viernes, 29marzo, 2024
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Malvaloca VII

El cine nostálgico

Antonio Periánez Orihuela
Antonio Periánez Orihuela
Maestro de Primera Enseñanza. Licenciado en Filosofía y Letras (Historia del Arte) Doctor en Comunicación Audiovisual. Tesis: La Imagen de Andalucía en el Cine Español (1940-1960) Diplomado por la Universidad de Valladolid. Historia y Estética Cinematográfica. Colaborador varios años del Periódico Comarcal, "El Condado".
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análisis

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Este tipo de películas enfrentaban al espectador con un mundo idealizado, un universo imaginario reconciliar con los principios ideológicos-culturales del franquismo. Un cine sentimental con objetivos no definidos y sensiblemente nostálgicos, son historias cargadas de emotividad que hablan de amores imposibles y de vidas equivocadas, donde los personajes están sujetos a los vaivenes del destino.

Una de estas obras es La rueda de la vida del barcelonés Eusebio Fernández Ardavín, interpretada por Antoñita Colomé e Ismael Merlo en los principales papeles. La película es un melodrama que cuenta la historia de la estrella de la canción Nina Luján y del modesto músico Alberto. Nina cansada de la fama se aparta unos días del espectáculo para sentirse libre. Emprende un viaje con destino incierto acompañada de Peter, su representante y amigo, que se hace pasar por su padre. Llegan a una ciudad de provincias que estaba en fiestas. Nina visita el parque de atracciones y conoce a Alberto un músico con ambiciones de compositor.

Nina oculta su identidad presentándose como Elena, Alberto trabajaba en un modesto café para sobrevivir y continuar sus estudios. La atracción de feria donde se conocen es una gran noria llamada “La rueda de la vida”. Nina estaba decidida a vivir en adelante con Alberto, pero Peter le recuerda su compromiso con la empresa teatral a la que pertenece. Un día el joven oye cantar a Nina y compone una pieza musical para ella, Alberto propone que debute en el café donde actuaba, pero la ctuación resulta un fracaso. La cantante tiene que volver a su compromiso en el espectáculo y abandona al músico sin aclararle su verdadera identidad, días después Alberto tiene la oportunidad de conocer a la gran cantante Nina Luján y comprueba que es Elena. El desengaño hace que Alberto parta al extranjero para olvidar y el tiempo hace de Alberto un compositor famoso. Nina lleva una vida disoluta y fracasa en su carrera, empobrecida y enferma llega hasta un asilo de artistas. De vuelta al lugar, Alberto es invitado a tocar en el asilo en honor de los viejos artistas, allí toca la pieza dedicada a Elena. Nina la escucha y los antiguos enamorados se encuentran de nuevo y para recuperar sus vidas vuelven al parque de atracciones a montarse en la noria, en «la rueda de la vida».

El film de Ardavín tiene una estructura narrativa que recuerda a la La Gata. La acción viene desarrollada por un gran flash-back que comienza en la primera secuencia con la entrada de Nina en el asilo, este retroceso temporal sirve para contar toda la historia y termina con el reencuentro de los personajes. La primera parte de los recuerdos hacen avanzar la historia de forma lineal, en la segunda parte de la película hay una serie de saltos y elipsis para que avance el relato. Igual que en La Gata están presentes los efectos de la censura en la narración que en vez de explicitar sugieren, la práctica amorosa entre Nina y Alberto, como ocurre entre María y Juan. Lo mejor de la película es que los autores han sabido convertir el tiempo en el motor de la historia. Queda la nostalgía del tiempo perdido, un sentido profundo de la existencia, la «rueda de la vida» es la noria que gira y deja su huella en los atormentados personajes.

El film El frente de los suspiros está realizada por Juan de Orduña e interpretada por Alfredo May, Pastora Peña, Antoñita Colomé y Fernando Fernández de Córdoba la película posee elementos para considerarla como de género andaluz. Es una obra característica en defensa del régimen. Cuenta una historia enmarcada en la Sevilla liberada de 1.937 y en plena guerra civil española. Es un film de ficción, pero sus imágenes reflejan una importante exploración histórico-social de la Sevilla de su tiempo.

El personaje principal del film es el juez gallego Servando Ortigosa, hombre aficionado a la poesía que ha dejado una novia en su tierra y se identifica plenamente con las cosas andaluzas. Tratando cuestiones de herencias encuentra el sumario del suicidio de María de los Reyes Bargas, interesado y extrañado decide investigar el caso ocurrido en 1.920. Ortigosa conoce a la joven María de los Reyes Cañaveral y Bargas que resulta hija del personaje que investiga. El juez comprueba el parecido de la joven con su madre por un gran retrato de la casa familiar. Conoce al severo padre de María Reyes, Ricardo Cañaveral y a su hijo Ricardito Cañaveral. Servando descubre una rivalidad amorosa entre los primos Ricardo Cañaveral y Pablo Cañaveral.

Pablo Cañaveral fue un joven jaranero, derrochón y juerguista que pierde su fortuna y embarca para América, este contratiempo lo aprovecha Ricardo Cañaveral para casarse con María de los Reyes. Los acontecimientos y la huida de Pablo pueden ser la causa del suicidio de María de los Reyes. En este momento de la historia, Pablo vuelve de América, joven todavía, aunque cansado y bastante cambiado. Por otra parte, el juez Ortigosa conoce a la gitana Angustias de quien se enamora y a la que le oculta su verdadera identidad. La joven le corresponde, pero su amor está lleno de admiración hacia un hombre de tanta cultura que es poeta como ella había soñado. A Pablo Cañaveral le atrae la belleza de su sobrina lejana y se enamora de ella, por ser el vivo retrato de su madre, aunque su sobrina le había querido siempre en secreto.

Ortigosa comprueba que María de los Reyes no se suicidó y este descubrimiento demostraba el honor de la muerta y de su familia. La causante de aquel crimen fue la vieja criada de la casa que estaba enamorada en secreto de su señor don Ricardo, la causa de este crimen fueron los celos que la llevaron a matar a su señora. Una vez aclarado el conflicto se descubre el amor entre los personajes. Pero hay un amor.desgraciado que no recibe ninguna recompesa, se trata de Angustias que desengañada por haber puesto sus ojos demasiado alto, la gitana explica sus quejas al propio juez por haberla engañado ocultando su identidad. Angustias decide ayudar a los combatientes nacionales y muere durante un bombardeo repubicano sobre el hospital.

La película cumple con los tópicos que corresponden a una obra de género, hay unas vistas panorámicas de las calles de Sevilla, del barrio de Santa Cruz, de la Giralda, del Guadalquivir desde ambas orillas llegando hasta los pueblos de pescadores. Están presentes los pasos de Semana Santa y las saetas. La joven María de los Reyes canta mientras hace sus labores en el patio florido de su casa. Durante la procesión de Semana Santa se produce una emotiva secuencia en la que el tío Pablo dirigiéndose al Cristo dice emocionado su acto de contrición “Tú y yo nos comprendemos”.

La parte folklórica y graciosa de la cinta corre acargo de la gitana Angustias que es rumbosa, simpática y alegre, un personaje típico de su raza que se gana la vida vendiendo trabajos de bordados en las casas ricas, por eso conoce a la señorita María de los Reyes. La gitana en sus ratos libres y nocturnos tiene muchos amigos con los que se divierte en los reservaos de las ventas cercanas a la ciudad. La gitana sabe leer y le gusta la poesía de Bécquer que le presta María de los Reyes. Se enamora del juez Ortigosa, pero piensa que su amor es imposible y decide dedicar su vida a los demás. Su muerte bajo las bombas que tiran los rojos es una liberación, un acto de fe, la inmolación ante el amor imposible entre dos personajes de distinta condición social y cultural. La noticia de la muerte la recibe el juez de labios de un oficial amigo que entra en el despacho:

– Oficial: Que han telefoneado. Esos malditos han bombardeado el hospital de urgencia, con tan mala suerte que ¿comprende?

– Juez: ¡Comprendo!

La película no plantea un rostro amable y desenfadado de la sociedad de su tiempo, las imágenes de una Sevilla en guerra contienen una serie de elementos a resaltar. Hay unas fiestas en los reservaos de la «Venta de la Jaca» propios de la época republicana. Allí acudían los señoritos para divertirse y pagando a los que animaban la juerga con sus cantes y bailes, en estas fiestas había un cantaor o cantaora y un gracioso para amenizar la velada, en este caso todo lo hace la gitana Angustias.

El film descubre la vida cotidiana desarrollada en la zona nacional andaluza, se incluye algo tan poco habitual en una película española como el tráfico de cocaína, aunque esta práctica sea el trabajo de una astuta gitana conocida como «La Tubito». El problema de la droga muestra la suavidad de las nuevas autoridades ante hechos delicados que durante la guerra recibieron un tratamiento diferente. Están presentes unos personajes que declaraban ser refugiados. Son aquellos grupos sociales que buscaron su liberación pasando hacia Andalucía desde un Madrid todavía en poder republicano. La realidad fue que muchos de los que apoyaron a Queipo de Llano estaban patrullando por las calles con sus armas y con su dinero para cazar a los rojos.

El film muestra elementos cinematográficos que tratan de la actitud de los fieles a la causa franquista. La guerra física aparece en ocasiones para el desarrollo del relato, la ciudad sevillana se muestra como si nada hubiera sucedido, las calles límpias y las casas restauradas, el patio andaluz de María de los Reyes es un vergel por donde corre el agua. El juez trata con su ayudante de la autopsia realizada a María de los Reyes, con referencia al forence dice al juez su ayudante Barsosa:

– Barsosa: Ése vive todavía, estaba jubilado, pero al estallar el Movimiento se afreció al General y hoy trabaja en el hospital de la Cruz Roja.

Los hermanos, María de los Reyes y Ricardo, tienen varias secuencias en las que ponen de relieve el pensamiento del régimen, sobre este assunto Ricardo demuestra su impaciencia por marchar al frente a defender la causa del Movimiento:

– Ricardo: Soy un desdichado hermanita, soy un desdichado.

– María: No seas tonto Ricardito, ten paciencia, no desesperes.

– Ricardo: Papá no tiene derecho a hacerme pasar por cobarde, todos mis amigos se han ido a la Escuadra, se reirán de mí.

– María: Será que sus padres le habrán autorizado.

– Ricardo: ¿Y no será que sus padres les quieren más que mi padre me puede querer a mí?

En otra secuencia los hermanos están en la habitación, la estancia aparece en cierta penumbra, la cámara se acerca a los personajes a los que un rayo de luz ilumina los ojos. La hermana alivia la desesperación del joven decidido a movilizarse.

– María: Ten calma, no desesperes aún.

– Ricardo: Ya han ido al frente muchos chicos de mi edad y aún más jóvenes. ¿Recuerdas aquella esquela de un voluntario de 16 años?

– María: Pero tú no irás a que te maten ¿verdad? Me dejarías muy sola.

– Ricardo: ¡Qué bonita son esas esquelas que dicen: Murió por Dios y por España a bordo del crucero Baleares a los 17 años de edad!

– María: No pienses en esas cosas.

– Ricardo: Se va derecho al cielo, como los mártires, nos lo ha dicho el padre Ayante, por eso no tengo miedo a la muerte.

El 26 de mayo de 1.942 «Entre aclamaciones delirantes entraron ayer en Madrid los mil trecientos voluntarios de la División Azul, que el domingo pasaron la frontera». Así se podía leer en los titulares de la primera página de ABC. En relación a la obra de Orduña son los discursos de los gobernadores civiles y militares al recibirlos en las distintas provincias, el periódico ABC le dedicó un homenaje en su editorial:

«A la Patria, a la que han servido, y al servirla, por necesidad histórica, también han cumplido con su actitud deberes de hombres cristianos y de hombres que respiraron, desde que nacieron, las auras de una cultura que no es la mejor, sino la sola «humana», la cultura greco-latina, completada y sublimada por la redención universal de Jesucristo, han hecho la guerra pura, la guerra que, no sólo ennoblece las manos de los que la hacen, sino que afina, exalta y maravilla sus almas».

 

En otra secuencia Ricardo entra precipitadamente de la calle. En su casa están cenando su hermana, su padre y el juez Ortigosa, Ricardo entra en el comedor y dice:

– Ricardo: Papá, Reyes, Reyecita, Papá, hemos tomado Teruel, Teruel está liberado.

– Padre: ¿Pero es seguro?

– Juez: ¿Lo ha dicho Salamanca?

– Ricardo: Segurísimo, ahora mismo, es noticia oficial.

– María: ¡Hay, que alegría!

– Ricardo: No puedo cenar- Se dirige a las ventanas y mientras decide abrirlas sigue diciendo: ¿quieres venir conmigo a la manifestación? ¡cómo van a estar las calles!

En noviembre de 1.937 había terminado la campaña del Norte, las tropas leales a Franco entendían que cayendo Teruel estaría libre el camino hacia el sureste. Pero a la crueldad de la guerra hubo que añadir la crueldad del invierno que fue uno de los más fríos de principios de siglo, la tem`peratura había descendido hasta los 20 grados bajo cero en el norte peninsular. La batalla de Teruel causó muchas bajas en ambos ejércitos, pero la ciudad cayó en poder de los nacionales el 22 de febrero de 1.938. La importante victoria de esta zona fue muy celebrada, porque suponía un paso hacia el Ebro donde iba a desarrollarse una de las batallas definitivas de la guerra. Las noticias de la marcha de la guerra las daba por parte de los sublevados Radio Nacional de España, una emisora que el gobierno alemán facilitó al reconocido gobierno nacional. En enero de 1.937 fue instalada en Salamanca y dirigida por Antonio Tovar Llorente, el locutor más célebre de la radio fue Fernando Fernández de Córdoba, el actor que interpreta el juez Ortigosa en el film. Este actor era admirador del ejército y defensor del régimen franquista.

En 1.942 se reafirma la campaña contra Rusia y durante el III Consejo nacional de F.E.T. y de las JONS, el Caudillo decía ante los nuevos Consejeros:

        «La presencia de las juventudes de España en su realización es un nuevo aspecto del movimiento general de las juventudes de Europa, que hace veinticinco años inician su santa rebeldía, en la que la generosidad y la justicia arrastarn lo viejo, lo innoble y lo caduco. Sucumben a su empuje los egoísmos envejecidos del liberalismo y no se comprende ya que la Humanidad pueda ser arrojada con tales o cuales convencionalismos; se rompe con los tópicos y con las timideces y se realiza la obra revolucionariamente. (…)

Nuestro Ejército encuadra las mejores juventudes, la asistencia de Dios nos está bien demostrada. Con ellos, nada ni nadie logrará vencernos. Si empeño pusimos en nuestra Cruzada, aún mayor lo pondríamos si un nuevo peligro, de igual orden, nos amenazara.

Sabemos que con nosotros va la vida y fuera de nosotros la muerte para España».

La película Forja de almas de Eusebio Fernández Ardavín e interpretada por Alberto Romea y Antoñita Colomé. La película se planteaba como obra popular. Ambientada en una Andalucía miserable de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Los autores logran hacer del relato histórico-biográfico una obra que responde a las características del cine franquista, una biografía dulzona y sentimental del Padre Manjón, aunque introducen elementos ideológicos y religiosos propios de los años cuarenta. El film es un testimonio del momento, porque refleja sus formas sociales y culturales, también nos recuerda a La ciudad de los muchachos (1.940), de Norman Taurog. La obra relata la vida del sacerdote y pedagogo don Andrés Manjón (Sargentes de Lora, Burgos, 1.846- Granada 1.923). Manjón fue de familia humilde, aunque por influencia de familiares y primeros educadores inicia estudios superiores. Ejerció de catedrático de derecho canónigo en Santiago de Compostela y Granada. Siendo sacerdote en 1.886 estuvo consagrado a la educación de los marginados de Granada, muchos de los cuales eran de raza gitana. Fundó las escuelas del Ave María, la primera en 1.888 y unas cuatrocientas repartidas por toda España. Las escuelas introdujeron nuevos métodos de enseñanza que respondían a una pedagogía activa, las clases eran al aire libre y de instrucción por el juego, se hacían escenificaciones que representaban los propios escolares y una parte práctica con actividades manuales.

Decía Manjón: «de la huronera ahumada y mal oliente a la colonia escolar permanente, establecida en lo más bello y sano de Granada, que son sus cármenes de Valparaíso». Manjón fundó un Seminario para la formación de maestros y sus copiosas obras fueron recopiladas en ocho volúmenes publicándose entre 1.945 y 1.951.

La película cuenta la biografía del intelectual y humilde sacerdote presentando a don Andrés Manjón anciano, pero decidido a dedicar su vida a la labor pedagógica. El catedrático caminaba desde el Sacromonte hasta la Universidad de Granada y lo hacía.

montado en burra con la silla vaquera, mientras recorría las calles de la ciudad iba saludando y dando su bendición. Manjón ejerció su sacerdocio repartiendo lo poco que tenía entre los más necesitados. Él recuerda las escuelas de su tiempo de niño, donde los castigos corporales y sicológicos eran frecuentes. Escuela donde el niño ponía compugido su mano para que el maestro descargara la regla o la vara de olivo sobre su palma amoratada por el frío. La escuela donde los torpes cada día iban al rincón con orejas de burro y dos libros pesados en cada mano, era la escuela de la letra con sangre entra que duró hasta la II República, pero que vuelve durante los años cuarenta.

La decisión del sacerdote vino tras su visita a una de aquellas escuelas populares de las que estaban sembradas la geografía andaluza. Manjón conoció a una pobre y modestíma maestra que regentaba su amiga, en una cueva de gitanos, en pleno Sacromonte. Al preguntarle Manjón como llevaba su trabajo ella contesta: «les enseño a rezar y algunas letras, lo poco que sé», esto lo hacía por dos o tres céntimos por niño. La insostenible situación social y cultural hace que Manjón solicite ayuda y colaboración de autoridades y de los responsables académicos para su proyecto. De este modo van surgiendo escuelas del Ave María que Manjón ha contado en sus «Hojas del Ave María». Las enseñanzas que se suministraban a los niños eran: «Religión, Lengua, Patria, Cálculo, Arte y Naturaleza», la Historia Patria convertía al niño en actor de lo que se explicaba. Estudiaban la Geografía sobre un mapa de tierra sumergido en agua, los alumnos se colocaban sobre un sistema orográfico, sobre un río o alguna capital determinada. Manjón decía: «Educar al hombre es perfeccionarle según todo su ser, físico e intelectual, moral y religioso, individual y social». Forja de almas. sigue una narración muy lineal con los datos biográficos propuestos. Paralelo al tema principal hay otras historias y situaciones que sirven de ejemplo y apoyo al relato biográfico del pedagogo cristiano. El film trata la vida de unos huerfanillos gitanos a los que presta su atención Manjón. María Jesús y su hermano Manuel, niños harapientos y desaliñados que eran pordioseros o rateros según vinieran los tiempos. Los niños consiguen una verdadera transformación por la influencia del cura. María Jesús trabajará como maestra, mientras su hermano que estaba impedido estudiaría música. La joven tiene relaciones con Carlos Jiménez un periodista madrileño muy crítico y ateo que trata, por todos los medios, de cambiar su pensamiento religioso.

Carlos quiere irse a Madrid y pide a su novia que le acompañe, porque el periodista trataba de apartarla de este mundo marginal y de la influencia de Manjón. María Jesús decide seguirle y en su huida por las calles de Granada encuentra una procesión de la Virgen de las Angustias. Arrepentida por lo que pensaba hacer deja que Carlos se vaya, mientras ella queda arrodillada delante de la Virgen. La maestra vuelve y el padre que había rezado para que esto ocurriera le anima a que siga con las clases y que no la echen en falta sus alumnos. El periodista no quiere darse por vencido y viene desde Madrid a recriminar a Manjón su rotura con la joven, pero el padre le convence a casarse por la iglesia y Manjón es el encargado de administrar el Sacramento del matrimonio.

La película es un testimonio de la situación social andaluza en los años veinte, pero puede serlo de los años cuarenta. Presenta una Granada con el esplendor de sus conocidos rincones y monumentos hispano-mulsulmanes, aunque además muestra los rasgos culturales y la situación social de la mayor parte de la población granadina. Situación social parecida de la región andaluza y del resto de la España del momento. La respuesta la proporciona la propia película ofreciendo imágenes de algunos de los centros construidos por la obra de Manjón. Las escuelas del Ave María fueron apareciendo por todos aquellos lugares que no podía atender la escuela pública, unos lugares donde había un alto índice de marginación y de la miseria más absoluta.

El film comienza y termina con una voz en off que recita unos versos en tono nostálgico y grandilocuente. Este poema en una de sus estrofas dice: «Fue aquí, donde un precursor iluminado a forjar vino almas/ como el que injerta rosas». En otra parte del poema hablando de los gitanos exclama: «… pues contemplando la existencia dura de la raza gitana, agria y bravía». Aparece el tópico insulso e insultante del gitano haragán, el perro denominado por los andaluces y de la gitana que haciendo canastas mantiene a la familia. Las cuevas llenas de turistas alegres que jalean sin cesar a un cuerpo de baile y a unos guitarristas incansables y siempre en disposición. En el encuentro de Manjón con María Jesús, los niños gitanos estaban peleando entre chumberas y pitas. Uno de sus juegos era hacer grupos contrarios y combatir tirándose piedras hasta resultar heridos. El padre intenta apartarlos y María Jesús le tira una pedrada en la cara. El cura ensangrentado le pregunta por su nombre y quienes son sus padres, la niña responde que no tiene madre y que su padre está muy lejos en un pueblo que se llama «Ocaña». María Jesús y su hermano Manuel son protegidos por el cura y salen de ambiente de marginación para estudiar.

El sistema de enseñanza que impartían las escuelas del Ave María lo muestran algunas secuencias, los contenidos tenían una importante carga religiosa, los niños rezaban tanto al empezar como al terminar la clase y recorrían la ciudad rezando el Rosario. Practicaban la enseñanza al aire libre con participación de los alumnos, en el propio suelo construian una maqueta que representaba los continentes y llenaban de agua el resto para simular los océanos y los mares, los niños atravesaban continentes y mares indicando sus nombre y recibiendo un premio si acertaban. Una iniciativa del padre fue la creación de un «ropero infantil» que llevaban las damas ricas de la ciudad. La preocupación de manjón era la salud espiritual de sus profesores y no quiere que María Jesús estuviera en relaciones con un ateo. Ella decide romper con Carlos.

– Máría Jesús: Carlos es preciso que lo nuestro termine.

-.Carlos: ¿No comprendo la causa?

– María Jesús: Yo soy creyente, tú no solamente no crees, sino que combates en el libro y en el periódico a los que creemos.

La enseñanza aprovechaba cualquier disciplina para introducir el pensamiento religioso. En una secuencia que Manjón está explicando geometría forma con los alumnos un triángulo rectángulo y pregunta como se llaman los lados del triángulo. Luego con el triángulo en el encerado expone lo siguiente: «pero el triángulo representa más que una figura geométrica, el cateto que sirve de base representa la Fe. La Fe dirigida hacia arriba es la Esperanza y la Hipotenusa uniendo la Fe y la Esperanza es la Caridad, la más grande de las Virtudes. El enfoque didáctico del Ave María era religioso-ideológico, la película introduce el pensamiento castrense de acuerdo con el espíritu del Movimiento. En una de las secuencias, el padre pronuncia un discurso solemne dirigida a los muchachos, los alumnos están en posición militar vestidos de blanco y atentos a las palabras del sacerdote. La cámara recorre la formación con una serie de panorámicas descriptivas, los cambios de planos se suceden hasta aproximar al personaje que habla. El padre desde su tribuna se dirige al grupo de alumnos, da las voces correpondientes hasta la formación como una compañía militar, a continuación comienza el siguiente discurso que los niños escuchan atentos:

«Vamos a formar un batallón infantil para acostumbraros a todos a la disciplina militar, pero quiero advertiros a todos que esto además de un juego es una enseñanza. Después de Dios, la Patria está por encima de todo en la tierra. Y es obligación nuestra defenderla hasta morir. La Patria es amor, respeto y veneración a nuestra historia, lengua y creencia. El que no ama a su madre es un tipo repugnante que no merece el respeto de la sociedad. El que no ama a nuestra madre España, es un degenerado y no merece vivir en la Patria a la que odia. Quien dice Patria, dice historia propia. A más graduación menos tranquilidad, al Jefe hay que compadecerle más que envidiarle, por eso os digo que se puede dar por satisfecho quien no tenga que mandar más que en sí mismo. Vuestros profesores os dirán quienes han sido designados jefes y quienes soldados.

A medida que avanza el discurso los niños se transforman hasta que aparecen vestidos de marinos, las secuencias siguientes serán un desfile por las calles de la ciudad, uniformados de marinos y música de marcha militar. Su paso va causando la curiosidad de las personas que abarrotan totalmente las aceras para verlos desfilar, la gente grita de entusiasmo por aquel desfile, mientras tienen palabras de alabanzas para el padre Manjón por haber conseguido el prodigio. En esta secuencia dos gitanos sostienen un diálogo alusivo al acto, las palabras de los personajes tienen algunas lecturas en la España del momento:

– Gitano1: ¡Madre mía de mi arma, si todos esos se volvieran guardias civiles!

– Gitano 2: Las carnes se me abren na ma he pensalo.

El 8 de octubre de este año tiene lugar la «Inauguración del Curso Académico 1.942-43″ y el acto se celebra en la Universidad Central de Madrid. En este acto universitario hay discursos del ministro de Educación Nacional y del jefe del S.E.U. El Jefe Nacional del S.E.U. El camarada Guitarte recuerda a los presentes lo siguiente: » ¿Os acordáis camaradas, cuando presentíamos el amanecer en la alegría de nuestras entrañas? Brazo en alto afirma que ese momento había llegado, que ya había amanecido y que marchaban todos «al sol hacía la plenitud del mediodía». En el acto había una entrega de diplomas a los alumnos destacados en el año anterior de distintas disciplinaas. El ministro puso “de relieve los ideales educativos del régimen mediante un importante y emotivo discurso”. Discurso en el Paraninfo de la Universidad Central:

«Servir es, ante todo un atributo, un atributo del amor. Se sirve de verdad a la Patria, cuando un vínculo de sangre filial nos atrae consecuentemente a ella.

Pero el servicio representa, además, una corriente de fe. Para a venturarse a una empresa hay que creer primeramente en ella. La confianza, la fe en el ideal, arrastra a las muchedumbres a servicios heróicos por lo que es hoy nuestra unión: Preparar las nuevas centurias de servivio a España en los nuevos frentes nacionales del esfuerzo físico y del espíritu, del trabajo del músculo y del cultivo de la inteligencia. No regateemos, sin embargo, la decidida proclamación de que aquí existe ya un cuadro selecto de servidores de la Patria, que en el silencio del trabajo diario laboran por España, dando con su tarea recatada un alto ejemplo de noble y austero sacrificio. Mas no basta esta total consagración y entrega a las exigencias culturales con que en esta hora reclama el Estado nuestro generoso servicio.

Se precisa además amar entrañablemente a esta España gloriosa con apasionamiento sin medida, poniendo como cenit de nuestro afán la recuperación de su grandeza. En este sentimiento está la razón última de nuestra solidaridad, que, por encima de toda clases de matices, el amor a España ha de ser siempre lazo indestructible que una a todos los hombres que sientan de verdad, como quería Jose Antonio, el orgullo bendito de haber nacido españoles».

El film Forja de almas no es un elemento aislado en el panorama cultural de la España autárquica, la obra responde al enfoque ideológico que impregnaba la práctica cultural y educativa de su tiempo. El ministro Ibáñez Martín fue un digno representante de la tendencia tradicional católica, aunque su conservadora visión del saber lo tuviera que compartir en los primeros años con la todavía influyente orientación falangista. El nacional-catolicismo sirvió de modelo educativo de la España franquista, que en los primeros años los elementos falangistas estaban presentes. La concepción fascista-falangista de lo nacional y lo histórico-espiritual fue llevado al sentimiento cotidiano. Ideas presentes en el discurso programático del padre Manjón. Las palabras del cura parecen inspiradas en las consignas del «Servicio Español del Magisterio». En la didáctica del Magisterio las disciplinas venían marcadas por el pensamiento político y religioso. Los maestros estaban obligados a simpatizar con el sistema franquista y debían impregnar su trabajo de educadores en el «Sentido religioso y militar de la vida».

La película de Ardavín hace una pequeña crítica al Poder, aquí representado por el ministro de la Gobernación. En la realidad histórica española no había terminado el segundo gobierno de Franco, cuando el Generalísimo decide un «relevo ministerial». El 3 de septiembre de 1.942 es sustituído el general Valentín Galarza por Blas Pérez en el ministerio de Gobernación. Don Blas Pérez González catedrático de Derecho Civil de Barcelona y jurídico militar había hecho una importante carrera hasta llegar al ministerio. En este ascenso es compañero de Martínez Fuset, el hombre que llevaba las firmas de las sentencias de muerte a Franco a la hora del café y fue su asesor jurídico. Blas Pérez fue ministro de la Gobernación desde 1.942 hasta 1.957, durante este tiempo uno de los hombres de la completa confianza del Caudillo. Blas Pérez formó una policía política tan dura como eficaz para el régimen. Ambos son claves para neutralizar la influencia política de la Falange, de tal manera que sus actuaciones no estaban bien vistas por los sectores falangistas más radicales.

Otra secuencia relata la visita del ministro de la Gobernación, el padre Manjón es presentado al ministro como una «Gloria de la Patria y de la Cristiandad». El ministro declara estar interesado por su obra y pide que haga una demostración de su pedagogía innovadora, el cura accede y coloca a los alumnos ante un mapa de España.

– Manjón: ¡Oid niños, atended! Este caballero es el ministro de la Gobernación de España, vive en Madrid, pero como él no puede atender directamente a todas las provincias, nombra gobernadores en cada capital. Supongamos que está vacante la plaza de… Valencia. El que quiera ser gobernador de Valencia que se dirija a su capital a tomar posesión, cuando yo dé una palmada. Manjón da la palmada y los niños se precipitan todos sobre el mapa.

– Manjón: ¡No, no, así no! Corriendo y atropellando no se va a ninguna parte, la postura natural del hombre es en vertical y agachándose pierde su dignidad humana. Aunque esto de empujar y atropellar, no será desconocido para el señor ministro.

El ministro mira contrariado el ejemplo y Manjón dice «listos otra vez».

– Manjón: Vamos a ver ¿quién quiere ser gobernador de verdad? El buen gobernador ha de ser inteligente, afable, culto, bondadoso, justo, honrado, caritativo… ¡ que levante el dedo el que reuna esas cualidades! -Los niños quedan serios y quietos.

– Manjón: Ninguno la levanta, ¿comprendéis que no todo el mundo puede ser gobernador? No aceptéis nada que no conozcáis bien y podáis desempeñar dignamente.

-Se despide el ministro y comentan dirigiéndose a Manjón: «parece que el ministro puso mala cara, cuando dijo usted lo de empujar y atropellar».

Carlos decide hablar con el cura y aclarar las cosas sobre María Jesús, el cura explica aritmética a sus alumnos, en la pizarra está la operación de la recta, un triángulo que representa a Dios y las tablas de la Ley. El padre habla mientras señala el dibujo.

– Manjón: A ver niños repasemos, en esta operación ¿esta cantidad se llama…? minuendo- contestan todos- y ¿ésta?… sustraendo, y ¿ésta?… recto.

El cura advierte la presencia de Carlos que lo miraba y dice:

Mánjón: ¡Oid niños! En el mundo moral el Credo y el Decálogo se dan la mano, por eso quien enseña a creer, enseña a amar y quien resta fe resta virtud. De lo que Dios enseña y manda nada se debe disminuir, no hay minuendo. Nada se debe sustraer, no hay sustraendo. Es una suma que no admite resta.

– Manjón:-Mira hacia Carlos y le dice: ¿deseaba usted algo de mí?

La película es un film de evocación poética y sentimental. Forja de almas responde al tipo de obras de exaltación de los valores raciales y patrióticos de la primera década del régimen. Toca el tema de la Andalucía profunda y el ambiente social de los gitanos, la película termina con una voz en off que recita la parte final del poema diciendo: «Mientras el triste son de esa campana/ dice que está llorando España entera, / Y pues él se dió a ella en alma y vida/ y en ella repartió su corazón, / la España, triunfadora, no le olvida./ ¡Gloria al ilustre don Andrés Manjón!

Un texto escolar de Historia de España de estos años dice:

«¡Soy español!

Y los millones de hombres que murieron por España y por la fe de Jesucristo, y los que hicieron las catedrales y los castillos, y los que descubrieron América son mis abuelos.

Y las manos que hicieron la «dama de Elche», y las que pintaron los cuadros más hermosos del mundo, y las que escribieron los versos más lindos y los libros más sabios se han hecho tierra de España.

España es la misma ahora que antes y será la misma siempre. ¡España es eterna! ¡Yo soy una parte de España!.

España necesita que yo sea buen cristiano, que yo trabaje, que yo estudie, que yo quiera a todos los españoles como se quiere a los hermanos.

Y si España necesita mi vida, mi vida tengo que darle»(…)».

 

El libro tiene por cada tema una serie de sugerencias y en ellas se defiende la necesidad que los niños comprendan lo que ha sido «el corazón inmenso y profundo de su Patria», a través del recorrido y con el ejemplo de las proezas de los héroes y santos. Es una sagrada herencia que los niños tienen que recoger de sus padres:

«Esa frase «¡Y yo soy una parte de España!», tiene que quedar grabada a buril y fuego en cada cerebro y en cada corazón.- «Queremos- hemos escrito en otro lugar- que cuando los niños griten «¡Viva España!», sepan la trascendencia real, inconmensurable y profunda de su anhelo y de su clamor.» Y eso mismo repetimos aquí.- Una última observación a los Maestros: Tenemos que «formar españoles», y en la alta y difícil y necesaria empresa no hay tiempo ni recursos que perder«.

Malvaloca VI

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