Si algo ha caracterizado a la Administración Macri en este año y medio de gestión es la relación que ha tenido para con los errores en la gestión, que lamentablemente han sido muchos, y esta semana hemos tenido un nuevo ejemplo de ello.

A diferencia de lo que ocurría en el gobierno anterior, el Presidente Macri y sus colaboradores han demostrado ser muchos más abiertos para admitir errores en las políticas implementadas y realizar modificaciones a partir de estos reconocimientos, pero el problema es que uno no puede gobernar a merced de acumular errores.

El gobierno Macri pretende gobernar para todos, algo que es imposible puesto que la sociedad tiene intereses contrapuestos y al adoptar medidas de gobierno se ‘tocan’ intereses. La cuestión pasa por asumir que toda política tiene costos, que no hay medidas inocuas, y hacerse cargo de las consecuencias que las políticas que se implementan tienen.

El ejemplo de la eliminación de las pensiones por discapacidad de días atrás es un claro ejemplo de ello. Más allá de la existencia de posibles errores que el gobierno deberá reconocer y corregir, el debate en cuestión pasa por otro lado. No hay una discusión legal sobre quiénes deben recibir o no la pensión, sino que la discusión es política… y como el gobierno adolece de política, le cuesta mucho sostener la discusión.

Para poder debatir el tema de manera sincera y concreta debemos comenzar por asumir que el gobierno no cree en la universalidad de ciertos derechos. Esta es una premisa que transciende el tema de las pensiones por discapacidad y que puede advertirse en muchas de las medidas adoptadas. Y esto, per sé, no es ni bueno ni malo. Es una forma de pensar, no es la mía, pero es tan respetable como la mía.

El gobierno debería entonces asumir su forma de pensar y poder construir política a partir de eso, porque tal como avanza lo hace perdiendo a derecha e izquierda y sin poder consolidarse como una opción a futuro por peso propio, puesto que su mayor capital y casi exclusivo, es ser la única alternativa al peronismo encabezado por Cristina Fernández.

De tal manera, recibe críticas por avanzar demasiado, por parte de quienes creemos en el universalismo, y críticas por no avanzar lo suficiente, por parte de quienes no creen en el universalismo, y ese andar a media marcha o quedar a medio camino, con retrocesos y correcciones continuas se presentan a la sociedad como improvisación. Mucho de los argentinos, y muchos de los votantes de Cambiemos creen que el gobierno está improvisando, y puede que en muchas áreas sea así, pero entiendo que el problema esencial no es ese sino la falta de política.

En su último informe de gestión en la Cámara de Diputados de la Nación, el Jefe de Gabinete Marcos Peña tuvo un entrecruce con el diputado peronista Axel Kicillof. Cuando el legislador expuso le exigió al Ministro ‘háganse cargo, son neoliberales’, pero en mi opinión esta exigencia no se ajusta a la realidad porque las políticas implementadas por el gobierno no son neoliberales, al menos no en sentido estricto, y el aumento de los subsidios es una muestra de ello, creo que la clave es prcisamente la respuesta de Marcos Peña al pedido de Kicillof. Le respondió entonces el Jefe de Gabinete, ‘¡Háganse cargo de algo, alguna vez!’, y ese es el meollo de la cuestión.

El gobierno debe asumir que en política no hay políticas erróneas, sino políticas contrarias que compiten entre sí para concitar mayores respaldos y poder ser implementadas, y en consecuencia uno debe asumir cuáles son sus ideas y, fundamentalmente, cuáles son las consecuencias de sus políticas. No hay errores, hay políticas. El desafío es asumir qué se piensa y qué se hace, y eso no es erróneo, el error es no hacerlo.

 

1 COMENTARIO

  1. Señor Rivas
    Con un lenguaje de «analista académico» de la política te terminas situando en el mismo lugar que el gobierno que analizas: ninguna parte. Y en la vida, como en el periodismo, la ninguna parte no existe. O bien, algunos nos hablan desde su lugar de centro, neutro, para parecer puros, pero eso es (diría que siempre) ponerse del lado del opresor. Y Macri y sus políticas lo son.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre