Las ‘machomáticas’ no fallan. Cada vez que un juez envía a prisión a una mujer por denuncia falsa contra su presunto maltratador los medios dejan atrás la prudencia que estos casos exigen y se vuelcan en dar pelos y señales de los detalles que han llevado a esa mujer a mentir presuntamente para que un juez envíe a prisión a su presunto maltratador.

Lo que se dice muy atrás, en los últimos párrafos de estas mismas informaciones, es que esa misma mujer –que ahora está en prisión sin fianza y que se puede enfrentar a una pena de entre seis meses y dos años por simulación de delito y denuncia falsa– está a la espera de que se tramiten otras nueve denuncias previas contra su ex cónyuge, que fue puesto inmediatamente en libertad pese a haberse saltado previamente una orden de alejamiento que pesaba sobre él.

Los datos oficiales de la Fiscalía General del Estado son contundentes en este apartado de denuncias falsas por violencia de género: el pasado 2015 se presentaron en España un total de 129.292 denuncias por violencia machista, de las que sólo el 0,0015% eran falsas.

El profesor Miguel Lorente, médico forense y experto en asuntos de violencia de género después de ostentar el puesto de delegado del Gobierno para la Violencia de Género en el Ministerio de Igualdad durante la etapa de Zapatero, ha acuñado el palabro de ‘machomáticas’ para acotar la problemática de las denuncias falsas por violencia de género.

Lorente define ‘machomáticas’ por “el conjunto de reglas y procedimientos que utiliza el machismo para alcanzar los números exactos y las conclusiones necesarias para que todo encaje en su universo XY, desde el que poder hacer pasar una realidad por otra con la fuerza de su palabra”, explica en un artículo publicado en su blog Autopsia (“Ver por los propios ojos”).

Explica el profesor Lorente que se deber recordar “que el poder del machismo se concentra en dos grandes elementos; por una parte, en la capacidad de condicionar la realidad para que las cosas sean como tienen que ser según el orden, las ideas y valores que ellos han decidido que deben actuar como referencia. Y por otra, en la capacidad de dar significado a la realidad, especialmente cuando se aparta de su modelo, que es cuando podría ser cuestionada”.

Lorente afirma que los hombres machistas, “en su desesperación”, han llegado a los números y a las “machomáticas” para “intentar callar las palabras que los cuestionan”, de ahí que hayan inventado “un lenguaje particular a base de cifras para que luego las letras les sigan dando la razón. Es una lengua muerta que ni siquiera ellos entienden, pero la presentan como una divinidad, como algo en lo que necesitan creer para darle sentido y trascendencia a unas vidas construidas sobre la mentira del machismo”.

De las 18 denuncias incoadas en 2015 por supuesta falsedad, solo dos acabaron en condena, una por conformidad

Por todo ello, pese a la contundencia de las estadísticas aún existen estamentos oficiales, sin contar tertulianos incendiarios defensores de realidades inverosímiles por machistas, que avalan la enorme visibilidad pública que adquieren estos casos extremos y mínimos en el conteo oficial.

Como por ejemplo el conocido periodista especializado en criminología Francisco Pérez Abellán, que mantuvo en el programa de 13 TV ‘Detrás de la verdad’ sin ningún fundamento que se base en datos oficiales que está convencido de que “son muchas más” las mujeres que presentan denuncias falsas en los juzgados de urgencia y de violencia de género.

El punto de vista del mediático abogado y ahora de nuevo juez de Sevilla Francisco Serrano también es sintomático en este sentido. El Tribunal Constitucional lo acaba de reintegrar en la carrera judicial tras anular la condena del Supremo a diez años de inhabilitación, después de que fuese condenado por un delito de prevaricación culposa por cambiar el régimen de visitas de un menor fijado por otro juzgado. Serrano se convirtió en un azote mediático contra la ley de violencia de género aprobada en 2004 por el Gobierno de Zapatero. Llegó a decir sin ambages que la vigente norma se redactó “contra el hombre” y la calificó de “derecho penal de autor”.

Francisco Serrano.
Francisco Serrano.

Pero el juez fue mucho más allá cuando comparó la situación de los hombres acusados de violencia de género con la cárcel de Guantánamo: “Cuando a un hombre se le denuncia, a la cárcel; y la llave, tirada”, aseguró en una entrevista en febrero de 2009. Serrano se afilió en 2014 al partido Vox, sin éxito en su candidatura a la Junta de Andalucía en 2015. En otra de sus sonadas invectivas, Serrano aseguraba que “la ideología de género lleva detrás la destrucción de la familia”. Y para redondear sus argumentaciones, el juez está convencido de que las desigualdades y situaciones injustas “llevan a más violencia donde antes no la había e incluso a hombres que se suicidan”.

El juez de familia defiende sus propias estadísticas, nada que ver con las oficiales: Serrano asegura que solo el 14% de los casos denunciados en los juzgado de Violencia sobre la Mujer responde a violencia habitual, mientras que el 86% restante “son situaciones de ruptura de pareja en las que se dicen de todo menos guapo”.

Pero para contundencia en el tema de la violencia de género, los datos oficiales: casi la mitad de las mujeres asesinadas este 2016 había interpuesto una denuncia previa contra su asesino, más concretamente el 42,9% del total. Cada año se superan las 60 mujeres asesinadas por sus parejas o ex cónyuges entre un total de 700.000 maltratadas. Y pese a todo, aún se propala sin fundamento alguno que hasta ocho de cada diez denuncias de este tipo son falsas, cuando la realidad la rebaja al 0,0015%.

Otro dato contundente al que ningún estamento oficial responde: por qué se ha pasado en 2012 de un 19,2% de mujeres asesinadas que habían denunciado previamente a estar apenas cuatro años después en un alarmante 42,9%. Aquí los medios de comunicación en general se paran mucho menos, está claro que un hombre enviado a prisión por una presunta denuncia falsa de su pareja o ex pareja vende mucho más mediáticamente. Machismo sin concesiones.

La Memoria Anual 2016 de la Fiscalía General del Estado aporta los datos contundentes que deberían desterrar cualquier tipo de duda en este espinoso asunto de las denuncias falsas. Y sin embargo, los medios de comunicación se siguen volcando en propalar estas informaciones que, según todos los expertos en violencia de género, hacen un daño inmenso a esta causa, ya que el minúsculo porcentaje de denuncias falsas por violencia de género es más que suficiente para rebatir las voces que insisten en al prevalencia de éstas.

Paco Pérez Abellán.
Paco Pérez Abellán.

De las 129.292 denuncias por violencia de género contabilizadas en 2015, solo se incoaron 18 causas por denuncia falsa, de las que ocho fueron archivadas o sobreseídas provisionalmente, ocho siguen en tramitación y dos acabaron en condena, una de ellas con conformidad. Esto se traduce en un dato abrumador: tan solo el 0,0015% de las denuncias presentadas fueron falsas. Considerando los datos desde el año 2009 hasta el pasado 2015, la Memoria anual de la Fiscalía revela que tan sólo el 0,0069% de las denuncias por violencia de género se ha acreditado que eran falsas. Incluso si los 90 casos que estaban en tramitación al momento del cierre del informe resultaran en condena, el porcentaje de falsedad no sobrepasaría el 0,0099% de todas las denuncias.

Miguel Lorente acaba de recibir el premio Pedro Zerolo por su “compromiso por la igualdad de género”. El galardón está organizado por Escola de Pensament Feminista Amelia Valcárcel.

 

5 COMENTARIOS

  1. En resumen, «como hay maltratos, no hay que contemplar ni castigar otros delitos».
    Bien con su lógica feminista, coo siempre fallando la prueba de la realidad y la cordura.
    Señor Natalio Blanco, es usted una deshonra para su género y un desesperado por aprobación femenina, un eunuco en pocas cuentas.

  2. Vuestros comentarios llenos de miedo y odio son el mejor aliciente que nos podéis dar a las las feministas (feminazis para que lo podáis entender vosotros) para que continuemos en nuestra lucha por la igualdad política y social.
    Gracias Miguel Lorente y gracias Natalio Blanco por vuestra ayuda.
    Ya sabéis «no hay mayor ciego que el que no quiere ver…»

  3. Partiendo de la base de que el 71% de las denuncias nunca llegan a ser juzgadas, ese 0’0015% es ya de por sí una farsa. Para que una denuncia sea oficialmente falsa debe pasar por varios filtros: 1.- Haber entrado en proceso judicial (29% de las denuncias) ; 2.- Retirarse la denuncia durante el proceso judicial por orden del juez (70 denuncias en 2015); 3.- Determinarse falso testimonio (18 denuncias en 2015).

    Si tenemos en cuenta que 18 son el 26% de 70, ya se deduce un 26% de denuncias falsas. Pero si tenemos en cuenta el 71% de denuncias que nunca se llegan a juzgar, tranquilamente podemos montarnos en 100.000 denuncias falsas o improcedentes cada año de entre las 130.000 que se presentan. Eso sí, sólo 18 afortunados conseguirán limpiar sus antecedentes penales.

    La razón de que en 4 años haya aumentado un 250% el número de mujeres asesinadas que habían presentado denuncias por malos tratos es sencillo: Los hombres ya saben que con una denuncia ellos pierden el derecho a la custodia de sus hijos y les arruinan la vida, y en consecuencia cada vez son más los que deciden matar a la falsa denunciante.
    Yo soy gay y no me veré en esa situación, pero entiendo perfectamente a quien opta por la vía rápida.

    Cada año se suicidan más de 600 hombres en proceso de divorcio, pero esto no interesa contarlo.

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