Rubén Ranz y José Manuel Nogales / Foto de Agustín Millán.

Rubén Sanz y José Manuel Nogales viven un tormento, después de que la Fiscalía pidiera para ellos siete años de cárcel por participar como piquetes en la huelga general de 2012. Tienen la noche de su entrada en los calabozos grabada a fuego en su memoria. Y trasmiten a Diario16 sus sensaciones de aquella detención en la que, entre otros, coincidieron en los calabozos con el actor Willy Toledo.

“Queremos recordar cómo la gente de nuestro sindicato, la UGT estuvo con nosotros hasta el final en las escaleras de los calabozos de Plaza Castilla.” Sabemos que gracias a sus tres abogados que tenían en este momento, eran los que más recibían atención en los calabozos. “Nos recibieron los compañeros de la UGT cuando salimos. Ese fue un momento muy emocionante, con mucha tensión, porque acabábamos de vivir una situación muy difícil de entender. Las emociones estaban a flor de piel y estábamos abrumados por la reacción de ver a los compañeros de UGT, después de haber aguantado un día de huelga General completo. Desde las 12 de la noche que habíamos estado de piquetes en Mercamadrid. Ver como ellos tienen que aguantar como nos detienen y nos agrede a nosotros y a otros compañeros. Ver a los compañeros que habían sido agredidos: Ángel, Dani, a todos los compañeros que en el piquete habían estado con nosotros y también les habían agredido, nos animamos al ver que estaban bien.”

 

En la misma celda que Willy Toledo

El último en llegar al calabozo fue Willy Toledo que estuvo en la misma celda que Rubén. Nogales estuvo en otra diferente. La situación de Willy Toledo era la más surrealista de todas. Él escucho en la radio como lo habían detenido por ser piquete en una cafetería de Lavapiés.

Willy Toledo aguanto toda la huelga y cuando llegó a su casa, al encender las luces, subió la policía. Le preguntaron que si era Guillermo Toledo y lo detuvieron. Pasó la noche en Moratalaz y luego le trajeron a los calabozos de Plaza Castilla, con Rubén y Nogales. Al actor le pidieron en aquel momento, tres años de cárcel y volvieron a decir la misma barbaridad que dijeron a «los dos de la Plaza de la lealtad«, que había gente que iba a ayudarle a huir del país.

Willy Toledo advirtió a Rubén en el Calabozo: “Las cosas no están bien. Me han pedido tres años, y a vosotros no creo que os pidan menos.” Nos sigue relatando Rubén Sanz: “Ahí empecé a tomar conciencia de lo grave de la situación. Saber que el fiscal era incapaz de mirarme a los ojos en todo momento. Una situación que a mí no se me olvidará: No podía comprender como me está pidiendo lo que estaba pidiendo.”

 

Cinco años de tormento, de impotencia, de no poder dormir

José Manuel Nogales explica a Diario16 que el pasado 28 de Marzo de 2017 se cumplen 5 años desde que les detuvieron y del día que salieron por la puerta de los calabozos. “Cinco años de tormento, de impotencia, de no poder dormir.” Si no fuera por la gravedad de la acusación, (la Fiscalía les piden 7 años de cárcel y una multa de 7.500 euros) lo incomprensible de los hechos que ocurrieron y la mala fe con la que actuaron los agentes, “podríamos decir que estamos celebrando cinco años de alegría. Pero es todo lo contrario. Han sido y siguen siendo, cinco años de mucho calvario. Esperamos, porque la esperanza no la perdemos, que el final sea un final positivo.

Para Nogales el único que puede desmontar toda esta barbaridad es el juez, y “tenemos la esperanza de que esto pueda ser así, porque de lo contrario sería bastante triste para nosotros y nuestras familias. Sería bastante grave vernos en una situación muy jodida y sin haber hecho ninguna causa para que eso fuese así”, manifiesta.

 

Juicio oral para junio

Nogales también recuerda para Diario16 que “Estuvimos en los calabozos de Moratalaz, aquí de la Plaza Castilla, como he dicho antes, todo siniestro. No estábamos acostumbrados a estas situaciones. Nos trataron como auténticos delincuentes.”

En los calabozos coincidieron con todo tipo de persona que habían sido detenidas por robo, tráfico de drogas “de todo lo peor que uno se puede imaginar y no estamos acostumbrados.” Nogales y Sanz son trabajadores que tienen cargos sindicales y siempre que han actuado de piquetes, lo han hecho de la forma más o menos respetuosa. Nogales explica, en este sentido, que después de casi 40 años defendiendo a los trabajadores, “nos acusan de atentar contra los derechos de los trabajadores”. A su juicio, “Si no fuera grave, la cuestión tendría gracia.”

Para Nogales se han cumplido cinco años. Lamentando todo este episodio por lo agresivo que ha sido hacia sus sentimientos y como ha dicho su compañero Sanz: “también lo están sufriendo la familia.” Ambos esperan que al final esto quede en una broma de mal gusto o en un susto.

«Los dos de la Plaza de la Lealtad»

1 COMENTARIO

  1. ¿Pero qué está pasando? los que manipulan y se llevan nuestro dinero, utilizando sus cargos públicos, no van a la cárcel, y éstos se pasan la noche en el calabozo

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