Entre El Paso y Juárez parecía ser una ruta festiva. Mientras miles de campesinos mexicanos se dirigían a las plantaciones de frutas, los norteamericanos compraban artesanías, pinturas en papel de arbol y se divertían bailando y cantando rancheras en plazas y resturantes. Un inmenso mural en el llamado segundo barrio de El Paso invitaba a soñar qué pasaría si el hombre descubriera la vida en otro planeta. Esta es una imagen que mantengo en la memoria del año 89, días antes que cayera el Muro de Berlín.

“La figura de Juárez cobra hoy, no sólo para México, sino para América misma, un valor trascendental (…) Él, como nosotros, luchó por afirmar sus principios; combatió una intervención extranjera; levantó la esperanza en una patria insigne y respetable”.

Este es el comienzo de la reacción de México, en palabras de diversos intelectuales y de los organizadores de la cita internacional de alcaldes, en agosto 2017, como la hora de la afirmación soberana.

Cada año, el 15 de septiembre a las once de la noche, en todas las plazas de México se celebra la Fiesta del Grito; y una multitud enardecida efectivamente grita por espacio de una hora, quizá para callar mejor el resto del año.

Octavio Paz, en el Laberinto de la Soledad, nos recuerda que viejo o adolescente, criollo o mestizo, general, obrero o licenciado, el mexicano se aparece como un ser que se encierra y se preserva: máscara el rostro y máscara la sonrisa. Plantado en su arisca soledad, espinoso y cortés a un tiempo, todo le sirve para defenderse: el silencio y la palabra, la cortesía y el desprecio, la ironía y la resignación.   Aun en la disputa prefiere la expresión velada a la injuria: “al buen entendedor pocas palabras”. […] El mexicano siempre está lejos, lejos del mundo y de los demás. Lejos, también, de sí mismo.

Para Octavio Paz el liberalismo sería una ideología que no representa la realidad social del país, es una ideología abstracta, no es auténtica. La Reforma tendrá muchas virtudes, pero no la de la autenticidad y por eso fracasó, porque expresaba un universo de ideas profundamente separados de la realidad mexicana.

Y la Revolución Mexicana es para Octavio el momento de la sinceridad histórica, sería el momento de la recuperación de este ser original que él intenta descubrir en El laberinto de la soledad. Y dentro de la Revolución Mexicana será el zapatismo el que más se acerque a la autenticidad anhelada.

Alejandro Rossi (Florencia, 1932-ciudad de México, 2009) mexicano, afirmaba que la guerra entre México y los Estados Unidos de América entre 1846 y 1848, provocó a México la pérdida de 2 millones 379 mil km cuadrados de territorio, y para los Estados Unidos el anexo de estas tierras.

Desde la época virreinal, la pretensión de adquirir la Alta California, Nuevo México y Texas, quedaba de manifiesto al mandar a diversos representantes del gobierno estadounidense a negociar los límites de sus fronteras con Nueva España, además de intentar comprar los territorios antes mencionados.

La anexión de Texas a la unión americana, después de que ésta proclamara su independencia del gobierno mexicano, fue uno de los motivos del enfrentamiento entre los Estado Unidos y México.

La nueva configuración fronteriza entre Texas y México comenzaría a marcar el inicio de la guerra. Los mexicanos sostenían que el Río Bravo era el límite fronterizo.

El 2 de febrero de 1848 llegó a su fin la guerra entre México y los Estados Unidos con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo, el cual establecía que México cedía los territorios de Nuevo México y la Alta California como consecuencia de haber perdido la guerra. Estados Unidos se comprometió a indemnizar con 15 millones de pesos a México. En 1853, cuando Santa Anna regresó para gobernar el país por última vez, la Mesilla, el último pedazo que quedaba de esos territorios en México, fue vendido a los Estados Unidos por 10 millones de dólares.

La guerra México-Americana fue una guerra perdida desde el comienzo de la misma, una división fratricida por el poder, aún y cuando el país estaba siendo mutilado. La falta de apoyo de algunos estados mexicanos, que en esa época conformaban el país 19, y de los cuales solo 7 aportaron armas y dinero, agravaron más el conflicto. La falta de nacionalismo y unión fue finalmente lo que venció más allá de la fuerza del invasor.

El muro en la frontera México-EEUU, que se definió tras una guerra que libraron entre 1846 y 1848, terminó con una amplia porción del territorio mexicano a manos de Estados Unidos.

Para algunos, así hayan pasado casi 200 años, ese episodio histórico sigue teniendo peso en la manera en la que se perciben las relaciones diplomáticas actuales con el vecino del norte.

«Esto que estamos viviendo es inédito desde el siglo XX y en lo que va del siglo XXI. Exigimos respeto», ha comentado el presidente Peña Nieto quien reitera que su país no pagará por el muro fronterizo que ordenó Trump

«Es el primer presidente que no entiende los dos fundamentos de las relaciones de Estados Unidos con México: en primer lugar, que para Washington es fundamental la estabilidad política de México y, en segundo lugar, que como somos países interdependientes, ya que si le va mal a México le irá mal a Estados Unidos y viceversa», informa la BBC Mundo.

La frontera entre México y Estados Unidos plantea entre otros temas: No es la primera crisis que atraviesan las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos. La primera fue la nacionalización de la industria petrolera mexicana en 1938.

