Viñeta de Iñaki y Frenchy.

[INTRO: No hace mucho, un artículo mío titulado La estafa bilingüe se convirtió en viral, recorrió España, algo de América y apareció en multitud de periódicos, radios, televisiones, blogs, foros, etc., echen un ojo por ahí… Sorprendido por la repercusión, he decidido trasladar la fórmula a todos los ámbitos de la práctica educativa. O se afronta este problema: o no hay solución. Con esta finalidad constructiva nace la serie]

[SEGUE]

5. SISTEMA DE ACCESO

Los principios de igualdad, mérito y capacidad no están en absoluto reñidos con formar a un cuerpo de docentes que accedan justamente y de forma útil al funcionariado. Éste es un tema debatido durante décadas y que no se ha solucionado por intereses espurios, jamás ha primado la excelencia de las plantillas y sí una situación contradictoria (fomentada curiosamente por los sindicatos mayoritarios) en la que se exige un examen teórico muy potente para acceder al funcionariado y, sin embargo, se mantiene abierta una puerta sin filtro ni orden y laboralmente abusiva para miles de interinos que, cíclicamente, se van acumulando hasta que al rebasar el 20% de la plantilla las mismas administraciones y esos sindicatos articulan convocatorias excepcionales para absorberlos. Casi doce años estuve yo mandando gente a la Universidad y firmando actas oficiales junto a mis colegas funcionarios, al tiempo que se me negaba esa condición y ni siquiera se convocaban casi plazas de mi materia.

No es lugar para una propuesta, pero la selección sólo puede estar vinculada a la práctica, sin menoscabo de la exigencia de trabajos que prueben la capacitación y la supervisión de profesionales cualificados; y todo encaminado a que alcancen el funcionariado personas que acrediten méritos y capacidad y con normativas que garanticen la igualdad de oportunidades para acceder, en función de los requisitos exigidos. Desde luego, que te toque el tema que te has estudiado y entregar memorias copiadas de aquí y allá, examinarte de leyes que a veces no están ni en vigor cuando se produce el examen, eso no fomenta ninguno de los tres requisitos constitucionales. Todo el mundo sabe que esto ocurre así y nadie mueve un dedo, porque hay un beneficio repartido en mantener estable el sistema de acceso. Oposición, Concurso o Concurso-Oposición… se pueden usar muchas fórmulas, siempre que se quiera construir un cuerpo prestigioso, y no una convocatoria de oposiciones vinculada al paro y los intereses políticos. Un golpe de suerte puede convertirte en funcionaria docente de carrera para toda la vida, y el docente no es un trabajador, debe ser un funcionario, pero cuidado ¿qué modelos de enseñanza garantiza esto?

6. FACULTADES DE MAGISTERIO

Empiezo por pedir disculpas por si alguien se molesta, pero esta es una realidad de la que muchos docentes hablan y que no se quiere hacer pública, es un murmurio constante en las salas de profesores. Quizá sea el ejemplo práctico de lo que ha pasado con la Enseñanza en este país… Si uno pregunta en un aula de 2º de bachillerato sobre los estudios que pretenden realizar los preuniversitarios, en mis dos décadas de experiencia siempre hay dos o tres personas que vocacionalmente pretenden ser maestros, y podrían ser profesionales estupendos, pero también hay un puñado de gente que no sabe qué hacer y que no suele estar entre los mejores expedientes y que ve el Magisterio como una salida fácil porque, dicen, no hay que estudiar mucho y es un trabajo para toda la vida…

Pedagogía ¿de qué? Desgajar la información, los contenidos, del desarrollo de capacidades, competencias o como quieran llamar al aprendizaje, es un error metodológico de consecuencias catastróficas; para que un maestro transmita el entusiasmo por la Naturaleza debe tenerlo él, y sin estudiar el Bosón de Higgs es muy posible que les diga a la chavalería cosas como “Algo tiene que haber”; no se puede tener entusiasmo por la Literatura, por la Música, las Matemáticas o la Astronomía si no se entienden… y nada de eso se estudia a un nivel apropiado en las Facultades de Magisterio. No hay que ser físico para explicar “Naturales” en 6º de Primaria, pero tampoco basta con hacer ejercicios pedagógicos, murales o usar un libro de texto, y al menos saber de física o biología o química garantiza que se pueda responder a la curiosidad de la chiquillería. Está claro que una graduada en Magisterio debe conocer metodologías, pedagogía, psicología, neurociencias (que curiosamente no se estudian en absoluto en ese contexto)… pero debe trabajar desde el principio con el objetivo de que su alumnado alcance el máximo nivel educativo y personal, porque ésa es la base de una ciudadanía responsable. El nivel de conocimientos exigidos a un maestro español (y lo digo sin alambiques teóricos) en idiomas, Matemáticas, Artes, Literatura, Historia, etc., es inexistente. Tengo compañeros, compañeras antiguas maestras de las Escuelas Superiores, con las que se puede dialogar de todo; no sé si esto es posible con los graduados actuales.

Toda esa tela de araña de conceptos pedagógicos teóricos no es casual ni inocente; así se socava la Autoridad intelectual del maestro (del profesor), que se somete al terror de lo que no comprende (ni él ni nadie) y se entrega a la doble labor de enseñar en un aula con personas reales y de tener que cumplir con una inspección educativa que sólo tiene poder coactivo, jamás educativo, y que regolfa la capacidad de decisión a los políticos y sus votantes. Así, en los colegios de los pueblos, por ejemplo, las niñas se visten de faralaes y los niños de romeros, dibujan o construyen pasos de Semana Santa con sus penitentes, celebran la Navidad con sus compañeros en minoría (ateos, musulmanes u ortodoxos…), o cantan himnos con banderas celebrando nacionalismos alienantes, y los primeros que miran con cara de asombro sin saber por qué no deberían hacer eso son los propios maestros de escuela… y, mientras, una masa importante de matriculados en 1º de Secundaria recién salidos del colegio parecen no saber prácticamente nada, incluyendo leer y escribir con corrección; no son meras tradiciones, son ignorancias, lo contrario de la Cultura, porque son asumidas sin análisis y empobrecen la visión de la sociedad, aunque sean mayoritarias. Ésta es la realidad. Si prefieren, seguimos especulando.

Magisterio debe ser una carrera muy exigente porque en la Enseñanza la misión última del alumnado debe ser poner todo en duda, incluido el propio Sistema. Y para eso hay que saber, se desmonta mejor un barco conociendo su estructura. Repito, es necesario reformar las carreras de Magisterio en pos de la Neurociencia, aplicar los conocimientos sobre el cerebro a cómo aprende nuestro cerebro. Lo que hay ahora mismo es un vacío perfecto del que salen mentes vacías, de las facultades y de los colegios. La prueba de que esta forma de enseñanza huera beneficia a los gestores políticos es que algunos plantean ya la posibilidad de la existencia de un Grado de Profesor de Secundaria, similar al Magisterio actual: ése será el final del Sistema Educativo, el fin del pensamiento crítico, la hecatombe de la Cultura, el cenit de la magisterización (en el mal sentido) del Sistema Educativo que llevamos sufriendo casi tres décadas, el paso siguiente para convertir los colegios en guarderías, los institutos en colegios y las universidades en institutos… los docentes liendres, que de ná saben y de tó entienden.

[SEGUE]

 

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