Los testimonios de las víctimas del IRPH son el mejor contenido para que España entienda lo que están viviendo más de 1,3 millones de personas a las que se les impuso una cláusula abusiva en sus préstamos hipotecarios. Es así porque, en la gran mayoría de los casos, esas condiciones les fueron impuestas sin información o con falsas promesas de estabilidad en el índice sobre el que se actualizan sus hipotecas.

Es importante ver cómo la banca se ha aprovechado de situaciones límites para imponer unas condiciones abusivas. Sin embargo, ahí no acaba el asunto, puesto que, una vez que la Justicia ha ido anulando diferentes tipologías de IRPH, las entidades financieras, en muchos casos, no negociaron con sus clientes la modificación del índice ni la tipología de la revisión de los préstamos y cambiaron las condiciones unilateralmente a un tipo fijo en un escenario en el que el Euribor estaba bajando, por lo que estas personas continuaron pagando más por sus hipotecas. Ellos mismos nos lo cuentan.

«Todo empezó el 6 de julio de 2006, aunque en ese momento no éramos conscientes. Nos lo vendieron como un índice muy estable y que era mejor, por ello, como tontos, nos lo creímos. En 2014 me quedé en paro y empecé a ser consciente de que algo pasaba con la hipoteca, ya que, al contrario de la mayoría de gente, la mía no bajaba. Comencé a buscar información por internet y me di cuenta de que nos habían engañado con el IRPH. Busqué la escritura de mi hipoteca y no la tenía. Fui a la notaría y pedí la copia simple y resultó que al desaparecer el IRPH y su sustituto (CECA), se me quedó la hipoteca a un 3,3336% fijo hasta fin de hipoteca cuando yo había firmado una hipoteca variable. Yo continúo en paro y pagamos 816 euros cada mes sólo de hipoteca con un sueldo de 1400 euros en 12 pagas, por lo que es imposible llegar a final de mes. Gracias a que nuestras familias ayudan en lo que pueden. Pero los dolores de cabeza, el insomnio y demás no te los quita nadie. No es justo».

«Todos los días me levanto pensando en la misma pesadilla. Hace 12 años cometí un error que jamás me perdonaré, jamás, porque afecta directamente al bienestar de mi hija, al bienestar de mi familia. Me siento engañado, estafado, violado, ultrajado. Mi maldita hipoteca, esa por la que por tener IRPH pago 400 euros de más, esos 400 euros que hacen que viva asfixiado, que limitan al máximo las posibilidades de futuro de mi familia, que la palabra más repetida a mi hija sea “No puede ser”. ¿Quién en su sano juicio firmaría semejante índice? Llegar cada mes, mirar el recibo y ver cómo me roban me plantea siempre las mismas preguntas: “¿Por qué a mí? ¿Por qué permiten los políticos este robo? ¿Hasta cuándo?”. A nadie en esta vida le deseo mi angustia diaria, el continuo pensamiento en el maldito IRPH, la ansiedad de no poder llegar a fin de mes, esa angustia que me come, que afecta a mi salud no se la deseo a nadie, bueno sí, a los que me engañaron sabiendo que era mi ruina, a esos sí, a esos jamás les perdonaré»

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