Pese al aumento de las tensiones y de las exigencias para plantar cara al gobierno mexicano, el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt evitó recurrir a la invasión o a las sanciones contra México, aunque en Estados Unidos se desarrolló un boicot informal en contra de la importación de petróleo de México y una campaña de propaganda para disuadir a los turistas de viajar a ese país.

El tráfico de drogas ha causado numerosos choques entre Estados Unidos y México. El presidente Richard Nixon sorprendió al gobierno de México con la Operación Intercepción, que causó la práctica paralización del tráfico de vehículos en la frontera. Ambos países lograron acordar un plan para ampliar la cooperación en temas de seguridad.

La empatía inicial entre Fox y George W. Bush terminó enfriándose por diferencias en torno a la guerra de Irak. Aunque las relaciones tuvieron un muy buen comienzo al inicio del mandato del presidente Vicente Fox, logró que Washington aprobara una reforma migratoria que favoreciera a los millones de mexicanos presentes en Estados Unidos, los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, detuvieron esos planes y derivaron en una creciente frustración para México.

La revelación por parte de Wikileaks de miles de comunicaciones internas de los diplomáticos estadounidenses en 2011 fue motivo de una importante crisis en las relaciones entre México y Estados Unidos.

Watergate, Wikileaks y otras grandes filtraciones que convulsionaron el mundo, generó una gran tensión con el gobierno merxicano.

Cuando el Colegio Electoral de los EEUU confirmó que Trump había derrotado a la señora Clinton, el ganador anunció que rompería barreras comerciales para los negocios tecnológicos. Y los mexicanos expresaron su mayor preocupación por el muro a la ribera del Río Bravo, más aún cuando el nuevo presidente de EU se había reunido con los principales directivos de Facebook, Google, Microsoft, Alphabet, Intel o Amazon.Tesla, Oracle. Apple e IBM.

«Queremos que sigan con esta increíble innovación. No hay nadie mejor que ustedes en todo el mundo», afirmó Trump en un mensaje inicial. Sin embargo ese anuncio de la mayor desarrollo de las tecnologías de información, a diario, indican las estadíssticas aumenta el número de muertos en la frontera México-EEUU

Las cifras de mertos preocupan, porque menos gente cruza, pero más inmigrantes están falleciendo en lo que va del año. En el primer semestre creció 17 en comparación con 2016, según la agencia de migración del Proyecto de Migrantes Desaparecidos (MMP, inglés), con sede en Berlín, que reportó el Centro de Análisis de Datos Migratorios de la OIM.

Julia Black, autora del reporte publicado en el Diario NY, informa que los cuerpos fueron hallados en varios lugares a lo largo del Río Grande; además de diez en un tráiler en San Antonio, Texas; y en otros lugares en Texas.

México percibe que la amenaza de Donald Trump de hacerle pagar el muro que pretende construir en la frontera común, es una estrategia que comenzó a fraguarse hace más de dos décadas y por la que un tercio de los 3.000 kilómetros de la franja limítrofe ya tienen barreras. “Es el colmo de la brutalidad cuando se obliga a los prisioneros a cavar su tumba, así será si se obliga a los mexicanos a pagar el muro”, es una frase que se escucha en la frontera.

El presidente mexicano Enrique Peña Nieto reconoció recientemente que existen diferencias con el gobierno de Estados Unidos, como en el tema de un “muro que México, por supuesto, no pagará”.

Pero existen formas de forzarle a hacerlo, como gravar las remesas que los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos envían a su país y que mantienen a miles de familias en México y aseguran estabilidad social en la nación latinoamericana, algo que ha sugerido Trump.

Entre la frontera de estos dos países se han colocado desde 1994, vallas y muros que actualmente comprenden un tercio de la frontera.

Una ley promulgada en 2006 por el presidente estadounidense George W. Bush extendió este muro a sus cotas actuales por segmentos que conjunto comprenden 1.116 kilómetros. En los 22 años transcurridos desde que se puso la primera piedra, ha habido perjuicios para la migración, al medio ambiente y la economía.

El narcotráfico ha sido, paradójicamente, el que mejor ha sabido sortear esa barrera a través de la construcción de túneles.

La frontera se extiende seis estados mexicanos que representan el 40 % de la superficie total del país, tienen una población de catorce millones de personas, de los casi 120 millones totales, y generan el 21 % del producto interno bruto nacional. La frontera registra el cruce de un millón de personas cada día y 300.000 vehículos, de los cuales 70.000 son de carga. Por la frontera pasa el 70 % del comercio bilateral estimado en unos mil millones de dólares diarios a través de 56 puertos fronterizos que están en operación entre los dos países.

Los mexicanos son concientes que Estados Unidos no le cobrarán el muro al gobierno de México sino a los mexicanos y puede hacerlo con medidas contra las remesas, exigir identificación oficial para enviarlas o mediante un impuesto por cruzar la frontera.

La campaña del presidente actual de EU estuvo basada en la propuesta de construir un muro en la frontera con México, prohibir el ingreso de musulmanes a Estados Unidos, la oposición a los tratados de libre comercio, y críticas a la OTAN, así como aliados tradicionales de USA.

 

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre