Los políticos todos con sus correspondientes grupos, en una cosa sí se ponen siempre de acuerdo y además por unanimidad (salvo por lo pronto Podemos y esperemos que no lleguen a decepcionar): en defender sus intereses personales y más concretamente los económicos, en lo referente no solamente a sus respectivos sueldos, también en lo que respecta a dietas, viajes, por regla general en 1ª. clase, haciendo realidad la celebre frase de José Montilla, cuando al día siguiente de perder la presidencia de la Generalitat taxativamente dijo: ”nos hemos alejado de los ciudadanos”, aunque esto no fue óbice para pasar de inmediato a formar parte de una institución costosa e inútil como es el Senado, que como tantas otras instituciones deberían ser disueltas: diputaciones, Consejo de Estado, consejos consultivos, tribunales de cuentas, Defensor del Pueblo y sus homólogos de nacionalidades y comunidades autónomas, etc. El coste del mantenimiento de todas éstas instituciones debe ser bastante considerable y fundamentalmente sirven, para colocar en puestos de privilegio a políticos profesionales de todos los signos.

Formaba parte del Comité Regional del Partido Socialista Canario –PSOE-, cuando en una de sus reuniones en 2008, hice una critica por la subida de sueldo del 10% que habían acordado los parlamentarios canarios, cuando ya la crisis afectando a los ciudadanos era una realidad.

Nadie de la ejecutiva ni ningún parlamentario tomó la palabra para contestarme oficialmente, y lo más probable es que les remordiera la conciencia. Sí lo hicieron en el pasillo dos compañeros parlamentarios y en líneas generales me vinieron a decir que lo habían hecho porque sus sueldos se habían quedado estancados. Les contesté que esa información o versión la tenían que haber dado cuando ateniéndome al orden del día, había hecho al respecto mi valoración política y así se podía haber abierto el correspondiente y necesario debate, para saber a qué atenernos y no seguir alejándonos cada vez mas de la ciudadanía, que con toda razón reprochan y rechazan este tipo de decisiones interesadas en lo personal de los políticos.

Encima cuando se les critica estos comportamientos se refugian los unos en los otros y como cacatúas repiten el mismo mensaje: ”los políticos españoles somos los peores pagados de Europa”. Como si los ciudadanos estuviéramos al corriente y supiéramos lo que ganan los de otros países y en el caso de que se comparen con: los alemanes, noruegos, franceses, daneses, belgas, suecos, holandeses, etc..,  sería lógico, y es que el nivel de vida de éstos países es mucho más elevado que el nuestro y lo mismo ocurre poniendo ejemplos profesionales con: carpinteros, mecánicos, dentistas, ingenieros, profesores, etc.., que ganan más que sus homólogos españoles.

Cuando se produjo el incidente de la vicepresidenta del gobierno Soraya Saenz de Santamaría, aparcando su coche oficial en un carril bus obstaculizando el tráfico en la Gran Vía, para ir a comprar en un comercio de bajo coste, debido a las lógicas y razonables críticas que recibió de la ciudadanía, Esperanza Aguirre hizo declaraciones en su defensa, argumentando que por el bajo sueldo que percibe le obliga comprar en ese tipo de establecimientos. Significar que solo el sueldo (aparte tiene dietas etc.) de la Vicepresidenta del Gobierno es de 74.221,20 euros y el de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid de 94.758,20 euros.

Si se quejan tanto de que ganan poco, la pregunta que hay que hacerles a los pobrecitos políticos es, entonces……  ¿por qué se dan puñaladas entre ellos para entrar en las listas y ocupar los puestos en las instituciones? y…… si es así….. ¿Por qué se perpetúan y profesionalizan como políticos para vivir toda la vida de sus cargos públicos?.

Esta es la peor lacra que tiene la Sociedad y que lo condiciona todo por su profesionalización, y es que salvo muy pocas y honrosas excepciones, la gran mayoría de las personas que se meten en este mundo profesional de la política, si llegaron a tener sensibilidad social la han perdido y se dedican a luchar más por sus intereses personales y a preservar sus cargos y no a defender los intereses generales o colectivos de los ciudadanos.

Haciéndolo bien, nadie debería estar viviendo de la política más de 16 años y en un mismo cargo un máximo de 8 años. Por supuesto no se puede ostentar mas de un cargo institucional y si compatibiliza uno de éstos con otro orgánico-político interno de su partido, para no ser juez y parte, deben ser a diferentes niveles. Y desde luego al salir de la vida política profesional, que su influencia no la pueda seguir ejerciendo para,  por mediación de “las puertas giratorias”, pasar a formar parte de los consejos de administración de multinacionales, con las que en la mayoría de los casos han estado relacionados cuando ejercían de políticos.

Mientras no se regule todo esto por ley y que ésta sea inflexible, seguiremos pagando las consecuencias de aguantar cada vez más, a muchos políticos indeseables y los daños que producen.

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Militante de los sindicatos ingleses (Trade Unions) desde 1971 y hasta mi regreso de Londres en 1976. Afiliado a la UGT y al PSOE en Londres desde junio de 1972. Cofundador y coordinador sindical de la F.A.E.E.R.U. (Federación de Asociaciones de Emigrantes Españoles en el Reino Unido). Fundador de la cooperativa de servicios PAILARCA (Pablo Iglesias-Largo Caballero). Miembro de los dos primeros comités regionales del Partido Socialista Canario -PSOE- 1977-1985 y por esas mismas fechas, miembro de las primeras ejecutivas insulares de Gran Canaria del PSOE y de la UGT. Cofundador en 1980 de Izquierda Socialista y su coordinador en Gran Canaria hasta 1989. Miembro del primer Consejo Federal de la Emigración del PSOE. Presidente del 1er. Comité de Empresa por la UGT del Hospital Materno Infantil de Gran Canaria. Concejal de deporte y de los distritos: Isleta, Santa Catalina y Guanarteme del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, legislatura 1983.1987. Miembro de la Comisión Permanente de Deporte de la FEMP (Federación Española de Municipios y provincias) y del pleno del CSD (Consejo Superior de Deporte). Cofundador en 1991 de la Fundación Juan Negrín y su secretario durante 23 años (hasta 2014).

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