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Los centros para menores, ¿acogida o negocio?

Diferentes voces denuncian irregularidades en los casos de niñas y niños tutelados por la Administración

María José Pintor
María José Pintor
Periodista en cuerpo y alma, licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco.
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análisis

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Tras los centros de acogida de menores se esconde la realidad más dura y sobrecogedora. Menores que han sido alejados de sus madres y padres, progenitores a los que el mundo se les puso del revés, y que tras sufrir crisis personales, económicas y conflictos llegaron a sufrir trastornos psicológicos.

Diario16 adquiere el compromiso de llegar al fondo de este asunto y de conocer realmente que hay detrás del incremento de la derivación de menores a los centros de acogida.

Hay miles de personas en España que consideran que la Administración les ha robado a sus hijos. Pero no sólo lo piensan ellos. Detrás hay abogados, asociaciones y otros colectivos que creen que no les falta razón.

A juicio de determinados profesionales, se trata de un Estado que niega el pan y la sal a quien más lo necesita, pero que no duda en pagar 4.000 euros al mes – en el caso más económico- para la atención de un menor en un centro de acogida. Algo rancio está pasando en el sistema. Mientras la sociedad prefiere no creer tanta barbarie.

Las comunidades autónomas tienen las competencias de Protección del Menor. De estas administraciones dependen estos centros de acogida, que salvo excepciones, son de titularidad pública pero de gestión privada a través de concesiones y concursos de la Administración.

Las cifras bailan en función de la situación del menor –que necesite o no tratamientos o cuidados especiales- y de la región. Pero el coste mensual de un menor en un centro de acogida oscila entre los 4.000 a los 9.000 euros.

Esto sorprende a quien defiende, como la escritora Consuelo García del Cid, que la crisis ha propiciado situaciones límites para familias que apenas recibían ayuda del Estado, pero que Protección de Menores sí ha intervenido para tutelar a sus hijos en un centro, incluso para conceder a otras parejas la acogida temporal y, en algún caso, incluso para acabar convenciendo a la madre, que sola y sin recursos, es vulnerable para acabar firmando una renuncia y permitir que su hijo sea dado en adopción.

Hay miles de progenitores en España que creen que la Administración les ha robado a sus hijos

García del Cid, en su libro El desmadre de los servicios sociales, cuyas conclusiones sobre irregularidades en la tutela de menor ha presentado hasta en el mismo Senado -lo que le ha llevado a hacer frente a una demanda- manifiesta que “hay mujeres sentenciadas en cuanto confiesan, avalada por la confianza que gana hábilmente un funcionario que se dedica profesionalmente a criminalizar familias, catalogar conductas e inspeccionar hogares”. A su juicio, “el mínimo desorden en una casa puede ser sentenciado como un síndrome de Diógenes”. Esta escritora insiste en que “dicen que están locas, ¿cómo estaríamos todas si nos quitan a nuestros hijos?”, manifiesta a Diario16.

Según explica, actualmente los colegios informan a los servicios sociales si lo requieren sobre asuntos como la tardanza en adquirir los libros de texto, el delantal u otro material escolar. “este retraso –explica la escritora- que responde casi siempre a carencias económicas, se tacha en el informe como desatención y olvido al menor”.

Lo cierto es que en vez de dar más recursos a estas familias para esas necesidades de sus hijos, la Administración prefiere, en algunos casos, invertir para la protección de los menores en centros donde no siempre reciben la mejor de las atenciones.

Consuelo García del Cid cree que la sociedad no se entera de lo que ocurre cuando se arranca a los hijos de sus madres y padres desde una Administración que ha fomentado el negocio entre empresas privadas y fundaciones, pero también órdenes religiosas.

La autora de El desmadre de los servicios sociales insiste en que el número de intervenciones ha aumentado ya un 273% desde que comenzó la crisis económica. “tenemos madres que fueron y son cruelmente separadas de su hijos”, insiste. “Ya no le llaman robo, se habla de intervención, quizá porque no tienen que buscar a sus hijos, porque se los quitan delante de sus propias narices para ser entregado a los servicios Sociales”, sentencia.

 

Construcciones

La especulación del suelo y la construcción también forman parte de este complicado entramado en torno a la tutela de los menores. El incremento de niñas y niños en centros de acogida, ha motivado que algunas administraciones fomenten la construcción de nuevos centros que acaban siendo gestionados por fundaciones.

Para Ana Isabel Lima Fernández, Presidenta del Consejo general del Trabajo Social de España y de la Federación Europea de Trabajo Social (IFSW Europe), este enfoque es alarmista. Sin embargo, a la hora de responder a Diario16 sobre si están garantizados los derechos de los menores en estos centros tutelados que dependen de empresas, órdenes religiosas u otras ONG´s, explica que “Podrían estarlo, como otros servicios sociales especializados que son gestionados de esta manera, son de titularidad pública, pero están prestados por entidades privadas o del tercer sector”. Lima cree que hay que dejar claro que “en los últimos años ha habido recortes sociales que también han afectado a los centros de protección a la infancia y en la medida de que no se pongan los medios suficientes para cumplir las leyes nos podríamos encontrar con deficiencias”.

Sin embargo, la máxima representante de los Trabajadores Sociales en España y Europa cree que “no se puede generalizar, depende de cada contratación, de los medios con se les dote, el personal, los centros y el control y la inspección necesaria que debe hacer la administración para que se cumplan los requisitos planteados en los contratos”.

Ana Lima entiende, a diferencia de Consuelo García del Cid, que no es tan fácil arrebatar a una familia a su hijo o hija. Desde la experiencia profesional del sector, afirma con contundencia a Diario16 que “ en mi opinión no es nada fácil, antes de tomar una de las medidas hay que hacer una buena valoración de cada situación y normalmente existen comisiones para valorar casos desde diferentes áreas del entorno del niño o niña donde otros profesionales son consultados”.

Las cuestiones de la infancia –explica Lima- “suelen ser situaciones de abordaje complejo y, dependiendo del nivel de riesgo, se plantea un trabajo previo con la familia para evitar proponer tomar medidas como la retirada de tutela por ejemplo. Normalmente son procesos muy largos y muy bien argumentados, así como son muy duros para los profesionales”.

Según aclara la representante de los trabajadores sociales, el proceso de tutela del menor funciona de la siguiente manera: “habitualmente otras áreas como educación, salud, vecinos etc., comunican a los servicios sociales de los ayuntamientos situaciones de riesgo de desamparo y son los profesionales de servicios sociales son los que primero estudian la situación, se reúnen para valorar con otros profesionales e intentan apoyar a la familia haciendo planes de intervención, sólo si eso no funciona se propone tomas una medida a los servicios sociales de la comunidad autónoma que toma una medida administrativa”.

 

Familia extensa

Son procesos complejos, manifiesta Ana Lima, “ donde hay una fase previa de información a la familia, además se intenta primero que se pueda asumir desde la familia extensa, antes de enviar a un centro de menores”.

La abogada Elena Rábade, por su parte, entiende, tras llevar dos años investigando esta situación, que sí hay motivos para la preocupación y ahondar en el tema de la tutela de menores. A su juicio, “se está realizando sin la previa supervisión judicial y esto tiene sus riesgos”. Según explica la letrada, “cuando se trata de internamientos psiquiátricos el juez interviene y va al centro, porque durante muchos años en este país se ingresó a gente que interesaba a familias o personas poderosas por temas económicos o de otra índole, y con el objetivo de que no volvieran a cometerse esas injusticias hoy son los jueces los que valoran in situ la situación”.

Rábade insiste en que “ahora a la Administración se le está yendo la mano con la tutela de los menores”. Según pone de manifiesto, “la relación, en muchos casos, de las madres con los Servicios Sociales es para que se te caiga el alma a los pies”.

¿Qué está pasando?, pues que, según Elena Rábade, “se está acogiendo a niños que se encuentran en situaciones graves, pero que se podían resolver de otras maneras y ayudando más a sus familias”. En casos de Violencia de género, según explica esta abogada, “las madres no tienen medios de vida, lo que les pasa el Estado no les llega para sacar adelante a sus dos hijos y la solución que encuentra la Administración es llevarles a un centro de acogida, donde se pagan alrededor de 65.000 euros cada vez que entra un niño, Y, entre 4000 y 9000 cada mes, dependiendo de la situación en la que se encuentra el menor”.

