El pasado miércoles asociaciones de mujeres guatemaltecas acompañadas por organizaciones feministas se concentraron por la mañana frente a la embajada de Guatemala, denunciando un crimen de estado. Por la noche hubo una vigilia en el centro de Madrid.

El incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, a 22 kilómetros de La Capital Guatemala, donde murieron calcinadas más cuarenta niñas, ocurrió el 7 de marzo de 2017.

Las mujeres guatemaltecas en España, y el pueblo de Guatemala consideran al estado responsable del incendió.

Las condiciones en las que vivían las mujeres en la casa de acogida de San Pedro Sínula, habían sido denunciadas en varias ocasiones. Subsistían en hacinamiento, 748 niñas de 0 hasta 18 años, frente a una capacidad de solo 400. Se denunciaron brutalidad y malos tratos, violaciones, tráfico de adopciones y prostitución contra las menores.

El gobierno de Jimmy Morales es culpable de negligencia en el incendio del Hogar Seguro Virgen de Asunción, en el trato y custodia de las menores a su cargo.

Según la Comisión Económica para América Latina el 70% de las familias en Guatemala están en la más absoluta pobreza. El gobierno lo reduce solo al 40%. (Como si esta cifra no fuera insoportable) Las mujeres en estas condiciones son las más perjudicadas. Desde muy niñas están desamparadas, ante la situación de violencia en las calles. Son madres a edad muy temprana, que unido a la extrema pobreza, es un caldo de cultivo para que proliferen las maras.

Guatemala es la mayor economía de Centroamérica, pero la riqueza está en manos de unas pocas familias oligarcas y poderosas. Si hablamos de mujeres (niñas en su mayoría), estas son víctimas de violencia física, psicologica y sexual. Como se ha denunciado reiteradamente desde organizaciones internacionales, en Guatemala existe la explotación laboral y económica de menores.

¿Por qué no funcionaron las casas de acogida que pusieron a disposición de las menores abandonadas en las calles de Guatemala? Por las condiciones de hacinamiento, malos tratos, violaciones o adopciones ilegales.

Las población guatemalteca en vigilias desde que ocurrieron las muertes de las más de 40 niñas, han solicitado la dimisión del Presidente Jimmy Morales por considerarlo responsable del incendio. ¿Por qué los bomberos dilataron la entrada al no abrir las puertas? Para las asociaciones de mujeres, es un indicio de culpabilidad del estado.

“En diciembre del año pasado, tres meses antes del siniestro, el Juzgado Sexto de Niñez y Adolescencia del Área Metropolitana condenó al Estado de Guatemala por violaciones de los derechos de los pupilos del Hogar Seguro”, indicaron los medios de comunicación “Nómada” y “Plaza Pública”. En la sentencia se exigía la ampliación de las instalaciones del Hogar Seguro Virgen de la Asunción y la expulsión de todos los trabajadores implicados en los abusos y las violaciones denunciadas.

Pero este suceso desgarrador no es más que un ejemplo de las políticas neoliberales. Del sistema absolutamente desigual y machista, donde las mujeres son maltratadas, obligadas a vivir en la pobreza, con hijos a su cargo desde muy jóvenes y siendo madres solteras. Y con impedimento de acceso a la escolarización para ellas o sus hijos. Estas casas de acogida debían solventar estas carencias, pero las agravaron.

Ya en diciembre del año pasado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) sugirió al gobierno el cierre del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, por las malas condiciones de vida.

Desde estás paginas estamos denunciando las violencia machista contra las mujeres. En España la situación es grave, pero en Centroamérica es trágica. Las violaciones los derechos humanos por parte de las fuerzas policiales y de los poderes económicos afectan tanto a defensores de los derechos humanos, ambientalistas, periodistas y mujeres. (Un triste ejemplo es el aniversario del asesinato de Berta Cáceres en Honduras)

Esperamos justicia por las niñas fallecidas en el incendio, y para las victimas supervivientes. No solo justicia ahora, también un futuro digno. El estado debe protegerlas y no ser cómplice de violaciones, maltratos físicos o psicológicos. Las mujeres centroamericanas abandonan sus hogares y emigran a los estados más ricos, principalmente Estados Unidos, jugándose la vida. Traficantes de seres humanos, violaciones y abusos, son algunos de los peligros que acechan en su viaje.

La única respuesta de su gobierno es la corrupción política, económica y policial. Y la de los Estados Unidos crear un muro, expulsar a los que ya están en su territorio y cerrar las puertas. Poner muros a la desesperación es imposible.

Es triste acreditar que la lucha de las mujeres por la igualdad, en casa, en el trabajo, en la sociedad, sigue siendo un tema tabú en Guatemala y Centroamérica.

Ni una mujer más victima de esta lacra. Ni una mujer más asesinada o violentada. Basta ya de violencia hacia las mujeres. En todas partes del mundo.

Seguiremos informando de esta y otras manifestaciones o concentraciones desde las calles.

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