Vivimos en un mundo global capaz de sostener a toda la población. Sin embargo, las políticas de los países más desarrollados y los conflictos armados están provocando que millones de personas estén en riesgo de morir de hambre por más que los recursos naturales del planeta sean suficientes para alimentar a toda la raza humana.

Este número, 20 millones de seres humanos, supera a las cifras de la II Guerra Mundial

Sin embargo, las guerras están provocando que más de 20 millones de personas se encuentren en situación de hambruna extrema y estén en riesgo de morir por inanición. Este número, 20 millones de seres humanos, supera a las cifras de la II Guerra Mundial, por ejemplo. Esto es lo que está ocurriendo en Yemen, Nigeria, Sudán del Sur y Somalia. Según Naciones Unidas, se produce una hambruna severa cuando la tasa de mortalidad por falta de alimentos supera el número diario de dos personas muertas por esta razón por cada 1.000 habitantes. En estos cuatro países, sin la presencia de la guerra, estas cifras serían impensables.

Los conflictos en estas cuatro naciones son prolongados y aunque las organizaciones humanitarias puedan dar una solución en el corto plazo, la solución sólo se puede hallar si se retoma un clima de paz. Además, según algunas ONG que trabajan en el terreno, el hambre se está convirtiendo en una táctica bélica más.

En Sudán del Sur hay regiones donde mueren más personas por hambre que por las balas

Generaciones enteras sufrirán daños derivados de esta situación de hambre extrema provocada por la guerra, la codicia y el odio. Como siempre son los niños los más afectados porque, además de ser los que mueren antes, los supervivientes sufrirán una serie de secuelas tan graves que su esperanza de vida quedará reducida a la mitad.

Desde el año 2.011 la ONU no declaraba una región del planeta en situación de hambruna extrema. En febrero de este año Naciones Unidas declaró este estado de emergencia en Sudán del Sur, donde hay provincias en que mueren más personas de hambre que a causa de la violencia bélica. Más de 5 millones de personas se encuentran en riesgo inminente de morir de hambre.

Yemen se encuentra en guerra civil desde 2.015. Este país ya era frágil económicamente antes del conflicto y, evidentemente, el enfrentamiento bélico ha provocado que esa fragilidad se transforme en ruina total, lo que está afectando claramente a la vida de los yemeníes. A todo esto se une la imposibilidad de llevar ayuda humanitaria a las regiones más afectadas por la guerra. La crisis alimentaria se va agravando a medida que los operadores internacionales van llevando sus inversiones a otros países más atractivos. Más de 7,5 millones de personas se encuentran en riesgo inminente de morir de hambre.

En Nigeria las personas pelean por conseguir comer la hierba del suelo

En Nigeria la guerra contra Boko Haram ha sido tan intensa que más de 3 millones de personas han tenido que desplazarse dentro del país para huir del fundamentalismo de la organización terrorista. Son estos desplazados los que se encuentran en un mayor riesgo de morir de hambre porque los lugares donde se ocultan son inaccesibles para que la ayuda exterior llegue. El ejército nigeriano, cuando ha liberado ciudades, se ha encontrado con el triste espectáculo de ver cómo las personas se peleaban con los animales para comer hierba o insectos porque eso es el único alimento que les queda. Naciones Unidas, además, ha advertido que más de 75.000 niños podrían morir de hambre antes de junio. Más de 5 millones de personas están en riesgo inminente de morir de hambre.

Somalia es un Estado fallido. Las luchas de los clanes por el control de los recursos del país y una sequía que ya dura más de dos años están provocando que los somalíes mueran de hambre. Se calcula que más de 3 millones de personas se encuentran en riesgo de morir de hambre.

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