Mariano Rajoy y Albert Rivera se van a ver, de nuevo, esta semana. La reunión va a servir para aclarar una serie de extremos que han surgido en los últimos días como son las posibilidades de que la formación naranja cambie su sentido del voto en lo que a la investidura se refiere, – de la abstención al sí-, y para poner en marcha las negociaciones del techo de gasto y los presupuestos para el año que viene.

Hasta ahora sólo ha habido contactos. Pero una cosa parece clara. Hay sintonía entre el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el portavoz de Economía de Ciudadanos, Luis Garicano. De Guindos parece ser el elegido por Rajoy para negociar. En Ciudadanos lo ven mucho más abierto que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el cual ha perdido muchos apoyos por tal motivo. Y no sólo por eso. En Ciudadanos critican sus últimas actuaciones. Entre otras, la bajada del IRPF. Una bajada calificada de “electoralista” por la formación de Rivera, que, a su juicio, tiene mucho que ver con la desviación presupuestaria. Además, se critica, también, la reducción del Impuesto de Sociedades. Al haber suprimido el 20% mínimo en los pagos a cuenta, la recaudación está siendo mucho menor este año. Y ahora, con un ejecutivo en funciones, no se puede rectificar. Este año, tal circunstancia se va a notar en la ejecución presupuestaria. Y, por último, a Montoro se le critica la dureza con que está tratando las cuentas de las comunidades autónomas, muchas de ellas asfixiadas, en estos momentos, por un techo de gasto poco realista. La protesta es monumental en las consejerías de economía y paga el pato Montoro. A Rajoy se le ha pedido, que, lisa y llanamente, prescinda de él en el caso de ser investido. Y Rajoy se lo está pensando, aconsejado, además, por un adversario en el seno del gabinete como es De Guindos. Montoro parece que tiene las horas contadas.

Ni siquiera se le está consultando en torno a la propuesta de techo de gasto que se va a proponer a Ciudadanos. Este asunto se puede tratar. La Ley del Gobierno no prohíbe a un gabinete en funciones poder llevar a cabo propuestas de este tipo al nuevo Parlamento por lo que parece ser que, si se llega a un acuerdo con Ciudadanos, se llevará a efecto. “La cifra del techo de gasto hay que negociarla”, dice Francisco de la Torre, del equipo económico de la formación naranja. De la Torre cree que el techo de gasto tiene que ser inferior al aprobado en 2016 para evitar que el Gobierno recurra a una subida de impuestos generalizada para cumplir con los objetivos de déficit que le exige Europa. En el último ejercicio, el Ejecutivo ya recortó en un 4,4% este tope, que llegó a los 123.394 millones de euros. En este sentido, la sintonía entre PP y Ciudadanos es total. El acuerdo es alcanzable.

Otra cosa son los presupuestos. Ahí la Ley del Gobierno es tajante. No los puede confeccionar un ejecutivo en funciones por lo que, primero, hay que pasar por la investidura de Rajoy. Y ahí es donde se van a producir los problemas. Porque Rivera insiste en la abstención en segunda vuelta, y el PSOE, aunque en las últimas horas ha flexibilizado, ligeramente, su actitud, sigue manteniéndose en el no. Manuel de la Rocha, el secretario de Economía Federal, ha insinuado la posibilidad de cambiar el sentido, “si el PP recibe apoyos”. Unos apoyos que, por el momento, no tiene.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre