jueves, 25abril, 2024
17.9 C
Seville
Advertisement

Llega una blanca marea…

Para conseguir algo necesitan un muerto sobre la mesa

Francisco Silvera
Francisco Silverahttp://www.quenosenada.blogspot.com.es
Escritor y profesor, licenciado en Filosofía por la Universidad de Sevilla y Doctor por la Universidad de Valladolid. He sido gestor cultural, lógicamente frustrado, y soy profesor funcionario de Enseñanza Secundaria, de Filosofía, hasta donde lo permitan los gobiernos actuales.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Domingo 10 de junio de 2018, hay una “Manifestación por una Sanidad Digna y Completa” convocada en Sevilla; yo dialogo con el Doctor Diego Mora la víspera…

Diego Mora López: especialista vía M.I.R. en Medicina Familiar y Comunitaria. Especialista vía M.I.R. en Medicina Intensiva. Más de una década como Coordinador de Trasplantes del Hospital Juan Ramón Jiménez…. Más de un centenar de comunicaciones para congresos y publicaciones en revistas científicas, una veintena de capítulos en libros en Medicina Intensiva, sobre todo en el campo de la Ventilación Mecánica. Profesor en el IAVANTE de la Consejería de Sanidad: Politraumatismos, Ventilación Mecánica y sobre todo Trasplantes….

Conozco gente a la que este médico experimentado ha salvado la vida en la U.C.I. del Hospital Juan Ramón Jiménez en Huelva. A él, cuando habla de Sanidad, le gusta citar la Constitución, los principios de equidad, de justicia distributiva… Cree que en Huelva esos principios consagrados en la Carta Magna y la Ley General de Sanidad están sangrantemente vulnerados…

 

Querido Diego, antes de empezar este diálogo querría dejar bien claro que todo lo que yo pueda decir aquí no está relacionado con la profesionalidad de quienes os dedicáis, en el puesto que sea, a esto de la salud… Tengo a mis padres mayores y, en los últimos años, por desgracia, hemos hecho uso a menudo de los Servicios Sanitarios públicos… ninguna queja de las profesionales, de los que nos han ayudado a sobrevivir, literalmente, contra los atropellos de la edad… He usado los hospitales de Huelva, tanto el Infanta Elena, como el Vázquez Díaz como el Juan Ramón Jiménez; los dos primeros no hace falta que hayan sido descuidados para parecer desfasados, lo están hace años, su aspecto no parece ni siquiera de esta época, pero el declive del magnífico Hospital J.R.J. ha sido impresionante… bastaría hablar de la higiene, del olor en los pasillos para sentir lástima, basta ver a la gente de enfermería correteando sin parar turnos completos sin descanso, la ropa sucia (meada, cagada, sudada, babeada, escupida, sangrada…) en las esquinas de las entradas de las habitaciones, los cuartos de baño sin limpiar durante todo un fin de semana… Sí, eso, lástima de la inversión y de las ilusiones que significó su apertura… ¿Tú has trabajado siempre allí?

He trabajado desde 1990, primero en el Manuel Lois (como residente) y después en el Juan Ramón, desde que se inauguró, ya como especialista en cuidados intensivos. Antes había trabajado 3 años en Virgen del Rocío en Sevilla…

 

Qué supuso el J.R.J. en sus inicios.

Pues supuso pasar de un obsoleto hospital de posguerra a un nuevo centro “de diseño”: horizontal, luminoso… pero, sobre todo, lleno de profesionales con ganas de comerse el mundo, de avanzar respecto de la Medicina que podíamos hacer en el antiguo Manuel Lois… Lástima que, desde el inicio, parece que las limitaciones presupuestarias se ensañaron con nosotros.

 

Objetivamente, ¿sólo han sido limitaciones presupuestarias o la crisis se ha notado específicamente? Quiero decir que la política sanitaria afecta, claro, ¿pero ha habido un especial declive con la crisis?

¡¡¡Brutal!!! Fíjate que, cuando llegó la crisis, pensé que no nos podría afectar, ¿acaso podíamos ir a peor? Me equivoqué, sí, era posible, la crisis se sumó a una gestión, digamos, criticable.

 

En cierta ocasión escribí en un artículo que los recortes habrían de suponer consecuencias claras en la mortandad, no podía ser de otra forma… No culpaba de crimen a nadie, claro está, sino de no prever las consecuencias a la hora de recortar… entiéndase como proceda la imprudencia. Una buena gestión ¿podría haber ahorrado sufrimientos?

