Frase atribuida a Jean Paul Sartre, entendible y prodigiosa cuando se pone en práctica.

Basta de lamentaciones, el futuro solo lo podemos ganar si juntos lo construimos a partir de la Democracia. Antes, sin tantos Partidos políticos –en los que pusimos nuestras esperanzas pero nos han fallado-, decidíamos lo que haríamos el día que acabase la Dictadura franquista. Cuántos anhelos perdidos por culpa de quienes prometieron fidelidad a unos ideales pero luego, subidos al carro del poder, le encontraron gusto a decidir por su cuenta, olvidándose de quienes les habíamos votado, porque sus ideales eran parecidos a los nuestros. Se convirtieron en pequeños o grandes dictadores, según su puesto en el ránking de autoridad.

Se acomodaron a sus sillones, de los que un gran amigo decía: deben emanar efluvios de dormidera, cambiando sus ideales de igualdad y justicia, por los del poder sobre los demás, viviendo a lo grande a perpetuidad. Triste realidad que nos ha conducido a no creer en casi nadie…

NO, es esto lo que queríamos ni queremos. Renovemos los ideales de los compañeros que, en mayo del 68, en Francia, se rebelaron y salieron a calles y plazas rompiendo el silencio con un claro objetivo: cambiar la historia. También hoy, enero de 2017, se acabó el capitalismo, somos pobres, necesitamos nuevas fórmulas de convivencia, de vida, si queremos sobrevivir. La imaginación al poder sabiendo que es temporal. NO a perpetuidad.

Siento vergüenza ajena cuando leo la mayoría de prensa. Adicta siempre a los de arriba, sin luz propia, cuando podrían colaborar en un cambio estructural que ayudara a construir este futuro de esperanza y dignidad para todos.

¿Cómo? Divulgando ideas, escuchando al pueblo soberano respecto a sus dificultades:

Si no hay trabajo digno no hay futuro. Si no se pagan nóminas que permitan vivir, no hay esperanza. Si nuestros Hospitales no pagan bien a los profesionales de la Sanidad, éstos deben emigrar y buscar en otros lugares no ansiados, trabajo digno para desarrollar su saber. Luego, son sustituidos por profesionales sin experiencia que, en muchos casos, no saben llevar a cabo su misión de sanar a quienes les piden ayuda.

Necesitamos que las Escuelas Públicas tengan lo necesario para preparar a nuestros niños y adolescentes para llegar a la Universidad y proyectar con su saber, un futuro de excelencia.

Imprescindible acabar con la Corrupción venga de donde venga. Castigar de forma severa a quienes han robado de las arcas que nos pertenecen a todos. También a quienes por su negligencia han causado muertes prescindibles, como las del avión Yak-42, en el que en 2003 perecieron 62 soldados españoles que regresaban de una misión en Afganistán y que, Federico Trillo, hoy Embajador en Londres, en aquel momento Ministro de Defensa, puso al servicio de los soldados en ínfimas condiciones y se estrelló. ¿Sabemos el coste de aquella tragedia? Digamos alto que: NO nos representa para nada esta clase de gente que sigue agarrada al poder por todo lo que le supone, hoy Embajador en Londres. Tampoco los evasores fiscales y defraudadores a Hacienda. Control y castigo con devolución de lo robado en aquellos impuestos que sirven para el bienestar de nos-otros-todos.

Cual empecé, la única esperanza es la acción, NO más mutismo, no olvidemos que la Palabra es nuestra gran arma. Esgrimámosla sin demora. ¡Mañana será tarde!

 

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