En un video en donde muestra un comportamiento peligroso en su comunicación no verbal, el personaje que guarda nexos con la raigambre más vieja de nuestro sistema político así como con grupos de interés altamente cuestionados por su signos mafiosos; hace un ataque furibundo, propio de la desesperación, en contra de quien encabeza el movimiento político más significativo de nuestros tiempos: Morena.

Aquí la primera razón de su enojo: el próximo 4 de junio habrá elecciones para elegir 212 nuevos presidentes municipales, una elección decisiva a la mitad del cortísimo periodo de recién estrenado gobernador, quien ya va de salida.

En las elecciones intermedias federales de 2015, los resultados sorprendieron a muchos: Morena se estrenó ocupando el tercer lugar, ganando los distritos de Xalapa (la capital) y arrasando en Coatzacoalcos (zona ampliamente petrolera).

Para el año siguiente, en la contienda para la denominada mini gubernatura, la sorpresa fue mayúscula, de ese 12.07% de la elección anterior, el candidato de Morena y diputado federal por Xalapa, Cuitláhuac García Jiménez, llegó oficialmente a 26.40%, colocándose en posición de triunfo frente a los contendientes únicos hasta entonces: PRI y la alianza PAN-PRD.

Ése crecimiento no ha parado, al contrario, se ha expandido a cada zonal y rincón del estado, el tercero más poblado de México. Xalapa (con 610 mil habitantes), la capital, está etiquetada por propios y extraños, para Morena; otras ciudades importantes, como Coatzacoalcos (320 mil), Córdoba (218 mil), San Andrés Tuxtla (165 mil), Tuxpan (162 mil) o Papantla (162 mil), muy probablemente serán gobernadas por los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional.

El continuo y sustancial crecimiento del partido encabezado por Andrés Manuel López Obrador en Veracruz, orienta la elección del año entrante para elegir al gobernador, en un triunfo prácticamente imparable de Morena.

Lo cual, en una democracia real, no sería un problema para el gobernante en turno, sino sólo un hecho social que habría que respetar y aún con molestia, aceptar. Pero no en México, en donde la perpetuidad en el poder es el anhelo de todo aquel que llega a un cargo, ya sea personalmente, o por medio de terceros, como pretende hacerlo Yunes Linares, en la persona, nada menos y nada más, que de su hijo: Miguel Ángel Yunes Márquez.

Si al hecho de que su aspiración política-familiar peligre le añadimos los antecedentes del hoy gobernador, estamos ante un problema que a cualquiera haría sudar frío. Se trata de su futuro.

Yunes Linares tiene amplios, conocidos y bien documentados, vínculos con redes de prostitución infantil ; durante la campaña del año pasado, la guerra sucia entre primos (Héctor Yunes, su primo hermano, compitió por el PRI), documentó un enriquecimiento personal y familiar impresionante del entonces candidato panista ; cuando fue connotado priísta así como cuando estuvo en el gobierno panista de Vicente Fox, el hoy brabucón Yunes Linares, fue conocido por sus rasgos autoritarios y represivos, así como una conexión jamás explicada, con la primera fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

El amplio expediente público, y el aún privado, de nuestro personaje, resumen muy bien sus temores. Durante décadas estuvo obsesionado con ser gobernador de Veracruz, la oportunidad que finalmente le permitió ocupar el cargo, resultó ser corta y con una incómoda coyuntura: el fin del esquema de complicidades políticas en las que se ha movido como pez en el agua durante años.

Ahora tiene sólo la opción de hacer hasta lo imposible por evitar el arribo de Morena al gobierno del estado, probabilidad más alta, incluso, de que llegue a la Presidencia de la República; para lo cual, debe ingeniarse toda clase de artimañas, tantas, como su imaginación se lo permita.

Pero es una carrera inviable, pues se opone a una marea popular cansada de que los criminales como él, gobiernen.

Por lo que no nos preguntemos si Yunes meterá en la cárcel a Duarte, porque no sucederá. Más bien esperemos el momento en el que Cuitláhuac, haga lo propio con Yunes; y así, en este país, los patos dejen de tirarle a las escopetas.

Artículo anteriorProsas reunidas
Artículo siguienteLa visión de conjunto y las causalidades
Conferencista, participante y delegado en múltiples eventos internacionales en Azerbaiyán, Francia, Argentina, Cuba, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador, República Dominicana, Perú y Brasil. Escribo en Milenio Diario y asesoré a los secretarios de gobierno de Puebla y de la Ciudad de México. Soy el único mexicano que ha presidido la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe, en su apartado juvenil (COPPPAL-Juvenil). Egresé de la Facultad de Derecho de la UNAM y me he especializado en derecho electoral. A los 27 años competí por una diputación local en Puebla. Actualmente estoy convencido de la regeneración nacional en MORENA, y trabajo para ello, en Huauchinango, Puebla, donde nací.

1 COMENTARIO

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre