Foto: Save the Children.

La pobreza infantil es, según un estudio realizado por Save the Children, una clara prioridad para los ciudadanos: Nueve de cada diez españoles se definen como bastante o muy preocupados por la escasez que vive la infancia en el país. Solo aquellos que nunca se lo han planteado o que se muestran lejanos al problema no reconocen esa sensibilidad ante el problema. Como publicaba otro informe de Save the Children, España se sitúa en la segunda posición de la lista de países europeos con mayor tasa de niños viviendo en hogares bajo el umbral de la pobreza, con un 29,6% (más de 2.460.000 millones de niños), solo por detrás de Rumanía.

Según dicho estudio, la mitad de los españoles conoce de cerca la pobreza infantil y dos de cada diez han sufrido la pobreza en primera persona al no haber podido pagar los gastos del hogar o no haberse permitido tener una dieta equilibrada.

La encuesta realizada a casi 1.300 personas en todo el país ha aportado datos como que el 63% considera que la generación de sus hijos tiene un mayor riesgo de experimentar una situación de pobreza que la generación actual, además de que la mayoría piensa que no van a experimentar un cambio positivo sustancial.

 

Frío, problemas dentales y de visión

“Cuando hablamos de pobreza infantil estamos hablando de niños que no pueden tener una dieta equilibrada, que tienen problemas dentales o de visión porque sus padres no pueden pagar el dentista o comprarles gafas, que pasan frío en casa porque no pueden encender la calefacción o que no llevan al colegio los materiales que necesitan”, afirma Andrés Conde, director general de Save the Children.

Uno de cada tres niños en nuestro país se encuentra en esta situación, que “como vemos a través de la encuesta preocupa mucho a los ciudadanos y que como país tenemos el deber de erradicar”, añade Conde.

Uno de cada tres niños en nuestro país se encuentra en esta situación

A estos datos preocupantes se suman lo aportados por la reciente publicación del informe PISA. En él se concluye que un niño que tiene una familia con pocos recursos económicos cuenta con 5 veces más posibilidades de repetir curso, además de abandonar los estudios prematuramente. Es por ello que los niños que viven en familias con una peor situación socioeconómica tienen un tercio más de posibilidades de obtener malos resultados en matemáticas y lectura en comparación con los hijos de familias acomodadas.

Otro de los datos arrojados por la encuesta afirma que seis de cada diez personas creen que las ayudas sociales no son suficientes para acabar con la pobreza. La mayoría de los encuestados opina que las políticas públicas impulsadas por el Gobierno para acabar con la pobreza son inferiores a las necesarias. Uno de los principales motivos de dicha información se debe a que España solo invierte el 1,3% del PIB en protección social a la infancia, cifra muy alejada de la media europea que le dedica el 2,3%.

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