España ha incumplido de forma incontestable su compromiso de acoger a 17.337 personas refugiadas antes del 26 de septiembre. La acogida de sólo un 11,4 por ciento de lo pactado, evidencia la falta de voluntad política del Gobierno de Mariano Rajoy.

La Red Solidaria de Acogida ha reunido a cientos de personas “para exigir la apertura de vías seguras y un cambio radical en las políticas de migración y asilo que condenan a la exclusión a miles de personas”.

Ayer terminó el plazo fijado para que España y el resto de Estados de la Unión Europea (UE) cumplieran con el compromiso asumido de acogida de personas refugiadas. En el caso de nuestro Gobierno, la voluntad política ha sido nula. La responsabilidad asumida: de las 17337 personas que debíamos acoger, apenas si han llegado poco menos de 2000.

Centenares de personas se reunieron ayer en la Puerta de Sol para recordar a los refugiados ausentes «que ya deberían estar en España», denunciando la falta de voluntad política ante esta tragedia.  En la concentración el portavoz de la Red Solidaria de Acogida, Pablo Sainz, convocante de la concentración, ha deniciado la falta total de foluntad política y el fragrante incumplimiento de la responsabilidad en la acogida: «Hemos demostrado en miles de ocasiones la voluntad de la sociedad civil» manifiestan desde la plataforma, y señalan que no se puede permitir que ningún ser humano viva «en condiciones tan míseras»

En la concentración “NO ESTÁN AQUÍ”, se ha contactado con diferentes refugiados por video conferencia. Desde los campos de refugiados, miles de personas se encuentras encerradas ante la mirada de indiferencia de los gobiernos europeos. Los refugiados contactados han denunciado “que no hay seguridad, que no pueden ir a los colegios porque están a horas de distancia, la situación es de extrema pobreza viviendo entre ratones y serpientes, casi sin comida”.

Entre las personas contactadas está una refugiada siria en Grecia, que vive allí con su hijo: Nos cuenta como su viaje fue de mucho sufrimiento. “Estuve meses en un campo de refugiados.  Las condiciones eran denigrantes y atroces. Después de cinco meses, conseguí viajar a Atenas. Aquí llevo un año y ocho meses esperando que se decida mi suerte».

La refugiada y sus hijos “espera” que el gobierno de Noruega le apruebe su solicitud de refugiada para poder trasladarse. «Pero no podemos quedarnos aquí, la Policía nos echa de unas casas a otras y he perdido todas las pertenencias que tenía. Solo estamos huyendo de la guerra y lo único que pedimos es un sitio donde vivir. No tenemos futuro y sentimos que nadie nos quiere» denuncia”.

También han sido contactados varios refugiados afganos y sirios, que nos han relatado las penalidades de su vida en unos campos deberían ser provisionales, pero por la voluntad política de no hacer nada, se han convertido en permanentes. Hombres jóvenes que desean un futuro para ellos y sus familias.

La Red de Solidaridad nació en 2015 cuando se nos juntamos 250 personas en una primera reunión para ver cómo podían ayudar en esta crisis humanitaria. A los pocos días se enteraron que había personas solicitantes de protección, que estaban durmiendo a la intemperie tras llegar a la estación de Méndez Álvaro. Organizaron un dispositivo que dio alojamiento para 130 personas en la primera semana. En la segunda semana sucedió lo mismo. Ahora continúa con la labor de denuncia política, por que deben ser la administración y no la sociedad civil, quien debe dar asilo a estas personas.

La Red de Solidaridad intenta cubrir los huecos que quedan vacíos cuando la oficina de atención al refugiado se demora en conceder las citas, a veces durante meses. Durante ese tiempo, los solicitantes no tienen ningún tipo de cobertura. Quedan en situación de vivir en la calle, entonces es la Red de Solidaridad la que ayuda a las personas pagando el alojamiento a personas que se quedan fuera del sistema «excluyente» de asilo y no tienen dónde vivir.

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