Todo el submundo de placeres y debilidades con el que un constructor de Valdemoro agasajaba a  Francisco Granados, ex secretario general del PP  ha quedado revelado en el sumario de la Púnica. Visitas a clubes de alterne, un picadero, boxes para caballo, joyas Cartier, cabezas de toros Miura, “putitas de confianza”… el cabecilla de la trama disfrutó de numerosos regalos a lo largo de ocho años.

Un informe de la Guardia Civil incorporado al sumario de la causa que investiga el juez Eloy Velasco repasa todos los presentes ofrecidos por Antonio Pardal a Granados. Durante una de sus visitas a la Feria de Abril, con todos los gastos pagados, el ex secretario general de Partido Popular se hacía llevar al exclusivo hotel Alfonso XIII sevillano “putitas de confianza” para amenizar su alojamiento.

El chófer de su coche de lujo le transportaba a “las casetas y las corridas de toros” pero también “a clubes de alterne, como uno situado en la Avenida de las Palmeras, cerca del campo del Betis”.

Un testigo ha manifestado que llegó a recoger a “dos señoritas llegadas de Barcelona que se alojaron en el mismo Alfonso XIII” y añade que su jefe le explicó que se trataban de “las putitas de confianza” del ex diputado regional popular José Miguel Moreno.

Granados disfrutaba también en su casa de Valdemoro de un picadero para albergar dos caballos, joyas, ropas de alta costura, almuerzos en restaurantes de lujo como el Jockey o el Zalacaín en Madrid. Otro de los detalles desvelados por el testigo es que el constructor acostumbraba a regalar a Granados trofeos de caza y cabezas de toro Miura. Los presentes se prolongaron entre 1999 hasta el año 2007.

Todos los regalos fueron hechos por Pardal, que como promotor industrial, desarrolló naves industriales en la localidad madrileña de la que fue alcalde Granados. El empresario se justificaba diciendo “es el único político que nos ha dado de comer y hay que repartir”.

El informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil incluye fotos entre las que se incluye un trofeo de cabra montés y dos cabeza de Miura. Los agentes han constatado también los pagos de estancias en Sevilla que Pardal sufragaba a Granados y constata que el ex secretario general popular estuvo en la ciudad “en fechas cercanas a las corridas donde fueron lidiados los astados”.

Este informa también refleja los regalos enviados por el constructor a sus amigos en las Navidades de 2004. Granados recibió un Cartier de oro adquirido en la joyería Yanes. Otros implicados en la trama recibieron presentes como plumas Montblanc o relojes de carrillón.

El empresario no obtuvo como contrapartida solamente la adjudicación de sus obras.  Su hija Clemencia fue “colocada” en el Ayuntamiento de Valdemoro con despacho propio.  Causó baja el mismo día que Granados cesó como Consejero de Presidencia, Justicia e Interior.

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