Sí, Eduardo Madina es mi amigo y mi compañero, un compañero que considero único, leal y socialista. Vinculado de siempre desde que lo conozco a la defensa de los valores de la democracia, la igualdad y la fraternidad, de la libertad en su sentido más amplio, aun cuando este compromiso le ha llevado en su vida a vivir caminos oscuros e intransitables para muchos y muchas de los que con golpes en el pecho hoy dicen proclamar las consignas del socialismo puro y único.

Ese que como si fuera una religión única determina la disección en el seno del PSOE entre leales y traidores, entre socialistas y arribistas, entre progresistas y socialiberales, en ese baile permanente de etiquetados de denominación de origen que sólo contribuyen al enfrentamiento y la fragmentación de un socialismo hoy más que nunca necesitado de fraternidad, unidad y compromiso que de pirómanos incendiarios.

Y es que Eduardo sigue representando hoy lo mejor de las esencias del PSOE, de ese socialismo reformistas intelectual y transformador que antepone el interés general al particular, ese interés por la unidad de un PSOE que le hizo asumir tras su derrota en las elecciones primarias a las que concurrió con Pedro Sánchez y José Antonio Tapias el puesto de cola del socialismo de aquel momento, un puesto de cola fijado en la irrelevancia a la que el entonces flamante líder del PSOE Pedro Sánchez, aupado al cargo de secretario general por la gracia de los barones, de esos mismos mecanismos de poder orgánico de los que hoy reniega.

Fue entonces cuando de nuevo Madina demostró la madera de un socialista, en aquella ocasión guardando silencio aun cuando eso significó su salida del Congreso de los Diputados tras ser relegado a posiciones traseras en una lista del PSOE por Madrid por fichajes como la ex dirigente de UPyD Irene Lozano, esa que se jactaba anteriormente de criticar y atacar al socialismo y que por aquellos tiempos y gracias a la fe verdadera del sanchismo alcanzó el puesto cuatro al Congreso de los Diputados.

Fue ese mismo respeto el que hizo que Eduardo no atacase públicamente al secretario general del PSOE cuando este ratificaba un acuerdo político con un partido de derechas y liberal como Ciudadanos, prefiriendo optar por opinar en un comité federal, órgano interno de decisión, antes que en otros programas con mayor audiencia pública para fasto público.

Por ello, efectivamente como dicen algunos periodistas con escasa o nula información, Eduardo Madina vale para un roto y un descosido. El roto cuando intenta siempre unir al PSOE buscando lo mejor para esas siglas aunque no sea lo mejor para él mientras que sea lo mejor para el socialismo. A nadie se le pasa así por alto el desgaste político que hoy sufre Eduardo Madina por su posicionamiento en el proceso de renovación que hoy vive en el PSOE.

Y para un descosido también, porque conozco pocas personas que sean capaces de dejar al lado la sinrazón, la visceralidad, el egoísmo o la ambición para poder construir proyectos con quienes antes fueron adversarios. Ejemplos de ellos, muchos, no sólo su posicionamiento hoy en el PSOE, sino también en su historia personal, no por menos siempre me fascinó su capacidad de mirar adelante, de no odiar a los asesinos que intentaron acabar con su vida y que llenó de oscuridad su vida y la de su familia. Es ese Eduardo mi amigo y mi compañero. Es ese Eduardo por el que no puedo mantenerme al margen ante la actitud de periodistas y compañeros/as que hoy se destrozan en las redes sociales en una batalla campal que sólo hace daño a las siglas de un partido centenario que necesita hoy ante todo unidad y renovación, unidad y mirada adelante, unidad y fraternidad, unidad y respeto, ese que permita que cualquier compañero o compañera, tenga la posición que tenga, apoye al candidato que apoye, se equivoque o no en el juicio de un tercero, pueda seguir siendo tu amigo y tu compañero.

En definitiva, se podrá estar o no a favor de la posición política tomada por Eduardo Madina hoy en las primarias del PSOE, se podrá estar a favor o no de los argumentos esgrimidos por él, pero lo que nunca se podrá decir es que Eduardo no representa el mejor socialismo que nos queda en esta casa llamada PSOE.

4 COMENTARIOS

  1. De un militante que si es socialista.
    Hombre, Madina está apoyando a alguien que propició un golpe de mano en el partido, a ex cargo que no son precisamente socialistas y a unas políticas neoliberales, yo a mis amigos les agradezco que lo sean, pero no les disimulo sus creencias, son muy libres de pensar y actuar como quieran, pero hombre mentir sobre su defensa a ultranza de la esencia socialista, como que no. Madina es un reprimido apegado al poder, no al socialismo.

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