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La niña apuñalada por su padre ha vivido ya en cuatro prisiones

Es hija de la terrorista de ETA Sara Majarenas, que cumple condena en Picassent, y en dos meses debía pasar a cargo de su progenitor

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análisis

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“He matado a mi hija”. Fueron las palabras que un expreso social de 49 años, origen etíope y nacionalidad griega, residente habitual en España desde hace años, dirigió este domingo por la mañana a los agentes en el retén de la Policía Local de la localidad valenciana de Benifaió. La niña de dos años no estaba muerta pero fue hallada llorando desconsolada y con una herida profunda en su espalda de la que manaba abundante sangre.

Tras acudir con urgencia al domicilio y perforar con una maza la puerta blindada del séptimo piso del número 17 de la avenida de la Caixa d’Estalvis, los agentes hallaron a la niña con el pulmón perforado por la herida producida por el cuchillo. Esta menor es hija del ahora detenido y acusado de homicidio en grado de tentativa y de la etarra Sara Majarenas Ibarreta, detenida en 2005 por su pertenencia al comando Levante de ETA.

sara_majarenas
Sara Majarenas Ibarreta

Cumple su condena en la prisión valenciana de Picassent, pero antes ya ha convivido con su hija en otros tres centros penitenciarios, Villahierro en León, y Soto del Real y Aranjuez en Madrid. El padre la recogía los fines de semana para que pudiera salir del régimen carcelario y en los próximos dos meses, una vez cumplidos los tres años, la menor debía abandonar la convivencia con su madre en la prisión. Tras la agresión, la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat valenciana asumirá la tutela de la niña.

Después de haber sido operada de urgencia dos veces en apenas 24 horas, la niña permanece ingresada en el hospital La Fe de Valencia “estable dentro de la gravedad”.

Cuando llegaron los agentes al domicilio, hallaron en una habitación contigua a un amigo del padre de la menor escuchando música con los auriculares puestos, y no vio la agresión ni escuchó los gritos de la niña ni tampoco se apercibió de la entrada forzada de los agentes de la policía, informa Las Provincias.

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