Los plazos se van cumpliendo con exactitud de reloj suizo. Tras abrir el Rey de nuevo la ronda de consultas para una nueva investidura, y después de que la gestora del PSOE haya allanado el terreno para que la abstención al PP sea una realidad, el ministro de Economía en funciones, Luis De Guindos, ha advertido que nuevos y duros recortes están a la vuelta de la esquina, tal y como espera Bruselas que España comience a aplicar cuanto antes para llegar a reducir el déficit público hasta el 3,1% del PIB. Esto se traduce en ajustes extras por valor de unos 5.000 millones de euros.

«Estoy confiado en que pueda haber un Gobierno antes de finales, muy finales de mes de octubre», aseguró De Guindos en la rueda de prensa celebrada al término del consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE celebrado en Luxemburgo, en la que dijo que sus colegas notan que «hay un cambio en el ambiente que posibilita la formación de Gobierno» para esas fechas.

El ministro en funciones recuerda que el Ejecutivo actual remitirá a Bruselas un borrador presupuestario sin cambios económicos con respecto a este año que registrará un déficit superior al 3,1% pactado con la UE pero que «cuyas cifras básicas» coinciden con el planteamiento de Bruselas.

La Comisión Europea exige a España que apruebe nuevos ajustes estructurales equivalentes al 0,5% del PIB, unos 5.000 millones de euros. Este esfuerzo, ha subrayado el ministro, no puede aprobarlo un Gobierno en funciones, por lo que corresponderá al nuevo Ejecutivo. Además, De Guindos ha defendido que la UE ha dado ha España «mucho más margen» que el que tenía con anterioridad para cumplir con el objetivo de reducir el déficit público por debajo del 3%, a la vez que ha recordado que en un principio el objetivo de déficit de este año debería haber sido del 2,8% y que con la nueva senda fiscal es del 4,6%. «Son cerca de 20.000 millones de margen presupuestario que posteriormente hay que distribuir entre las administraciones públicas, incluidas las comunidades autónomas», ha sostenido.

En cualquier caso, De Guindos no ha querido entrar a valorar qué reformas podrían aprobarse para cumplir con este planteamiento, como reducir el número de productos que se benefician de un IVA reducido, una de las propuestas del Ejecutivo comunitario. Tampoco ha aclarado el titular de Economía en funciones si seguirá en el cargo con el nuevo Ejecutivo o si la de este martes ha sido su última reunión del Ecofin.

El titular de Economía en funciones se mostró también «convencido» de que «tanto el PSOE, como Ciudadanos y el PNV comprenden cuáles son nuestros compromisos con Bruselas y que es muy importante desde el punto de vista de la credibilidad y nuestro compromiso con el futuro de la zona del euro, que el año que viene tengamos un presupuesto con un objetivo del déficit del 3,1 % del PIB». Dijo que los responsables de política económica de Ciudadanos y del PSOE «saben perfectamente que lo tenemos que hacer», y añadió que el PNV es también un partido «muy razonable en estas cuestiones».

De Guindos recordó que, en cualquier caso, primero el gobierno en funciones tiene que mandar antes del 15 de octubre un presupuesto sin modificaciones de política fiscal. «A partir de ahí es la formación del Gobierno y seguramente una de las cuestiones más importantes, la más importante, es la elaboración de un presupuesto real, que no sea meramente de inercia y creo que eso se haría relativamente rápido con una serie de negociaciones», añadió. No obstante, recalcó que el próximo Gobierno tendrá que ajustarse a la senda fiscal marcada por Bruselas, que exige a España reducir su déficit este año al 4,6 % del PIB -objetivo que, apuntó, se prevé cumplir-, el próximo al 3,1 % y el siguiente, al 2,2 %.

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