Desde que se aprobó la Reforma Laboral, a pie de calle hay una voz que se pregunta: ¿dónde están los sindicatos?

Los sindicatos estaban, los sindicatos están. Estaban en las empresas, estaban también en la calle porque yo recuerdo que, más allá de las dos huelgas generales, la última fue en noviembre de 2012, ha habido manifestaciones y movilizaciones muy multitudinarias en Madrid. Si acaso más en 2013 que en 2014. En 2013 quisimos darle una oportunidad al diálogo social. En 2014 tuvimos un encuentro con el Presidente del Gobierno y de ahí nació una prestación de urgencia para los parados de larga duración mayores de 45 años.

Pero pasó otra cosa. Este país puso toda su vista en la política y se generó una gran expectativa política y al mismo tiempo que se hacía esto se hizo luz de gas con los sindicatos. Incluso algún periodista de relumbrón en diarios de mucha tirada en España se preguntaba “¿dónde están los sindicatos?” Los mismos que estaban haciendo luz de gas en sus editoriales, no digo los periodistas, preguntaban por los sindicatos.

Los sindicatos estaban donde siempre pero toda la atención de la ciudadanía se volcó hacia el escenario político que luego derivó en frustración porque hubo cambio político, un cambio importante en la composición del Parlamento, pero las fuerzas resultantes con el apoyo de la ciudadanía, seguramente menor del que esperaban, no fueron capaces de convertir esa expectativa en cambio real que pusiera fin a esa etapa excepcional de acoso a los derechos, a las condiciones y la calidad de vida de la gente que ha padecido nuestro país en la X Legislatura.

 

La situación sociopolítica ha cambiado. ¿Sería un buen momento para volver a la movilización en la calle?

Lo dijimos cuando convocamos la semana de movilizaciones de diciembre que culminó con la manifestación en Madrid el día 18 de diciembre. Este es el inicio de un proceso que pretende restablecer la calidad de vida perdida por la gente en nuestro país como consecuencia, no de la crisis, sino de la gestión que la política ha hecho de la crisis económica que ha venido a deteriorar la calidad de vida, empezando por la pérdida de empleo de millones de personas en España, el deterioro de las condiciones de trabajo, los recortes en materia de servicios tan básicos como la educación, la sanidad, la atención a las personas dependientes, los servicios públicos y servicios sociales. ¿Por qué? ¿Porque ha cambiado el Parlamento? No.

Esto puede servir de elemento de apoyo a lo que queremos sea un escenario de cambio real en la situación de las personas porque ha cambiado la coyuntura económica, porque llevamos ya dos años largos de crecimiento del PIB en el entorno del 3% y porque esa recomposición macroeconómica del país no alcanza a las personas. La economía no se alinea a las necesidades de la gente y esto no está en la agenda política como una prioridad y por eso CCOO y la UGT antes de las elecciones hicimos llegar 20 propuestas a los partidos políticos para avanzar en esta dirección de lucha contra el desempleo masivo, de lucha contra la pobreza, de restablecimiento del modelo social.

«Debemos luchar desde el diálogo contra el desempleo masivo»

Queremos hacerlo desde el diálogo, desde la negociación con el Gobierno y con las formaciones políticas en el parlamento. Sabemos que eso es insuficiente porque el Presidente del Gobierno, tanto en el discurso de investidura como en la reunión que tuvimos con él en Moncloa en noviembre del año pasado dejó muy claro cuáles eran los límites en los que quería moverse. Esos límites son un corsé tan estrecho que impide que lo que son las grandes necesidades de la gente tengan cabida en las políticas del gobierno y por esto las mesas de negociación van a tener que sentir el empuje de la calle y en ese sentido trataremos de combinar una cosa y la otra, pero no para conseguir que la gente salga a la calle, sino que de la salida de la gente a la calle se traduzcan en avances en los campos que antes comentaba.

 

El pasado viernes conocimos los datos de la EPA. ¿Esa percepción de disminución del desempleo crea una cortina de humo para tapar otros datos de la EPA, como que para bajar medio millón de desempleados ha hecho falta firmar más de 20 millones de contratos?

Esa cifra da una idea de la magnitud que tiene la precariedad del empleo en España. Cada vez hacen falta más contratos de trabajo para consolidar un solo empleo en nuestro país. Indica que hay una altísima rotación. Una generación de españoles y españolas que rotan del desempleo al empleo, de un empleo precario a otro, de una empresa a otra… y los jóvenes fundamentalmente que cada vez se incorporan más tarde al mercado laboral pues lo hacen en las condiciones peores. Sobre todo, las mujeres.

Hay una característica que ya empieza a ser dominante en el panorama laboral español: la pobreza laboral está aquí y tiene rostro de mujer. Es el contrato a tiempo parcial la vía por la que se está llevando a las mujeres a la pobreza o la proliferación de empresas multiservicios. Ahí está el caso de las camareras de piso, por ejemplo, que está deteriorando gravemente la condición de trabajo de mucha gente. Esta es la realidad del panorama laboral español.

Las grandes cifras no pueden ocultar un problema de fondo que nosotros tenemos: este país es más pequeño, este país ha perdido población activa, pierde ocupados. Desciende el desempleo, pero no por el ritmo de creación de puestos de trabajo sino porque cae el nivel de población activa. Hay mucha gente desanimada. Se dice “son los emigrantes que se van”. Curiosamente no es esto lo que estamos observando en la EPA. Es en la población nativa donde cae más la población activa en España.

“El contrato a tiempo parcial está llevando a las mujeres a la pobreza”

Se puede entender que el Gobierno quiera hacer propaganda de sus grandes logros, pero la calidad del país y de la gente no se compadece con esto. El empleo es cada vez más precario. Tenemos menos contratos a tiempo completo porque crece la contratación a tiempo parcial. En realidad, estamos asistiendo a un proceso de reparto espurio del trabajo. Hay una reducción no pactada de la jornada de trabajo porque se le imponen, sobre todo a las mujeres, contratos a tiempo parcial que no dan para un salario a tiempo completo.

 

¿Qué propuestas concretas tiene CCOO para acabar con la precariedad tanto a nivel contractual como a nivel de jornada de trabajo?

Nosotros hemos planteado una batería de propuestas. Genéricamente hablamos de derogación de la reforma laboral. Sería un paso conveniente. Mientras esto no llega hay que operar con el escenario que tenemos. España necesita primero un plan de choque para el empleo. Este país no puede resignarse, como hace el gobierno, a intentar que la tasa de paro descienda apenas al 15% en lo que queda de legislatura que es la idea de Rajoy de los 20 millones de empleos.

Luego no dice qué tipo de empleo. España debería plantearse como objetivo para esta legislatura reducir el desempleo a un dígito. Si no corremos el riesgo de que se el desempleo se convierta en crónico en una franja de la población que tiene muy difícil, por no decir imposible, el retorno al mercado de trabajo activo si no es mediante el impulso de un plan de empleo. Esto puede quedar en una frase o ponerle el hilo a la cometa.

“Corremos el riesgo de que se el desempleo se convierta en crónico entre población que tiene casi imposible el retorno al mercado de trabajo”

Necesitamos recomponer las estructuras de ingresos de las administraciones públicas: reforma fiscal. Sin financiación no hay economía que tire. Mejora de los salarios de los activos. El 60% de la demanda interna del país depende de la capacidad de consumo de las familias: pensiones, protección y salarios. Los salarios se han devaluado hasta extremos intolerables, sobre todo en los más bajos, porque los más altos han seguido creciendo.

Las pensiones ahora empiezan una senda de caída y las prestaciones por desempleo, por eso hemos puesto en marcha la ILP por una renta mínima, han perdido cobertura. Las prestaciones que percibe la gente mayoritariamente son asistenciales y no contributivas. Estamos ahora en un 55% de cobertura cuando empezamos la crisis con un 80%. Cuantas más necesidades tenemos de protección de la gente más recursos desaparecen de la protección por desempleo.

Reforma fiscal por un lado para recomponer la capacidad inversora de las administraciones públicas y la creación de empleo directo e impulsando la capacidad económica. Recomposición de las rentas de las familias para impulsar la mejora de su calidad de vida y el crecimiento económico en el país.

Toxo

Al mismo tiempo, para que el empleo tome calidad hay que ir a la reforma de la contratación del tiempo parcial, la eliminación del contrato de emprendedores, toda la batería de bonificaciones, subvenciones y demás, sobre todo las que están con cargo a cuota de la Seguridad Social por la salud del sistema, tienen que desaparecer. Las que haya que mantener financiadas con cargo a impuestos y dirigidas a sectores muy específicos: violencia de género, discapacidad, sectores con dificultades mayores de colocación, garantía juvenil, plan de choque por el empleo joven

En España tenemos 1.800 millones de euros de fondos europeos que no se emplean para facilitar la contratación de los jóvenes en ese compromiso establecido en la Garantía Europea de que a los 4 meses de terminar la formación académica hay que ofrecer un itinerario de empleo a los jóvenes. Estamos muy lejos de esto. Formación dual. Poner en conexión la formación, la cualificación de las personas, sobre todo de los jóvenes, con las empresas. Mientras aquí en España teníamos un millón de jóvenes desempleados, un millón cuatrocientos mil en Alemania estaban con los programas de formación de empleo, de formación dual.

Son toda una serie de cosas que tendrían también un componente de igualdad, un Plan de Igualdad entre mujeres y hombres, no sólo en la sociedad sino también en el ámbito laboral, igualdad de oportunidades, de salarios. Lo que yo definiría como un plan de choque por el empleo y por el empleo de calidad.

“Mientras en España teníamos 1 millón de jóvenes desempleados, en Alemania 1,4 estaban con los programas de formación de empleo”

Hay posibilidades porque la economía española se lo puede permitir. Se ha recompuesto macroeconómicamente el país en términos de recuperación del PIB perdido en el itinerario de la recesión económica, pero se ha desequilibrado la atribución de las rentas en beneficios de una parte muy minoritaria de la sociedad. Estamos construyendo un país cada vez más injusto y esta situación hay que revertirla.

 

¿Sería una solución incrementar las cotizaciones de los contratos temporales o a tiempo parcial con, por ejemplo, una cotización a la Seguridad Social igual a la que correspondería a un contrato a tiempo completo?

Eso resolvería una parte del problema. En términos en Seguridad Social sí, pero no a la gente que vive de un contrato a tiempo parcial al que no acude voluntariamente, acude porque es la única opción de empleo que tiene. Cuando la contratación a tiempo parcial se puso en marcha en Holanda como una gran fuente de generación de empleo, acudió un sinfín de personas a esa modalidad de contratación porque era el segundo salario que entraba en las economías domésticas, hombre o mujer, que optaba por compaginar el trabajo con la vida familiar o personal.

En España no, en España es la única opción de empleo que tienen muchas personas. Ha crecido de forma desordenada y, encima, se les impide optar a un segundo contrato a tiempo parcial porque se les obliga a realizar horas extraordinarias que muchas veces no son pagadas. Se ha formulado de tal manera el contrato a tiempo parcial en España que es un contrato de absoluta disponibilidad discrecional por parte del empresariado. Eso es lo que hay que cambiar. Lo otro podría paliar el problema de la Seguridad Social, pero perpetuaría la situación de quienes son forzados a acudir a la contratación a tiempo parcial.

“El contrato a tiempo parcial es un contrato de absoluta disponibilidad discrecional por parte del empresariado”

 

La Reforma Laboral ha causado estragos en el mercado de trabajo. ¿Sería mejor derogarla de una vez o, como dice el PSOE, paso a paso?

Paso a paso no sé dónde nos vamos a colocar en el tiempo y mientras tanto sigue causando estragos en la condición de la gente. Soy consciente de que en estos momentos hay mayoría en el Parlamento de los grupos que apoyaron la Reforma Laboral: PP, CiU, no recuerdo la posición del PNV, y Ciudadanos han abrazado después de que estuviera en marcha. Se antoja difícil. No obstante, nosotros vamos a seguir insistiendo en su derogación y parte del proceso de movilización que estamos poniendo en marcha tiene como objetivo esto. Ahora, en tanto que eso no se produce hay que ir cambiando cosas porque es absolutamente imprescindible.

Mientras las camareras de piso sigan siendo pasto de la acción de las empresas multiservicios que se han legalizado con la ordenanza laboral y además operan con un nuevo marco de negociación colectiva que se ha desarticulado como consecuencia de esa misma reforma seguirán teniendo una condición precaria y seguirán deteriorándose sus condiciones de trabajo. Vamos paliándolo con la acción de los sindicatos en las empresas y en el sector. La negociación colectiva hay que abordarla de forma urgente como hay que abordar las modalidades de contratación, restablecer la causalidad de la contratación temporal, cumplir la sentencia del TJUE de igualar las indemnizaciones en el cese de la actividad del contrato interino o temporal al contrato fijo equivalente, o el despido que de un lado se ha facilitado haciéndolo más barato y se ha judicializado todo el proceso del despido colectivo en España. Son chapuzas jurídicas y agresiones reales a la estabilidad de las relaciones de trabajo que hay que remover y hacerlo de la manera más urgente posible.

“Las empresas multiservicios operan con un nuevo marco de negociación colectiva que se ha desarticulado como consecuencia de la reforma laboral”

 

Los sindicatos franceses propusieron que las empresas que destruyeran empleo por la digitalización pagaran unas tasas. ¿Qué se podría hacer en España para que la revolución digital no afecte al empleo como lo está haciendo?

El coste de las prestaciones de desempleo no las paga el Estado. Se paga con las cotizaciones que nacen en las empresas. Contribuimos tú y yo y la empresa también. Un salario en diferido. Ahí hay una disputa conceptual sobre qué son las cotizaciones sociales si son salario o son gasto empresarial Son salario de los trabajadores que lo reciben de otra manera.

La revolución digital tiene una transcendencia mucho más evidente que la que somos capaces de ver a simple vista. Hay países que nos llevan mucha delantera muy importante que agranda la brecha digital entre España con los países de nuestro entorno. Aquí, por cómo se ha configurado el mercado laboral porque se ha renunciado a la inversión en I+D+I, los recursos destinados a esta partida han caído de forma abrupta en los PGE en estos últimos años, esta brecha se va agrandando.

Aquí se sigue apostando por un modelo de bajo coste cuya competitividad se fía casi en exclusiva a la reducción del coste del factor trabajo. Hay que invertir los términos. España necesita adentrarse en la revolución digital. Tiene riesgos de destrucción de empleo, pero también oportunidades de creación de nuevos empleos.

España necesita volver a colocar a la industria como un factor relevante para el desarrollo económico de nuestro país. Esto es más fácil decirlo que hacerlo. No se hacen en seis meses, pero en algún momento hay que iniciar ese recorrido y, por el contrario, la política que se está desarrollando en nuestro país, laboral y económica, apunta a todo lo contrario, a un modelo de bajo coste, low cost, que no solo deteriora las condiciones de vida de la gente, sino que mete al país en una dinámica de atraso al resto del entorno.

La revolución digital ya está aquí y hay que coger al toro por los cuernos sabiendo que gran parte del empleo que necesitamos ya no va a venir de la construcción residencial sino del servicio a las personas, la dependencia, la ayuda a la familia, los servicios públicos, los servicios sociales, por ejemplo, que van a medir los millones de empleos que nuestro país necesita. Hay que recordar que España en la fase más elevada del ciclo económico tenía una tasa de paro del 8%. Esto habría acabado con gobiernos en cualquier país del mundo.

“Se sigue apostando por un modelo de bajo coste cuya competitividad se fía casi en exclusiva a la reducción del coste del factor trabajo”

En España parece que vivimos en una realidad de ese tipo sin pestañear. Las fuentes de empleo de calidad que necesitamos están cada vez más asociadas a la atención a la población, a sus necesidades. Con políticas que restan recursos a las AAPP, como las fiscales puestas en marcha y la obsesión por el déficit público es imposible aplicar esto.

 

Una de las reivindicaciones históricas de los sindicatos es la jornada laboral de 35 horas, ¿habría que empezar a reivindicarla de nuevo teniendo en cuenta los resultados vistos en otros países?

Es posible que haya sectores que sea necesario llevarlo a efecto. De forma generalizada yo no soy partidario de la reducción de la jornada por ley. Soy más partidario de su regulación y el pacto de reducción en la negociación colectiva. Claro, si uno tiene una negociación colectiva potente. En un mundo globalizado nosotros tenemos que ser conscientes del papel que jugamos en la cadena productiva de bienes y servicios en el mundo, en la constitución de las fuerzas productivas.

Una opción de reducción de la jornada tomada de forma unilateral en un solo país es muy probable que tenga efectos muy contraproducentes en la población de ese país si no va acompañado de un movimiento de igual naturaleza en el resto de los países de esa área geográfica. Esta es una tarea que ya en el plano nacional tiene unos límites y que habría que plantear a escala europea. Aunque ahora están reproduciéndose los brotes proteccionistas, nacionalismo ruso, nacionalismo norteamericano, a ver qué pasa con Trump…, la jornada es un buen instrumento, pero hay que actuar con él con mucho rigor no vaya a ser que queriendo hacer un favor a la gente lo que estemos es minando las bases de empleo de esa gente.

“La reducción de la jornada tomada de forma unilateral en un solo país es muy probable que tenga efectos muy contraproducentes en la población”

 

Mariano Rajoy propuso que las jornadas duraran hasta las 6 de la tarde, ¿no habría que apostar más por eliminar las jornadas partidas o cambiar la cultura del “presentismo” en la que se trabajan muchas horas que no se traducen en una alta productividad?

Sobre todo en las grandes ciudades hay un problema: la movilidad. En España los husos horarios son disparatados. La organización de las jornadas de trabajo es disparatada. Hemos retrocedido en 15 años respecto a los países de nuestro entorno y en nuestra propia situación de partida. El “presentismo”, que es la gran cultura que se ha introducido en las empresas y sobre todo en los niveles directivos de las compañías y que tiene un efecto arrastre para el conjunto de las plantillas. Se valora la productividad por las horas de presencia, no por la eficacia del trabajo realizado. Esto es un disparate.

Tenemos una productividad del capital muy baja porque la productividad del factor trabajo en España es equiparable a cualquier país de nuestro entorno. Aquí se trabaja tanto como los alemanes. Otra cosa es la eficacia del trabajo y eso tiene que ver con la productividad del capital no tanto con la productividad de la fuerza de trabajo.

Hay que racionalizar el uso de los horarios y los usos sociales y trasladarlos al ámbito del trabajo. Las empresas se han de organizar en la manera que más convenga a los procesos. Hay procesos donde conviene turnos de trabajo. En el pequeño comercio las jornadas partidas tienen sentido. Hay que facilitar la movilidad de los ciudadanos. Eso tiene que ver con las políticas de vivienda, con las políticas de transporte. No puede ser que la gente, por la carestía del mercado de la vivienda, se vea obligada a vivir cada vez más lejos de sus centros de trabajo. En Madrid o Barcelona hay trabajadores que pierden 4 horas diaras en el traslado a su puesto de trabajo. Eso incide luego en los accidentes in itinere.

 

Una de las reivindicaciones históricas de los sindicatos es que los empleados de las subcontratas tengan el mismo salario y las mismas condiciones que los trabajadores de las empresas matriz, ¿el proyecto de ley presentado por el PSOE abre un camino para alcanzar esa reivindicación o se va a quedar en un brindis al sol?

Es importante que en el Parlamento se hable de estas cosas. De hecho, ese Proyecto de Ley responde a una iniciativa de los sindicatos. El PSOE se ha hecho eco, ha cambiado algunas cosas, alguna propuesta. Es una auténtica necesidad. La combinación de crisis económica, desempleo masivo y Reforma Laboral ha generado unas condiciones en las que proliferan ese tipo de iniciativas empresariales que están desestructurando las relaciones de trabajo en detrimento de las personas, de su calidad de vida, de forma tremenda. Es socorrido el tema de las camareras de piso. Hay personas que han perdido un 50% de su salario al pasar al pretendido convenio de las empresas multiservicios. Hemos conseguido que se anulen cuarenta y tantos convenios de empresas multiservicio. Aun así, ahí están y siguen en su erosión de las condiciones de trabajo de la gente. Nosotros en el año 2006 hicimos una negociación con el gobierno socialista para poner límites al encadenamiento de contratos, hubo una iniciativa muy importante de la federación de construcción de CCOO para la regulación de la subcontratación que podría ser aplicable a otros sectores del tejido económico español y que ponía límites para la concatenación de subcontratas.

