La localidad francesa de Pau, al sur del país vecino, ha sido el escenario presuntamente del último caso de violencia de género de ciudadanos españoles. Un hombre de nacionalidad francesa, que según algunos testigos había sido denunciado por su esposa por violencia de género, ha prendido fuego a su vivienda en este municipio francés cuando se hallaba dentro junto a su esposa, su hijo de dos años y los padres de esta, que estaban de visita estos días de verano.
Los bomberos constatan que había “mucha sangre” en la vivienda incendiada posteriormente por el presunto asesino machista
Vecinos de la familia presuntamente asesinada por el maltratador han asegurado a medios franceses que escucharon una fuerte discusión en la vivienda a las cinco de la madrugada. Los testigos aseguran que las peleas eran frecuentes en la pareja y que ella había presentado una denuncia contra su esposo por malos tratos.
El representante del Ayuntamiento de Pau Marc Cabane ha explicado a los periodistas presentes en el lugar del suceso que “probablemente el incendio fue provocado por el autor [del crimen], que después se suicidó”. “Había mucha sangre por todo el apartamento”, ha añadido el portavoz municipal. La policía judicial francesa se ha hecho cargo de la investigación y el consulado español en la citada localidad está trabajando para confirmar las identidades de las víctimas.
Una llamada de los vecinos a los bomberos pasadas las 6,30 horas de este martes puso en alerta a las autoridades, que pudieron constatar que el humo salía abundantemente por esta vivienda ubicada en el primer piso de un edificio de cuatro plantas. Los bomberos hallaron los cinco cadáveres y un sofá en llamas.
