Latinoamérica se ha destacado tradicionalmente por ser uno de los principales caladeros mundiales en base a las amplias reservas pesqueras en sus costas. En la actualidad existe un creciente esfuerzo por parte de varios gobiernos de la región por impulsar una transformación de cara a un sector sostenible, tanto económica como medioambientalmente, que cree más empleos en sus países y de una más alta cualificación.
Hay que destacar la progresiva apertura en las últimas décadas de factorías en tierra, tanto por compañías de matriz latinoamericana como por inversionistas extranjeras, dedicadas al procesamiento de los productos pesqueros. Este esfuerzo latinoamericano por dar un valor añadido a las capturas y recursos de sus mares se ve complementado por la creación de centros de investigación oceanográficos en varias universidades así como por parte de las agencias pesqueras gubernamentales.
Ecuador se está destacando como uno de los países más implicados en crear una matriz nacional avanzada de desarrollo y procesamiento de sus recursos pesqueros y acuícolas. La Ministra de Acuicultura y Pesca, Ana Katuska Drouet, ha expresado en varios foros internacionales la apuesta decidida del gobierno del Presidente Lenin Moreno por promover un desarrollo sostenible en todos los ámbitos y respetuoso con el medio ambiente de la economía ecuatoriana. En la Asamblea Nacional la Diputada María José Carrión, que preside la Comisión de Fiscalización y Control, ha defendido en múltiples ocasiones que Ecuador no solo debe limitarse a extraer sus recursos naturales como en el pasado sino que, al igual que los países europeos, debe procesarlos y elaborarlos para fortalecer una industria nacional y el desarrollo tecnológico del país tanto en el sector pesquero como en otras áreas económicas.
En esta misma dirección el panameño Raúl Delgado, Presidente de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), ha expresado la necesidad de incentivar la modernización del sector pesquero en la región con la aplicación de las últimas tecnologías y la innovación e investigación. Raúl Delgado, uno de los principales expertos mundiales en el sector, ha conseguido establecer amplios consensos y apoyos en la ICCAT en relación a la renovación de los acuerdos y las políticas para preservar el futuro de la industria y de los recursos de los mares. El objetivo común en Latinoamérica, también expresado en diversos encuentros internacionales por Javier Atkins el Viceministro de Pesca del Perú, es conseguir una explotación racional y sostenible de los recursos que armonice el desarrollo económico y social de las comunidades costeras con el mantenimiento futuro de las reservas.
La celebración del Iº Foro Latinoamericano de Alto Nivel sobre Pesca a finales del 2018 será una excelente oportunidad para reforzar el dialogo entre los países e instituciones del área y la constitución de un bloque regional que pueda ganar peso e influencia ante otros actores como la Unión Europea, Japón, Canadá o Rusia. En particular, la relación con la Unión Europea que cuenta con su potente Agencia de Control Pesquero radicada en la ciudad española de Vigo, es clave para Latinoamérica dada la fuerte presencia de inversiones europeas y el constante incremento de los tráficos comerciales en ambas direcciones.
Temas como la protección de los recursos pesqueros, la evaluación científica de las reservas y las políticas de capturas y cuotas, la estrategia de futuro respecto a la gestión de contingentes sensibles como el atún, las inversiones extranjeras y la seguridad jurídica de las mismas, la conservación de los recursos, la consolidación de un modelo de producción sostenible, las garantías fitosanitarias, la reglamentación y homologación del sector o la futura creación de una agencia latinoamericana pesquera serán algunas de las principales cuestiones de la agenda del Iº Foro Latinoamericano de Alto Nivel sobre Pesca.
Este evento internacional, que se celebrara pocos días después de la reunión de la ICCAT en la ciudad croata de Dubrovnik, congregará a ministros, altos funcionarios, investigadores, oceanógrafos, universidades y sector privado para estudiar un plan de acción dirigido a impulsar un desarrollo sostenible así como la armonización progresiva de las diferentes regulaciones del sector pesquero en Latinoamérica y su respuesta a los retos del siglo XXI.