“Hay personas que han perdido un 50% de su salario al pasar al pretendido convenio de las empresas multiservicios”

Cuando nacieron las ETT y España se equiparó al entorno europeo, nosotros pasamos de una actitud de rechazo absoluto a regularlas al comprobar que era una realidad imparable. Establecimos un convenio colectivo de ETT por el cual las empresas tienen que pagar a los trabajadores lo mismo que cobra el trabajador de esa empresa. La ETT tiene que aportar flexibilidad, no peores condiciones. Han burlado esto a través de las empresas multiservicio. Hay que erradicar este tipo de prácticas y, en todo caso, es obligación del legislador regularlo para evitar que impere la ley de la selva.

 

La Reforma Laboral apostaba por una reducción drástica del peso salarial para lograr competitividad y no ha funcionado. ¿Entenderá la patronal que continuar con la moderación laboral no es el camino a seguir?

Hay muchos empresarios que viven al día, que no quieren mirar más allá del día de mañana. Lo que planteamos los sindicatos es, aparte de ser de justicia con la gente para recomponer las rentas de las familias trabajadoras, no digo mañana, pero sí con un itinerario cierto en el tiempo, iniciar ese proceso de recuperación de las rentas familiares en España. Se trata de una apuesta por el impulso de la actividad económica porque si el 60% de la demanda interna del país depende de las rentas de las familias, del consumo familiar, que es de lo que está tirando del crecimiento de la economía en este momento. Es un interés común que los salarios suban. Nosotros no vamos a aceptar una propuesta que parte de un suelo salarial de incremento cero como la que propone la patronal.

Yo aprecio que hayan llegado al 2% pero no se puede hacer una horquilla que parte del 0 al 2% con ese aditamento de la productividad y el absentismo que están planteando. Hay que sentarse para, de manera racional, ver el itinerario que tienen que tener los salarios. A la gente hay que compensarla del sacrificio que se le ha impuesto en la etapa anterior. Hay que priorizar el empleo, la creación de empleo de calidad, pero los salarios son claves para que haya más empleo en este país.

“A la gente hay que compensarla del sacrificio que se le ha impuesto en la etapa anterior”

 

En Francia se ha regulado el derecho a la desconexión. ¿Hay alguna propuesta que vayan a presentar en el mismo sentido?

El derecho a la desconexión ya existe en España. Otra cosa es que la precariedad de las condiciones en las que mucha gente se mueve en nuestro país, y volvemos otra vez al principio de la entrevista, cómo está configurado el marco de relaciones del trabajo y el miedo a perder el puesto de trabajo lleva a que la gente asuma como natural que la empresa le llame fuera de las horas de trabajo, o que utilice el ordenador en su casa para seguir la actividad. El derecho a la desconexión es un derecho inalienable de las personas. Hay que volver a los clásicos y a los orígenes: 8, 8 y 8 cuando se hablaba de las 40 horas como objetivo de primeros de siglo.

3 COMENTARIOS

  1. Y el mamoneo sindical también tiene rostro… ¡Y menudo rostro!, y se llama Toxo y compañía.. ¿Ahora va este vividor de feminista? Si el nivel izquierdoso de este periódico va a ir por aquí, lo quitaré de mis preferidos y que lo lea el Toxo y sus correligionarios. No es una amenaza, simplemente, digo lo que pienso. Saludos.

    • «Si el nivel izquierdoso de este periódico va a ir por aquí, lo quitaré de mis preferidos……»
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      Pues por mi parte puedes empezar. Creo que, lectores y comentaristas con la predisposición que tu demuestras sobran sobran, como tal, en un Medio serio como Diario16.

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