Estoy convencido de ello. La estadística, por desgracia, siempre se cumple en Medicina y los números están ahí para comprobarlo. No es casualidad que hayamos estado varios años a la cola del país en mortalidad infantil, mortalidad cardiovascular, mortalidad por “ictus” y mortalidad por ciertos tipos de cáncer. Y no son datos míos, son datos del I.N.E. y del Ministerio de Sanidad. Y, fuera de los números, en la vida real, en el sitio donde trabajo sí son palpables complicaciones graves e incluso algún fallecimiento por no poder aplicar una técnica que sí ha sido posible en la mayoría de las capitales.

 

Estamos hablando de Huelva, y supongo que conoces bien el J.R.J., días atrás hubo algo de polémica con lo de las “angioplastias”, ¿podrías explicar qué ha ocurrido? ¿Sabes de algún caso en el que te haya quedado la sensación de que alguien ha podido fallecer, sin dar sus datos, claro, habiéndose salvado en otras circunstancias más favorables?

Bueno, la Angioplastia Primaria es el mejor tratamiento para un infarto agudo de miocardio. Lo sabemos desde hace por lo menos 10 años… Pero no había Laboratorios de Hemodinámica en todas las provincias; hubo progresos hasta implantar la técnica en todas las provincias andaluzas, salvo Huelva. Aquí no era problema de laboratorio (tenemos dos), no era de personal médico, ni siquiera de desembolso en guardias (ya estaban pagando para los casos complicados)… El caso es que empezamos a demandarlo hace 13 meses, poco después la Sociedad Europea de Cardiología editó unos protocolos donde dicta que si tenemos un paciente con un infarto y en su hospital no hay angioplastia y tiene otro a menos de 120 minutos donde sí la hagan, que no pare, que siga hasta el otro centro (en nuestro caso sería Sevilla). Pues, por alguna razón que se me escapa, no nos hacen caso a nosotros ni a la S.E.C. y nos siguen obligando a aplicar un tratamiento menos eficaz, con un alto índice de complicaciones, muy graves, y sin informar al paciente como dicta la Ley de Autonomía del Paciente. La han implantado, después de 13 meses y la inversión era solo de una plaza de Enfermería y otra de auxiliar. Dicen: “Bajaremos la mortalidad de un 6-7% a un 3-4%”… O.k., y entonces ¿porque has esperado 13 meses?

 

¿Está ya definitivamente en marcha? Eso es bajar a la mitad el porcentaje de mortalidad; sabiendo la media de muertes anuales en esa tesitura, la mitad podría haberse salvado. Y ése es un número muy concreto.

Según la estadística 5 supervivientes más al año. En 13 meses, algo más. Pero no son estadísticas, son personas con nombre y apellidos, las hemos visto, hemos sufrido la impotencia de verlos morir como complicación de la Fibrinolisis. Esto despierta conciencias en algunos compañeros del 061 que montan en cólera, y piden explicaciones, y acuden al Defensor del Pueblo… y sí, por fin se ha conseguido 13 meses después… Como decía mi antiguo jefe, un hombre sabio, “Para conseguir algo necesitan un muerto sobre la mesa”, y es cierto. Se ha cumplido esa máxima con esta historia, con Neurocirugía, con la U.C.I. pediátrica cuya necesidad se negaba hace algo más de un año…

 

Nuestros tres hospitales están separados físicamente por un viaje en coche y ni siquiera por carreteras directas… ¿Cuál fue la intención real de las fusiones hospitalarias a las que han tenido que dar marcha atrás, creo?… porque por comodidad no sería…

¿Las fusiones? Ellos lo llamaban “optimización de recursos”, “trabajo colaborativo”, “confluencia de noséqué”… En cualquier empresa lo llamaría directamente E.R.E.. Si contabilizas la pérdida de casi 700 profesionales sanitarios en una provincia que ya estaba a la cola de España en tantas cosas ¿cómo lo llamarías? ¡Je, je!, después lo han llamado “experimento fallido”…

 

Son vidas, son personas… Es un bonito oficio, pero también puede ser el peor cuando no puedes trabajar bien… Te cuento algo increíble: en un ingreso de mi padre, cuando estuvo un poco mejor, una de las enfermeras me recomendó que cogiera el alta para evitar complicaciones por posibles infecciones, descuidos, etc. Esto es real, no me lo han contado. Ese runrún de que los hospitales, en especial el J.R.J., en la parte de las habitaciones de ingreso corrientes, está hecho un asco ¿es una impresión o hay datos?

No sabría decirte, mi lugar de trabajo, la U.C.I., es un entorno especialmente aislado, muy cuidado por la fragilidad de nuestros pacientes y eso también nos impide un poco el conocimiento a fondo del resto del hospital, en lo que se refiere a la higiene general parece que ése es el sentir extendido, pero respecto de infecciones nosocomiales (producidas por el hecho de estar ingresado) no estamos peor que otros centros incluso más “dotados” que el nuestro.

 

¿Hay el mismo personal limpiando?

Me cuentan las empleadas de la limpieza que no, cada vez son menos, con más trabajo a repartir y que a veces les falta hasta el material de limpieza. Como tantas cosas en nuestra Sanidad, todo eso pende de una subcontrata… claro a una empresa privada, no a una O.N.G…. ¡ya sabes!

 

¿Se han parado realmente las fusiones?

Bueno, sobre las fusiones que hemos mencionado antes: para entrar en antecedentes, ese “experimento fallido” se sabía que iba a fracasar: hay una gran evidencia científica acerca del fracaso que supuso en U.K. donde se estima que costaron unas 30.000 vidas el recorte sanitario y las fusiones de hospitales. Por cierto, allí pidieron perdón (moral anglicana obliga) en el Parlamento; aquí siguen los mismos que fracasaron, sin asumir responsabilidades. Tanto en Huelva como en Granada se hace una fusión sin cabeza, ni rumbo (varios proyectos diferentes en 2 ó 3 años) con la oposición del 90% de profesionales expresada en referendums, pero nada: ordeno y mando. Tras varios años se ha demostrado que ambas provincias han disparado sus cifras de listas de espera de una manera exagerada (casi duplicadas, según datos muy maquillados del S.A.S.). ¿Se han revertido?: la de Granada se suspende por orden de la Presidenta unos días antes de su intento de desembarco en la Corte de Madrid. Tenía una presión en la calle muy grande y muy viva y pensó que le sería desfavorable a la hora de desplazar a Pedro Sánchez (¡qué tiempos!). Simultáneamente en Huelva se gana una sentencia en el T.S.J.A. en la que se dice que la fusión nuestra era manifiestamente ilegal, tanto por cómo se había hecho como por implicar a gente sin capacidad legal para ordenar todos esos cambios. Lo que hace la Junta, en lugar de dar la orden directa de pararla y revertirla, es no recurrir esa sentencia. Por tanto, se queda todo en el aire, ya que el Juez no ha vuelto a preguntar, lógicamente, cómo va este asunto. Lo cierto es que siguen fusionados muchos servicios, con jefes que van dos días y medio a uno y dos y medio al otro centro, con compañeros a los que se les manda un día para un hospital y otro para el otro (sobre todo a los más precarios, sorprendería saber la cantidad de gente que va firmando sus puestos mes a mes). Hasta 200 profesionales del Infanta Elena siguen en el Juan Ramón Jiménez, han eliminado de allí la Gine/Obstetricia (es el único hospital comarcal de España sin partos), la Pediatría… de modo que el Infanta Elena parece un hospital desmantelado mientras el J.R.J. se ha sobrecargado, en algunas especialidades hasta límites peligrosos. Curiosidad: el Sr. Delegado de Salud que hace un año decía que Huelva tenía las prestaciones que necesitaba, en entrevista hagiográfica del pasado domingo, dice que uno de sus proyectos es “que la ‘desfusión’ sea una realidad”. El viernes, tras haber denunciado nosotros ese incumplimiento en el Juzgado declara que la “desfusión” esta completada, ¿en qué quedamos?

 

Desde fuera, para ir terminando, yo he visto precisamente en mitad de la crisis y del descontento aparecer un hospital privado en Huelva que no cesa en su actividad, y nos han intentado derivar intervenciones y pruebas a esos centros privados, aunque es verdad que nos dieron a elegir y hemos preferido la Pública… ¿No es extraño? Repito que todo el mundo habla bien de los enfermeros, de las médicas, pero de lo demás… ¿es cosa mía o las listas de espera están cocinadas?

Están tan cocinadas como que hace unos años se filtró un documento interno dando instrucciones a los administrativos sobre cómo hacerlo: “Ponlo como no programable para que el reloj no empiece a contar”, “Dale cita sólo si conoce y esgrime su derecho legal” o más grave: “Los enfermos de Cardiología del Infanta que desaparezcan de la lista, lo llamaremos ‘amnistía’ médica”. Es difícil no pensar en contubernios locos cuando ves lo de la privada: me gusta imaginar al empresario acariciando su gato: “Vamos a abrir en la provincia más deprimida, je, je, je”, “¿Pero estás loco?”, “No, sólo sé con quién hablar, ja, ja, ja, ja”… ¡¡¡Difícil pensar en casualidades!!!

Francisco Silvera y Diego Mora.
- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
Advertisement
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído