseguir la igualdad con otros territorios. ¿Qué pasó en 2003? Pues que España se asfixiaba con un presidente que no escuchaba y quitaba libertades y la voz a la gente. En el 2003 ganamos las municipales y en el 2004 llegó Zapatero. Estoy convencida de que cuando este partido se apoya en su fuerza, sus alcaldes, no falla, siempre ha sido así».

Dirigentes que apoyan a Susana Díaz, como el alcalde de Vigo, Abel Caballero, han incidido en esta postura de recuperar el modelo de PSOE de Felipe González o de Zapatero: «Quiero que el PSOE recupere la senda de Felipe, la senda de Zapatero, un gran partido hegemónico, capaz, que sea primera fuerza y que gobierne España».

Por el otro lado, tenemos a Pedro Sánchez. Lo que el último Secretario General puede ofrecer al PSOE ya es conocido por todos: egocentrismo, culto a la personalidad, gestión autoritaria del partido y mucha demagogia. En esta pre campaña de las primarias Sánchez ha querido presentarse como la voz de la militancia, el que no depende del aparato, el rebelde que se enfrenta a los líderes del partido, el líder que va a devolver la organización a las bases, el único que tiene un proyecto real de izquierdas, etc. Mucha verborrea, muchas palabras bonitas pero que encierran un interés personal que no va más allá de la letra de su DNI porque la única ideología que defiende Pedro Sánchez es Pedro Sánchez. No busquen más allá. Sus hechos le han delatado a lo largo de los años que ocupó la Secretaría General del PSOE.

Sánchez ha sido, quizá, el peor de los secretarios generales socialistas de la historia. Su arrogancia le llevó a imponer por la fuerza a candidatos que no habían sido elegidos por los militantes, tal y como ocurrió en la Comunidad de Madrid, en Murcia, Ávila, Vitoria. Los resultados electorales son un claro ejemplo de sus fracasos muy a su pesar de que él los llegara a calificar como «históricos». Su proyecto estuvo —y está— tan basado en sí mismo que cuando tuvo que dimitir tras intentar dar un «Golpe de Estado» saltándose todos los acuerdos adoptados por el Comité Federal sus más firmes aliados le abandonaron. En este aspecto son destacables los casos de César Luena, Óscar López, Sara Hernández o Antonio Hernando, por citar algunos, pero hay más.

El ex Secretario General, además, es el único político español que ha sido capaz de afirmar al Jefe del Estado que estaba en condiciones para formar gobierno y no ser cierto. También fue capaz de traicionar a todos y cada uno de los dirigentes socialistas que le apoyaron en las primarias que ganó con toda la legitimidad que da el respaldo de las bases. Estos dos hechos demuestran lo afirmado anteriormente: Pedro Sánchez es de Pedro Sánchez, de nadie y de nada más.

Por otro lado, Pedro Sánchez afirma ser la voz de la militancia cuando, en realidad, es la voz de sí mismo y utiliza a las bases como escudo humano para alcanzar sus objetivos personales. El apoyo que está recibiendo por parte de la militancia no viene de que ésta apruebe su proyecto sino que es consecuencia de la reprobación hacia todo lo que representa Susana Díaz. Si el candidato que se enfrentara a la Presidenta de la Junta de Andalucía hubiera sido otro, éste recibiría el mismo apoyo.

El tercer candidato, el ex Lehendakari Patxi López, es el que más desapercibido está pasando a pesar de que cuenta con el apoyo de importantes dirigentes. El problema que tiene López es que las primarias se han focalizado en un duelo Díaz-Sánchez y que su propia candidatura es mal vista por los partidarios de uno y otra por la sospecha de que se haya presentado es una estrategia para restar votos a los candidatos más fuertes.

El problema del PSOE es mucho más profundo que tal o cual candidato. El problema del Partido Socialista es un problema de identidad y de pérdida de credibilidad frente los ciudadanos. Al igual que le está ocurriendo a todos los partidos socialdemócratas tradicionales, la ciudadanía les ha dado la espalda porque ya no tienen soluciones válidas que ofrecer ni son el muro de contención de las estrategias de los partidos conservadores. Por eso la socialdemocracia es una ideología muerta.

La realidad es que el PSOE no ha sabido adaptarse a este nuevo tiempo político. El Partido Socialista de Felipe González ya no va a volver porque la realidad sociopolítica de España es diferente y porque el escenario mundial es totalmente distinto. Ha llegado el tiempo de que si la izquierda quiere sobrevivir a la ofensiva de los partidos conservadores, de las élites y de los mercados debe olvidarse de la hegemonía para pasar a la unidad. Ha llegado el tiempo de los frentes populares. El PSOE no se ha enterado de que los viejos proyectos ya no funcionan a causa de la ofensiva neoliberal de los partidos conservadores y de las élites económicas que quieren someter la política a la economía, además de intentar destruir el Estado del Bienestar para favorecer el libre mercado. Hay que renovarse o refundarse y recuperar valores que se han perdido con el paso de los años y por el tiempo que se ha permanecido en el poder. Hay que buscar el modo de volver a acercarse a la ciudadanía de a pie, a esa ciudadanía que se siente abandonada por el proyecto socialista o que no encuentra solución a sus problemas con lo que propone el PSOE.

La marca PSOE, si nos manejamos en términos de marketing, está muerta porque no tiene el respaldo de la ciudadanía. Ahora mismo, si el PSOE presentara un programa con medidas como, por ejemplo, subida inmediata del Salario Mínimo Interprofesional a 2000 euros al mes, seguiría perdiendo votos. Han sido tantas las traiciones al pueblo español perpetradas por gobiernos socialistas que se ha perdido algo que es fundamental para un partido político: la confianza.

Los años en el poder provocan que las organizaciones políticas progresistas se vayan alejando de sus ciudadanos por el mimetismo con las élites de todos los ámbitos. El PSOE debe plantear un debate ideológico donde se ponderen los valores socialistas por encima de todo, valores que, por mucho que haya personajes que quieran modificarlo con vías como el «socialismo pragmático» de líderes como Manuel Valls o Matteo Renzi. Volver a los valores socialistas no es radicalizarse sino ser coherentes con el espíritu del partido porque el hecho de que el PSOE haya querido hacerse con ese espacio político utópico del «centro» lo que ha traído es una indefinición que ha tenido como traducción el abandono de la confianza en los socialistas por parte del pueblo español.

El Partido Socialista necesita una reflexión más seria que vaya más allá de los nombres porque ni Susana Díaz, ni Pedro Sánchez ni Patxi López representan lo que el partido necesita: una refundación como la que ya vivió en los años 70. Fue ahí cuando Felipe González —entonces Isidoro— afirmó que «hay más socialismo fuera del partido que dentro». Eso es exactamente lo que está pasando en la actualidad. Los ciudadanos ven al PSOE como un pieza más del engranaje del sistema y eso tiene consecuencias como las que estamos viendo en otras partes del mundo.

Tanto Susana Díaz, como Pedro Sánchez, como Patxi López son un verdadero problema para el PSOE y, lo peor de todo, es que uno de ellos es quien lo va a liderar a partir de este verano. Susana tiene un proyecto cimentado en algo que no va a volver porque la socialdemocracia que defendieron en su tiempo González o Zapatero es un sistema ideológico que está muerto porque no ha sabido reaccionar a los movimientos globales que tanto afectan a la gente. Pedro Sánchez representa una arrogancia, un egocentrismo y un proyecto personalista que, precisamente, no es lo que necesita el Partido Socialista. Patxi López, en parte, es un engranaje más del aparato del partido y el hecho de que tanto desde la candidatura de Sánchez como desde la de Díaz le vean como una bisagra para restar votos y avales hace que no sea alguien querido ni por los que dicen representar a la militancia como las que están avaladas por el aparato y por los «jarrones chinos».

Aunque parezca mentira, el PSOE tiene banquillo más allá de unos titulares que serán los sepultureros del partido. Pienso en Patricia Hernández, quien fue Vicepresidenta de Canarias hasta que el PSOE rompió el pacto de gobierno con Coalición Canarias y cuya ideología progresista y orientada a las personas se vio reflejada en las medidas de defensa de los derechos de los trabajadores o en las leyes de amplio impacto social que implementó durante el tiempo que ocupó un cargo en el gobierno insular. Pienso en Soraya Vega quien, a pesar de su juventud, ha demostrado que se puede estar en el centro de los movimientos de la sociedad civil, en la defensa de los derechos de las mujeres y de moverse entre la ciudadanía para escuchar sus necesidades e intentar dar soluciones por su amplia experiencia en la política local. Pero también pienso en alguien joven y que actualmente tiene responsabilidades de gobierno: Emiliano García Page, quien podría aportar su experiencia en el gobierno de una Comunidad Autónoma como Castilla La Mancha y su forma cercana de entender las relaciones entre los gobernantes y los gobernados.

Ahora, ustedes piensen lo que quieran, pero España necesita a un PSOE fuerte, lo que no quiere decir un PSOE hegemónico de la izquierda. España necesita un PSOE que dé soluciones reales y, por desgracia, ninguno de los tres candidatos las pueden dar.

7 COMENTARIOS

  1. Discrepo totalmente con tu critica, Pedro Sanchez me defraudo cuando fue elegido secretario general y la primera medida que tomo fue apartar a sus oponentes, eso no es la integracion prometida, pero en los hechos acaecidos en el ultimo año, creo que las presiones de elementos como tu amigo Garcia Paje, Susana y Felipe entre otros, fueron las que evitaron que hiciera un acuerdo de gobierno progresista.
    Encuanto a los abandonos es muy viejo eso de que cuando el barco se esta undiendo las ratas huyen.

  2. Aunque yo he apoyado a pedro sanchez y pienso que lo que hizo susana diez en el comitoe federal de octubre el articulo es el mejor analisis que he leido sobre la situacion del psoe en muchos meses. el autor tiene toda la razon cuando dice que ninguno de los tres candidatos es lo que el psoe necesita. los socialistas necesitamos alguien joven y valiente que conozca la realidad y no piensa mas alla de sus intereses personales. me parece muy acertado que se nombre como alternativa a patricia hernandez porque representa la juventud, las ganas y siempre en sus intervenciones en el congreso ha tenido el valor de decir al gobierno lo que nadie le dice y sin ser extridente como alguna gente de podemos. tambien me gusto mucho la mencion a garcia paje porque creo que es un politico grandisimo que castila la mancha se le queda pequeño.

  3. Susana es la candidata del PP, del IBEX y de Cebrián para liderar el PSOE.
    Pedro es el candidato de los militantes, de los simpatizantes y de los votantes del PSOE.
    Y Patxi es el candidato de los despistados.

  4. Este articulo, esta hecho con mala leche y sobre todo el que sale mal parado es Pedro Sanchez, quien ha sido en estos cuarenta años de democracia el que mas ha demostrado, honradez, coherencia y valentia y mantener la palabra dada a los militantes y votantes socialistas de que no los traicionaria, como ha si a sido.
    Por otro lado el que este solo y le hayan abandonado sus compañeros y cargos en el partido, demuestra a lo que van a no perder su puesto y su poltrona, todo lo contrario que hizo Pedro Sanchez, que sin pensarselo dos veces dijo: Hasta aqui hemos llegado y partio de cero, renunciando a todo incluso a su sueldo, yo a eso le llamo coherencia y valentia, no se señor periodista como lo llamaran en el suyo. Por otro lado ya sabemos de que pie cojea la prensa en este pais, sean de izquierdas o derechas, lo primero la «LA VOZ DE SU AMO»

  5. el que escribió este articulo no puede decir que el psoe no cumplió su programa…hizo lo que le dejaron hacer los que mandan en este país, que son los medios de comunicación y los empresarios….y claro gobierna el pp que es el partido que menos cumplió el programa electoral de toda la democracia…. se ve el plumero a todos, peperos en la sombra…pedro sanchez dimitió y era el secretario general, y eso de que pedro saco los peores resultados de la historia de psoe no es coherente…en todas la comunidades estaban perdiendo votos el psoe por la herencia de zapatero, y además se tuvo que enfrentar a 4 partidos que podían optar a presidir el gobierno español, los demás secretarios socialistas solo era lucha contra el pp, no contra podemos y ciudadanos y pp….normal que bajara después de la herencia y de la igualdad de varios partidos más…

  6. Si la alternativa es Patricia Hernández… apaga y vámonos. Una señorita sin oficio ni beneficio, con una gestión pobre y que tras callar múltiples atropellos de CC, fue expulsada del Gobierno (por ella hubiera seguido siendo cómplice de las política liberales de la derecha Canaria).

    Comparto casi la totalidad del artículo, pero los dos últimos párrafos son para echarse a reír… si esos a los que nombra son el futuro del PSOE, o el autor no los conoce, o el partido está realmente muerto y sin esperanza de resucitar.

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