jueves, 18abril, 2024
25.1 C
Seville
Advertisement

No comerás sin sentirte culpable

Miguel Ángel Ignacio Cubero
Miguel Ángel Ignacio Cuberohttp://psignaciocubero.wix.com/psicoengranaje
Psicólogo. Máster en Psicología Clínica de Adultos y Experto en Dirección de Recursos Humanos y Orientación Profesional y Mediación Familiar.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Este título se corresponde con el 4º de “Los 10 Mandamientos de Ana”, un decálogo que pretende guiar a las personas con Anorexia – a la que llaman Ana – en su pérdida de peso constante y la restricción alimentaria. Es un trastorno que padece alrededor del 4,5% de los adolescentes, sólo en España.

La Anorexia fue el primer Trastorno de la Conducta Alimentaria que se describió clínicamente, teniendo que remontarnos hasta 1689 para ver los primeros estudios sobre este trastorno.

Se han documentado casos de esta enfermedad desde los tiempos de la Edad Media, relacionándose con la religión (“santa anorexia”) que defendía el ayuno como una meta espiritual y la forma de llegar a Dios. Lo cierto es que las personas – sobre todo, mujeres – que morían a consecuencia de la inanición eran beatificadas.

Teniendo en cuenta esto, la idea de que es un trastorno que está únicamente relacionado con la sociedad actual, el mundo de la moda o el deporte o la presión social hacia el cuerpo delgado, etc… pierde su sentido.

Pasaron los años y los siglos y los estudios fueron haciendo evidentes otros rasgos del trastorno y se le fue cambiando el nombre hasta llegar a lo que conocemos hoy día bajo el nombre de Anorexia Nerviosa.

Centrados en lo que nos encontramos en el siglo XXI, vamos a ver que la edad de inicio del trastorno ha bajado hasta los 10 años de edad, siendo la edad crítica entre los 15 y los 19 y, de nuevo, se encuentra un aumento en personas de mediana edad (alrededor de los 40 años) que desarrollan la enfermedad.

Sí es verdad que sigue afectando a más mujeres que a hombres; sin embargo la relación se va igualando. Actualmente, de cada 10 pacientes, 3 son hombres y 7 son mujeres.

Habría que destacar que, históricamente, se ha asociado este trastorno al sexo femenino, por lo que no se contaba con pacientes masculinos en los estudios e investigaciones. De esta forma, uno de los criterios – todavía en la actualidad – para su diagnóstico es la existencia de amenorrea (o pérdida del ciclo menstrual durante 3 meses consecutivos).

El inicio de la enfermedad está asociado a factores biológicos, sociales y psicológicos. No se ha establecido una diferenciación clara entre estos, aunque los medios de comunicación se han encargado de poner todo el peso en los factores sociales y contribuido a crear una serie de ideas sobre la enfermedad que no son ciertas, como la idea de que son personas que quieren adelgazar a toda costa para adaptarse a la norma social, estar delgadas y verse guapas (ya que se centran, casi en exclusividad, en las mujeres). Quizás esto es algo que está presente al inicio del trastorno, pero no es lo que lo mantiene ni lo agrava.

Los pacientes con Anorexia tienen miedo y, quizás, eso sea lo que más les caracteriza: excesivo miedo a engordar. Este miedo les lleva a desarrollar una serie de conductas de control de lo que comen, las calorías que queman y, en general, se podría decir que se pasan el día calculando las cantidades de todo, incluido su peso.

Son personas excesivamente perfeccionistas, perciben el mundo como si todo dependiera de ellos y, por tanto, necesitan tener el control y que todo salga como quieren o, más bien, como necesitan. Su forma de control está en su peso. Si engordan todo va mal, se descontrolan y aparece la sintomatología ansiosa y/o depresiva. Todo ello viene acompañado de una baja autoestima y personalidad obsesiva.

Poco a poco, conforme el trastorno se va asentando aparece la distorsión de la imagen corporal: siguen viéndose “gordos” aunque se peso esté por debajo de lo que se considera normal.

Realmente se ven gordos.

anorex1Nuestro cerebro guarda una imagen de todo aquello con lo que normalmente se relaciona; de esta manera, no tiene que procesar constantemente todo lo que nos rodea. Lo que hace es proyectar eso que ya conoce y sólo vuelve a procesarlo cuando percibe un cambio significativo. Lo mismo hace con la imagen que tenemos de nosotros mismos. Esta imagen es estable y permanente, siendo muy costoso cambiarla.

Así, cuando hay una pérdida de peso importante en poco tiempo, el cerebro no es capaz de procesarla instantáneamente y la va adaptando progresivamente, por lo que la persona sigue percibiendo que está gorda. Este es uno de los factores que influye en el mantenimiento de la enfermedad.

Dependiendo de las conductas que desarrollen, vamos a encontrar 2 tipos de Anorexia:

  • Tipo restrictivo: El paciente únicamente hace dietas y restringe la ingesta de alimentos.
  • Tipo purgativo: Además de la restricción alimentaria, el paciente tiene conductas purgativas (vómito autoprovocado, toma de purgantes, realización de ejercicio físico en exceso). Puede existir o no la conducta de atracón.

A nivel físico, el deterioro de las personas que sufren esta enfermedad es muy importante; sin embargo, nos quedamos en lo externo, dejando a un lado lo que está pasando en el interior.

Es normal que se reduzca la densidad ósea, llegando a aparecer la osteoporosis; además, comienzan a haber cefaleas continuas, pérdida de esmalte y piezas dentales, hipoglucemia, pacreatitis crónica, Síndrome de Cushing, queilitis, enlentecimiento del ritmo cardiaco y arritmias,… Todo esto es consecuencia del mantenimiento de la enfermedad.

Pero, hablar de la Anorexia, que es uno de los trastornos más estudiados, se hace complicado en un único artículo; así que la semana que viene profundizaremos más en el tema y conoceremos cómo afecta psicológicamente al paciente y su entorno, así como el tratamiento.


Artículos relacionados:

· Mi problema con la comida no tiene nombre.

· Cuando lo que entra tiene que salir.

· Cuando comer es algo más que una adicción.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

2 COMENTARIOS

  1. Me ha resultado curioso descubrir que no es una enfermedad del siglo XX, como los medios nos hacen creer. Se echa la culpa a la presión de la sociedad con las mujeres y resulta que hay datos de esta enfermedad desde la edad media. Bastante clarificador. No quiero decir, de todas formas, que esa presión no exista. Es mejor saber de las enfermedades mentales a través de profesionales que de «publicaciones de investigación» que nada saben de eso. Ahora voy a leer el resto de los artículos del autor.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
Advertisement
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído