Nick Timothy y Fiona Hill, jefes de personal y principales asesores de la primera ministra británica, Theresa May, y dos de sus asesores más cercanos, dimitieron ayer su tras la “enorme decepción” que ha supuesto perder la mayoría absoluta en las urnas.

“Acepto la responsabilidad por mi tarea en esta campaña electoral, que era supervisar nuestro programa político”, afirmó en un comunicado Timothy, mientras un portavoz del Partido Conservador anunció por su parte la dimisión de Hill.

La prensa británica recibe como un gesto de dignidad esta dimisión que, sin embargo, tiene mucho que ver con asumir la responsabilidad de su jefa. Theresa May sigue y piensa estar al frente del ejecutivo.

Una ex directora de comunicaciones delmero 10 de Downing Street, Katie Perrior, asegura que los dos jefes de personal trataban a los miembros del Gobierno de forma “maleducada, abusiva e infantil”, según informa La Vanguardia.

“Los jefes de personal eran unos buenos luchadores callejeros, pero unos malos líderes políticos. Los grandes líderes consiguen serlo porque hacen que la gente les siga, no haciéndoles enloquecer incluso antes de haber digerido el desayuno”, criticó Perrior en el diario “The Times”.

Según los medios británicos, miembros del Partido Conservador han exigido a May un cambio en la gestión del personal que forma parte del Ejecutivo y le habían advertido de que intentarían forzar unas primarias si mantenía a Timothy y Hill en el puesto.

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