Pocas personas conocen que en 1916 se creó una Asociación dedicada exclusivamente al Cementerio Civil de Madrid y a sus moradores: FRATERNIDAD CIVICA.

Hace unos años, miembros de la Asociación Cementerios, descubrimos el trabajo de esa asociación. Investigar sobre FRATERNIDAD CIVICA, su labor, sus actos, la vida de las personas que la formaron y de aquellos y aquellas a los que “ellas” rendían duelo laico, fue una labor difícil pero enriquecedora.

FRATERNIDAD CIVICA- MUCHO MÁS QUE UNA ASOCIACION

Es difícil resumir las actividades que realizaron; más aún su ideal de “duelo laico”

Con el propósito de rendir homenaje perpetuo a la memoria de los seres meritísimos que en el cementerio civil reposan, lograr de las autoridades mejoras para el cementerio”

Antes era un lugar polvoriento y triste lugar que convirtieron en un frondoso jardín, dejando de ser ¡vergüenza de un pueblo civilizado!”

Desde el 7 de marzo de 1916 la prensa de la época fue recogiendo la creación y las actividades de “Fraternidad Cívica”. El cementerio Civil de Madrid ya acogía los restos de Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall y Nicolás Salmerón. El censo del Civil crecía más despacio que el de los otros cementerios ya que aun eran pocos los que decidían seguir sus ideales “hasta la muerte”

La viuda de Salmerón, Catalina García y otras viudas o huérfanas de hombres liberales que lucharon por el librepensamiento, la igualdad, la justicia…La libertad, se reunían en casa del catedrático MIGUEL MORAYTA para rendir culto laico a los suyos. De estas reuniones surgió FRATERNIDAD CIVICA, integrándose relevantes hombres y mujeres de la época, que aportaron “su semilla” con discreción pero eficacia.

En un principio muchos pensaron que se trataba de una asociación femenina dedicada solo a cuidar del aspecto del cementerio civil. FRATERNIDAD CIVICA fue mucho más. Los hombres que la formaban quisieron darle el protagonismo a las Mujeres, “ellas “,las que no tenían ni derecho a votar fueron la cara visible de un numeroso grupo de hombres y mujeres.

“Ellas derramaban flores en el Civil como los curas sus bendiciones en el católico”. Pero su labor era más profunda que el simple embellecimiento del recinto ¡también muy necesario! Su labor se extendió al exterior: Eran aire sembrador recogiendo, difundiendo y plantando en el exterior “las semillas de libertad” enterradas en el civil.

A los pocos meses de su constitución consiguieron que el ayuntamiento de Madrid instalara el agua en el cementerio Civil, hasta entonces era un terreno seco ¡Agua para la vida del cementerio!

No hubo entierro en el cementerio civil que no contará con una corona de FRATERNIDAD CIVICA, ni entierro de sus socios que llevara su “paño funerario” cubriendo su féretro. En todos los actos que se celebraban en tan insigne cementerio, lucia en la puerta su estandarte para recibirlos.

No había tumbas sin flores, “las huesas” abandonadas recibían la florida ofrenda de quienes no sabían de odio y rencor, sino de tolerancia, de libertad, igualdad y fraternidad.

Sus CONFERENCIAS Y VELADAS NECROLOGICAS, celebradas en el Ateneo y otros lugares, eran todo un ideal del culto laico a los muertos, reconocimiento y difusión de la labor de los moradores del “corralito”.

SOCORROS MUTUOS. La Asociación deseosa de atender no sólo a los intereses de sus asociados en el cementerio Civil, sino también a las necesidades perentorias que en casos extremos puedan tener en vida, estableció la sección de Socorros Mutuos –fundada por el doctor Simarro que dio de su bolsillo las primeras mil pesetas-

SUS VISITAS DE MAYO. Todos los años, el segundo o tercer domingo de mayo invitaban a los ciudadanos a realizar una visita por el cementerio. Una convocatoria que era mucho más que un recorrido por el cementerio, durante la misma, conocidos conferenciantes tomaban la palabra, ante los cientos de personas que asistían, trasladando en su voz los ideales de los moradores visitados.

Fueron muchas las actividades, entre otras: Sufragaron las lapidas de personajes como Jaime Vera, Quintina Márquez…Siempre en la cabecera de las manifestaciones sociales; pidiendo firmas para conmemorar un día de la I República y en otra ocasión para solicitar el indulto de unos condenados a muerte.

Esta sociedad se financiaba con las cuotas de sus socios y socias y recibía subvenciones de sindicatos, partidos y entidades sociales.

El franquismo termino su actividad con las armas.

En 2016 revivió FRATERNIDAD CIVICA-CEMENTERIO CIVIL

Nunca faltaran semillas ni jardineros en el Jardín de la Libertad: El cementerio Civil de Madrid”

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