Según explica Rábade, “ese dinero viene de los fondos europeos, pero tampoco se entiende de qué partida específica se saca esta partida que va a parar a los centros de acogida”.

A partir del 2011, empiezan a construir centros para menores en las Comunidades Autónomas. Pero estas constructoras se transforman en fundaciones y se hacen cargo por contratación pública y tiene pinta de negocio, reconoce la abogada.

Rábade no cree, como defiende Ana Lima, que a la hora de la verdad, desde los Servicios Sociales se estén intentando, una vez que se decide separar a los menores de sus progenitores, buscar alternativas con la familia extensa. Es más, la abogada asegura que “cómo es posible que en este país, donde las abuelas están cuidando de los nietos desde que las mujeres nos incorporamos al mundo laboral, no se trate de dejar a los niños con ellas, en vez de en un centro tutelado”.

Elena Rábade entiende que, en la mayor parte de los casos, “Cuando los menores se los quitan a la madre, hay razones para hacerlo”, pero, a su juicio, hay que analizar por qué y cómo solventar esta situación para no separarles de sus hijos. Sería bueno saber “ Si es una crisis económica, de pareja o de qué tipo”.

Para esta abogada hay un doble interés en todo este asunto de la tutela a menores: “Económico de algunos y de mala práctica de otros”. A su juicio,” hay demasiados casos en que con un asistente social y un ingreso a la familia se podría solucionar”. Con los 4.000 euros mínimos que se paga a los centros de menores, se solucionaba la vida para siempre de una familia con problemas”.

Ana Lima, sin embargo, sí entiende, que puede haber negocio en esos centros de acogida de menores. Según manifiesta, “pueden ser un negocio, en la medida que se presentan empresas o entidades del Tercer Sector que cobran por prestar esos servicios”.

“Existen muchas prestaciones de servicios en la Administración Pública en general y en servicios sociales en particular, más de las que a los profesionales del trabajo social nos gustaría, debería haber más equilibrio entre centros públicos , concertados o privados, ya que en lagunas CCAA son casi un 80% privados”.

 

Externalización

Desde el punto de vista de los trabajadores sociales, “existe una excesiva externalización de los servicios en este sector. Pero el problema es, sobre todo la falta de medios para poder garantizar los derechos de los niños y niñas”.

“Uno de los problemas que yo veo es que a la hora de contratación de estas entidades  es que no existe una adaptación jurídica especial para los servicios sociales y se rigen por los mismos preceptos que la Ley de contratación que otros servicios”, manifiesta la presidenta del Consejo de Trabajadores Sociales de España.

Según su punto de vista,” Lo servicios sociales tienen que tener un tratamiento especial porque, en muchos casos, trabajan con personas en situación de vulnerabilidad y algunas de las decisiones que se toman afectan a sus derechos fundamentales2.

No se puede contratar a estas entidades teniendo en cuenta principalmente la parte económica, ya que la gestión puramente mercantilista queda fuera de la naturaleza del servicio, no se trata de un servicio de limpieza, explica Lima, quien cree que se dan los siguientes problemas:

  • Agilidad en los procesos de acogida para que los niños no pasen mucho tiempo en los centros
  • Falta de personal suficiente
  • Falta de capacidad para afrontar incidentes de violencia
  • Falta de inversión de recursos
  • Necesitan más control de calidad por parte de la administración publica. Los servicios de inspección y registro de las comunidades autónomas no tienen capacidad para hacer una labor adecuada con los centros y más bien responden a denuncias cuando se producen
  • Falta de recursos terapéuticos para los menores que lo necesiten (hay niños y niñas con problemas de conducta, salud mental, adicciones…)
  • Estos centro no pueden estar masificados
  • Necesitan una buena ratio profesional
  • En nuestro I y II informe sobre los servicios sociales en España ISSE, se demuestra que las condiciones de los profesionales que trabajan en entidades privadas y del tercer sector prestador de servicios tienen unas condiciones laborales más precarias que los que trabajan de manera directa para la administración

Todos ellos repercuten de manera negativa en la calidad del servicio que se presta

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21 COMENTARIOS

    • Hola a nosotros la Diputación de Gipuzkoa tiene nuestro hijo en un centro y estamos angustiados porque cada vez va peor y a nosotros a los padres no cuentan con nosotros para nada es una gran injusticia la que estamos sufriendo muchas familias. Y ahora no sabemos cómo sacar a nuestro hijo de este círculo tan perjudicial para nuestro hijo de 15 años si alguien sabe cómo hacerlo escríbeme por favor. [email protected]

      • Hola, hace tiempo que publicaste tu comentario, pero me gustaría saber cómo os encontráis y/o si habéis conseguido recuperar a vuestro hijo, ya que me parece denigrante el negocio oculto que hay con los menores y sus familias, y del que nadie habla,ni dale a la luz.
        Conozco varios casos de familias, padres,y/o madres solteras, que una vez que buscaron ayuda en Servicios Sociales, se encontraron con la retirada de sus hij@s por desamparo.
        ¿ Desamparo? He visto a alguna de estas madres con sus hijos, y puedo asegurar que anteponen a sus hijos antes que a nada. (Ojalá me hubieran tratado a mí en mi infancia de esa manera); sin embargo, les han retirado a sus hijos, alegando motivos inciertos.
        ¿ No existe ninguna asociación que dé voz a todas estas familias y a esos niños y niñas?
        Creo que es un tema muy importante, del que rara vez se habla, y ya va siendo hora de darle voz.
        Démosle voz por todos/as los que no pueden, por todas las familias que lo han sufrido, que lo están sufriendo y que posiblemente, lo sufrirán. ¡ Basta ya de injusticias!
        Un abrazo enorme desde Málaga, de una madre dispuesta a ayudar!

      • Esperar a los 18 años cojer un buen abogado analizar lo que hacéis mal porque la desesperación te lleva a cometer muchos errores que ahora no veis y por desgracia es así intentar visitas con el niño aunque ahora esté perdido si no empezáis ya se perderá luchar pero a lo legal con un buen abogado no denunciar no pelear con ellos porque encima nos tratan como conflictivos y más tiempo tú hijo es dinero para ellos no un niño ni una persona y si no te lo han dado ya algún fallo habido no pienses n la injusticia porque te mata por dentro piensa en cómo hacer las cosas bien y asesorado para que no sea tarde para tu hijo y con 15 años ya te va q costar pero no es imposible si no cuentan con vosotros es porque ya os consideran un peligro para el niño son unos hijos de puta te ven desesperado y más te desesperan el requisito principal para trabajar hay es ser pijo tonto o los criado j una burbuja y se creen mejor que nadie todos son sicologos mucho estudio se han esforzado en la vida para estar hay y la gente de barrio de pueblo que trabábamos desde los 14 o 15 porque tenía que haber pan en la mesa o tus padres no tenían que 20 o 30 mil euros para pagarte los estudios pues para ellos somos gentuza de pequeño tú padre te podía decir que eras un cabron y darte una buena Ostia si te lo merecías y no pasaba nada ahora darle una Ostia a tus hijos es maltrato una buena Ostia a tiempo ahora no estaríamos en esta mierda de país es que lo que hay

  1. Otro problema que seguramente tiene que ver con estas ‘irregularidades morales’ es la forma como se trata a las familias que se ofrecen para acoger y no se adaptan a los mojigatos estándares que les solicitan. En mi caso: Ser más joven (estoy unos cuantos años por debajo de los que marca el código civil para las adopciones), No ser un matrimonio de hombre y mujer (soy soltero) y que se le deben dar estímulos distinto a los mios (estoy muy orgulloso de los estímulos que aporte al niño y no creo que nadie me los puedan reprochar, lo que sucede es que no los conocen porque en las entrevistas, eso no les interesaba), además de engaños tanto a mí como al niño (sobre todo callando información), presiones a asociaciones para que dejen de contar conmigo,…. Pero conozco otros casos y en todos ellos se ha abusado de la prepotencia de tener la sarten por el mango.

  2. Es más: las Diputaciones abren Centros para Menores SIN AVISAR con tiempo a los Ayuntamientos para que no haya tiempo suficiente para reaccionar y los ciudadanos ni se enteren. Huele mucho a negocio, de lo contrario todo se planificaría con tiempo y con el consenso ciudadano que, en última istancia, debería siempre tener la última palabra.

  3. Me parece vergonzoso que se generalice así de situaciones puntuales. Quiero decir, que hay empresas que han metido mano a este tipo de servicios para lucrarse porque otros como la construcción se han visto afectados por la crisis pero hay muchas asociaciones y sociedades sin ánimo de lucro que dan este servicio subcontratadas por la administración con mucho mimo y siempre con el interés superior del menor por delante. En los casos que se hayan dado esas barbaridades que se leen en el artículo son culpa de las administraciones que no han supervisado como debían a esas empresas a las que dan subvenciones y licitaciones porque son las que ofrecen el servicio más barato. Yo he trabajo y conozco muchos centros de acogida y nunca nunca he visto estas cosas… A parte que como pintan a las familias biológicas como víctimas me parece muy peligroso. En estos casos las víctimas siempre son los menores y las familias pueden ser desde negligentes a maltratadores. Es una abanico muy amplio al que no deberían apelar…

    • Totalmente de acuerdo con tu respuesta. Mientras leía el artículo, me han venido a la cabeza varios casos en los que la retirada ha venido después de haber desplegado un abanico de opciones para evitar llegar a esta situación. Entre ellas, la dotación económica. Sin embargo, los menores han continuado sin ser atendidos de forma correcta. Leyendo el artículo, da la sensación que las retiradas se producen porque no hay dinero para dar de comer o vestir a los hijos. Sin embargo, no conozco ningún caso en que este haya sido el único motivo. Hay que cuidar esto, ya que podemos correr el riesgo de perpetuar el pensamiento de «servicios sociales quita a los niños», llevando a que familias que podrían ser ayudadas, no acudan por temor. Se habla en el artículo de que se permita a las abuelas cuidar de ellos en vez de meterlo en centros de menores. Ojalá en todas las situaciones esto fuera posible, pero hay que tener en cuenta que en la gran mayoría de situaciones, la historia actual viene de largo, desde la generación anterior, por lo que es imposible poder contemplar el acogimiento en familia extensa. No voy a negar que hay muchos profesionales que meten la pata a la hora de tomar decisiones y que habría que buscar la manera de poder controlarlo mejor, sobre todo en los casos en que se ralentizan las cosas y parece que se les olvida que trabajan con menores y sus tiempos no son los nuestros. Creo que también a este artículo le falta dejar claro que cuando un menor entra en un centro de acogida, no se deja de trabajar con la familia, ni dejan de tener contacto con ella a menos que sea estrictamente necesario. Siempre se contempla en primera instancia que pueda haber una reunificación familiar. Por último, estoy de acuerdo que se debe evitar que los centros de menores sean un negocio. Las administraciones deben procurar que las concesiones de este servicio a entidades privadas, ya sean con o sin ánimo de lucro, sean adecuadas, haciendo cuántas inspecciones consideren oportunas. Me parece muy triste que muchas de estas licitaciones hayan dado prioridad a la oferta económica más baja, ya que esto conlleva que a la larga sea un servicio deficitario. Se debe hacer cumplir los requisitos mínimos para que el servicio se de de forma correcta, asegurando la profesionalidad de las personas que trabajan en estos centros, ya que no solo se dedican a darles un techo, una cama y comida, sino que es mucho más. Y nunca olvidar que se trabaja con personas: menores y sus familias.

    • Si señora, son situaciones «puntuales» que últimamente se dan cada vez más. En qué mundo vive? Creo que el último paso a dar es sustraer al menor del seno familiar. Esto es brutal!! Y que opina del negocio que hay detrás? Cifras millonarias que no sabemos bien donde van a parar pero desde luego no para mejorar la situación del menor. A día de hoy ya se sabe como salen los niños de éstos centros, totalmente desquiciados, enganchados a la droga y con graves problemas para socializar. Y así se forma la generación del futuro. Y de los bebés que me dicen? Tanto bebe que se quita nada más nacer desde el hospital mismo..

  4. El artículo es interesante pero la foto que utilizan como cabecera falta a la verdad. En Extremadura los Centros de Menores son de titularidad y gestión pública. Utiliza una foto del CAM San Juan Bautista de Badajoz para ilustrar que se encomienda la gestión a fundaciones y asociaciones y no se corresponde con la realidad de los CAM en Extremadura. Creo que deberían rectificar.

  5. Los servicios sociales son unas alimañas. Mi hijo y yo estamos sufriendo mucho , se han quedado con mi hijo a base de mentiras y mentiras. No tienen vocación ni siquiera cuidan a los niños, están llenos de arrogancia y solo tienen ansias de poder. Destrozan a los niños y a los padres.

  6. A los servicios sociales no les importan los menores ni sus familias. Son arrogantes, no tienen vocación de ayudar y asistir , no escuchan a NADIE, te obligan a darles a tus hijos porque buscan poder, dinero y control.

  7. Debe haber alguna manera de ayudarnos.
    Son un gigante al que hay que poder desarmar.
    Es terrible el trato desmedido que se nos da.
    Necesitamos AYUDA!!!!

  8. Federico.
    Soy abuelo y estamos, padres y abuelos luchando por recuperar al hijo (nieto).
    Se lo quitaron antes de tenerlo, cuando aún se estaba gestando la madre. La madre También había sido tutelada.
    Quizás por eso se lo quitaron, sin contar con la familia extensa, que por supuesto nos ovian.

  9. Y con los inmigrantes Menas es otro negocio igual. Las oenegés y empresas viven del mismo cuento. Un Mena en Lanzarote de los 100 más o menos que tenemos, cuesta por día unos 130 euros, -según informa el Gobierno canario y el Cabildo de la isla de Lanzarote-. Los Menas y mayores inmigrantes ilegales que llegan a España jamás son deportados, incluso cuando vienen infectados de Covid-19. España es una nación con leyes para mamones.

    • Son la 1 de la mañana y no puedo dormir de pensar que perdemos a nuestras niñas digo mis niñas pero son nietas le han demandado para quitarle la patria postetad a sus padre y yo que soy la abuela no me dejan tenerla no se que hacer llevamos 4 años intentando sacar a las niñas de hay y no hay manera que puedo hacer

  10. Gracias por tan buen e interesante artículo.
    Hacen falta más artículos como éste, y dar más voz a este tipo de sucesos, que, lamentablemente, no interesa sacar a la luz.¿ Porqué será que casi nadie se atreve a hablar e informar de esto? ¿ Porqué jamás los medios de comunicación hablan sobre este tema?
    Conozco varios casos de familias, padres,y/o madres solteras, que una vez que buscaron ayuda en Servicios Sociales, se encontraron con la retirada de sus hij@s por desamparo.
    ¿ Desamparo? He visto a alguna de estas madres con sus hijos, y puedo asegurar que anteponen a sus hijos antes que a nada. (Ojalá me hubieran tratado a mí en mi infancia de esa manera); sin embargo, les han retirado a sus hijos, alegando motivos inciertos.
    ¿ No existe ninguna asociación que dé voz a todas estas familias y a esos niños y niñas?
    Creo que es un tema muy importante, del que rara vez se habla, y ya va siendo hora de darle voz.
    Démosle voz por todos/as los que no pueden, por todas las familias que lo han sufrido, que lo están sufriendo y que posiblemente, lo sufrirán. ¡ Basta ya de injusticias!

  11. Totalmente deacuerdo con el artículo.. He sufrido de primera mano éstos abusos por los servicios sociales con la triste historia de mi amiga a la que le quitaron el nieto nada más nacer con informes falsos, humillando a los padres, suerte de la intervención de un ilustre abogado pudieron recuperar al bebé. Ni os cuento las que pasaron ésta familia y sobretodo la madre recién parida y con cesaría. Y actualmente estamos con otro caso de unos conocidos.. Los SS creo que son el antiguo gestapo y los centros campos de concentración para menores.

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