Los secretarios generales de UGT Y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, han celebrado la masiva participación en la manifestación del Primero de Mayo que este año ha sido un marcado carácter feminista.
Según los organizadores, 50.000 trabajadores y trabajadoras han recorrido las calles de la capital y 500.000 personas en toda España. Los sindicatos quieren que este Primero de Mayo suponga «un punto de inflexión en lo que representan los derechos de las mujeres» pero no sólo en igualdad, también en las medidas contra la violencia machista, como una continuación de las protestas de pensionistas y de la gran manifestación feminista del pasado 8 de marzo.
«Es un Primero de Mayo feminista, juvenil y pensionista», aseguró el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. «Queremos que este Primero de Mayo suponga un antes y un después. El país crece, genera riqueza y tenemos que conseguir que este 1 de Mayo sea el punto de partida para el reparto de la riqueza», subrayó.
Los dirigentes sindicales de UGT y CCOO aprovecharon para lanzar una advertencia a la patronal. Si no se alcanza un acuerdo en materia de incrementos salariales, «no nos levantaremos de la mesa como el año pasado, este año habrá movilizaciones crecientes. La opción del no acuerdo no va a ser una opción pacífica”
«Los salarios tienen que recuperarse para la clase trabajadora y, sobre todo, para los salarios más bajos», subrayó por su parte Unai Sordo.
Los sindicatos están dispuestos a seguir negociando con CEOE y Cepyme, pero advierten de que no van a aceptar una subida porcentual para los salarios más bajos y que al menos se tienen que fijar los 1.000 euros por convenio.
Ambos líderes consideraron que la crisis en Cataluña no iba a tener repercusión. «Me preocupa más que llueva en Barcelona», afirmó Álvarez.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha atendido a los medios durante su participación en una concentración de trabajadores ante la puertas del madrileño Teatro de la Zarzuela, antes de incorporarse a la manifestación del Primero de Mayo. Al comienzo de la manifestación ha acudido el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el líder de Podemos, Pablo Iglesias y del líder de IU, Alberto Garzón.
Tanto UGT como CCOO consideran que las movilizaciones son fundamentales para cambiar las políticas, prueba de ello es que el Gobierno ha reculado y ha decidido subir las pensiones tras las protestas de los pensionistas en la calle.
Este año quieren presentar el 1 de Mayo como «una continuación» de estas protestas y de la manifestación feminista del 8 de marzo, y demostrar que siguen teniendo una importante capacidad de movilización pese al descrédito que han sufrido en los últimos años al verse salpicados por escándalos de corrupción.
Además, advierten: «O de manera inmediata el diálogo con la patronal da resultado, o de manera inmediata las mesas con el Gobierno empiezan a tener vida o el Primero de Mayo será el prólogo de un año de lucha», afirmó tajante hace unos días el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, sin descartar una huelga general.
La reforma laboral ha empobrecido las condiciones laborales y devaluado los salarios, y creando trabajadores pobres. La reforma de 2012 desequilibró las relaciones laborales en favor de los empresarios. Los trabajos precarios se han expandido, junto a las empresas multiservicios, las plataformas digitales y las fórmulas abusivas de organizar el tiempo de trabajo.
En la sociedad actual en vez de reducirse la desigualdad entre hombres y mujeres, se amplían las brechas de género y los conceptos de una sociedad patriarcal. Es “inaceptable”, que el Gobierno reduzca de 200 a 80 millones la partida de los PGE 2018 para combatir la violencia de género.
Las movilizaciones del Primero de Mayo deben ser un toque de atención al Gobierno para que apueste por un diálogo social real, en materia de pensiones, de empleo, de calidad del empleo, para mejorar los servicios públicos y para apostar por un modelo productivo en base a una política industrial fuerte.
