Nuestra última morada, un jardín de semillas

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Toda localidad, por muy pequeña que sea, cuenta con su cementerio. Pequeño o grande, es el lugar más emotivo de cada lugar, en él se puede descubrir la historia y conocer a los moradores del lugar. Las lapidas de los cementerios nos pueden contar muchas cosas, desde la evolución de la ciudad hasta los logros de sus “silenciosos habitantes”.

Los cementerios, lugares para el recuerdo, en unos casos con tristeza por la pérdida de seres queridos, en otros casos con la alegría y el honor de haber convivido con ellos, cada persona tiene su concepto de duelo. Pero los cementerios son mucho más. Son el legado, “la voz callada” de nuestros antepasados que nos enseñan la evolución de nuestra sociedad actual, donde podemos leer la historia grabada en piedra. Nuestro corazón está también en los cementerios.

Los cementerios cada vez son más visitados por las personas que quieren conocer la historia paseando por una enciclopedia en piedra, un museo de arte al aire libre. Muchos ayuntamientos españoles ya se han sumado a la acción internacional y muestran sus cementerios con orgullo y de igual forma los cuidan y protegen.

Pero si hay un cementerio que reúne “bajo el mismo suelo” a los hombres y mujeres más destacados en todos los sectores de la sociedad española (de la política, de la literatura, de la música, del arte…hasta del famoseo), donde nos brotan los sentimientos más altruistas, donde no se borra la historia, donde el arte reta a los años y las inclemencias climáticas, es cementerio es la necrópolis del Este de Madrid (Ntra. Sra. De la Almudena) y su especial cementerio civil

Desde la Asociación Cementerios y la asociación Fraternidad Cívica-Cementerio Civil queremos sumergirles cada semana en el interior de esta “otra ciudad” de Madrid, viajando del presente al pasado iremos conociendo a “sus habitantes” y al germen de sus semillas. A ellos y ellas del debemos mucho, pusieron su granito en la construcción de nuestra sociedad, algunos y algunas defendieron, hasta con su vida, los derechos que ahora gozamos. Cada semana iremos perdiendo los perjuicios y el miedo a estos recintos, aprenderemos a valorar las obras de arte anónimas y las de los conocidos como Benlliure o Barral, descubriremos el significado de sus símbolos, nos emocionaremos con sus historias, nos envolveremos en sensaciones y conocimientos. También hablaremos de Laicismo, de Memoria Histórica….de la vida misma y su final.

Mostraremos su estado actual. Más de 30 años de gestión privada en los cementerios municipales de Madrid han dejado esta necrópolis en un alarmante estado de abandono. El ayuntamiento ha recuperado hace un año la gestión de los mismos pero ¡hay mucho por hacer! Madrid no puede dejar “morir” lo que para algunos solo son “elementos protegidos” del cementerio, no solo por esa protección legal, sino por el deber moral e histórico de conservar “sus vidas” y esas joyas únicas e insustituibles para disfrute de generaciones venideras.

Luz Colombine decía: “Si hay algo más triste es morir dos veces, una cuando deja de funcionar nuestra envoltura corporal y la otra cuando nuestro nombre se borra hasta de nuestra lapida”

“Ellos y Ellas” merecen que recuperemos su voz. Para nosotros será un honor guiar a los lectores en este viaje virtual, esta vez con billete de vuelta.

¡Bienvenidos a la “última morada”!

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