El pasado lunes 16, en la Agrupación Local del PSOE en Valladolid se produjo una reunión, en la que intervino la diputada y componente del Comité Federal del PSOE, Soraya Rodríguez Ramos. Debido a las nuevas tecnologías (teléfono móvil) y las redes sociales, se ha podido ver la tensión vivida cuando ella tomó la palabra y se dedicó a ensalzar la gestión que ha venido realizando la impuesta (por la gran baronesa y sus acólitos) Gestora Federal, incluyendo la defensa del vergonzoso voto de abstención del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados (salvo el de 15 diputadas y diputados que manteniendo la coherencia muy dignamente votaron en contra), para que el como mínimo indecente Mariano Rajoy saliera reelegido presidente del gobierno con su más que corrupto Partido popular.

En su intervención fue increpada y se le llamó traidora. Por ese motivo se sintió ofendida y abandonó la reunión, pero antes de marcharse visiblemente afectada se pronunció exigiendo respeto. El respeto es fundamental y hay que exigirlo y practicarlo en todas la ocasiones y no creo que ésta señora (me cuesta mucho llamarla compañera), tenga ninguna autoridad moral para exigirlo.

En los muchos años de militancia que llevo en el PSOE, nunca he visto una reunión donde se faltara tanto el respeto como la del Comité Federal, del pasado 1 de octubre. Fue auténticamente bochornoso el espectáculo y para mayor incidencia, retransmitido en directo por una cadena de televisión, concretamente la Sexta, que se encargaba a través de su presentador, Antonio Ferreras de atizar, hacer valoraciones y poner todo lo que quería de su parte.

En ese escenario sí se produjo verdadera falta gravísima de respeto, a todas las afiliadas y afiliados socialistas y simpatizantes del PSOE. Como componente del Comité Federal Soraya Rodríguez, estaba presente y no tuvo la sensatez y gallardía de levantarse y después de denunciar lo que estaba ocurriendo, con las graves repercusiones y daño que estaban causando, abandonar la reunión para no ser participe y cómplice de lo que sucedía.

Las estructuras jerarquizadas, han posibilitado que los dirigentes se hayan adueñado del Partido y en su lucha desleal por el poder, no reparan en el daño que puedan causar. La traición se ha instalado en el PSOE, como se ha venido demostrando con algunos de los máximos colaboradores de Pedro Sánchez: Antonio Hernando, Cesar Luena, Oscar López, el mismo Patxi López etc. De ahí viene la impotencia de la militancia, que se transformó en la critica de rabia e indignación a la que se vio sometida Soraya Rodríguez.

Lo que subyace de todo esto es que ella juega con arreglo a sus intereses personales, que los tiene ligado a la política de la que vive desde el año 1994, bien con cargos institucionales de designación o de elección. Salvo muy pocas y honrosas excepciones, suelo desconfiar de los políticos profesionales, como es el caso de ésta señora, que para más inri, me he enterado de que es la presidenta del PSOE en Valladolid.

No me explico como ha podido prestarse a hacerle el juego a los jerarcas “socialistas”, que han desvirtuado (por no utilizar otra expresión más acorde y fuerte), éste cargo que nos identificaba y unía. ¿Qué condiciones considera que tiene para ostentarlo y merecerlo?. A diferencia de los partidos políticos de derecha, que la presidencia es el cargo de mayor rango e importancia, siendo el ejemplo más evidente el del PP con Rajoy, en los de izquierda es (era en el caso del PSOE), simbólico y honorifico y se elegía a una compañera o compañero veterana o veterano republicana/o que fuera nuestra/o máxima/o referente, para mantenernos unidos y cohesionados. De ahí vino la elección en el XXVII Congreso Federal de diciembre del 76, de Ramón Rubial, compañero que había sido represaliado y cumplió condena de 19 años en la cárcel y en caso de no contar con esa compañera o compañero, el cargo no se elegdignamente nos pudieran representar. Fue en los años , ese cargo no se elegejemplo mn los paronente del Comitanteniendo la cohería y quedaba vacante. Como ocurre con el Partido Comunista, después del fallecimiento de su presidenta Dolores Ibárruri, “La Pasionaria”. Eso mismo tenía que haber hecho el PSOE, después de fallecer Ramón Rubial y no lo que hizo, elegir (imponer los jerarcas) como presidente a Manuel Chaves.

El esquema de elección a la presidencia de veteranos socialistas republicanos, que habían sido represaliados o sufrido exilio lo reproducíamos en los ámbitos inferiores, de nacionalidad o región, provincial, insular y local. elegíamos a compañeras o compañeros que teniendo esas condiciones dignamente nos pudieran representar. Fue en el año 80 en un congreso en Andalucía, cuando Alfonso Guerra empezó a desvirtuar ese cargo tan ejemplar. Para que formara parte de la ejecutiva llevando una secretaría, se habían olvidado de Luís Yañez, buen compañero, pero que por su juventud no reunía los requisitos necesarios que hasta aquel entonces se contemplaba para ocupar la presidencia del Partido. A partir de ahí, cualquiera puede acceder a la elección o como Micaela Navarro, ser impuesta presidenta por su jefa Susana Díaz. Se ha degradado tanto éste cargo en el PSOE, que lo han llegado a ocupar (y ocupan), auténticos golfos y algún delincuente. Al menos conozco a uno que fue procesado e internado en la cárcel.

Ahora para mayor degradación de la presidencia, parece ser que Susana Díaz pretende pactar con Patxi López y ofrecerle ese cargo, para que le deje el camino libre en sus aspiraciones a la secretaría general. No han parado de “tirar por la borda” principios y valores, lo importante para ellos es tener algún cargo institucional al que aferrarse y si no siempre les quedaran “las puertas giratorias”

Artículo anteriorLa pelea de Carmena y Cifuentes deja a miles de niños sin comedor escolar
Artículo siguienteNo al TTIP- No al CETA
Militante de los sindicatos ingleses (Trade Unions) desde 1971 y hasta mi regreso de Londres en 1976. Afiliado a la UGT y al PSOE en Londres desde junio de 1972. Cofundador y coordinador sindical de la F.A.E.E.R.U. (Federación de Asociaciones de Emigrantes Españoles en el Reino Unido). Fundador de la cooperativa de servicios PAILARCA (Pablo Iglesias-Largo Caballero). Miembro de los dos primeros comités regionales del Partido Socialista Canario -PSOE- 1977-1985 y por esas mismas fechas, miembro de las primeras ejecutivas insulares de Gran Canaria del PSOE y de la UGT. Cofundador en 1980 de Izquierda Socialista y su coordinador en Gran Canaria hasta 1989. Miembro del primer Consejo Federal de la Emigración del PSOE. Presidente del 1er. Comité de Empresa por la UGT del Hospital Materno Infantil de Gran Canaria. Concejal de deporte y de los distritos: Isleta, Santa Catalina y Guanarteme del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, legislatura 1983.1987. Miembro de la Comisión Permanente de Deporte de la FEMP (Federación Española de Municipios y provincias) y del pleno del CSD (Consejo Superior de Deporte). Cofundador en 1991 de la Fundación Juan Negrín y su secretario durante 23 años (hasta 2014).

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre