viernes, 29marzo, 2024
14.1 C
Seville

La Monarquía ha muerto, pero PSOE y Podemos tienen miedo

Domingo Sanz
Domingo Sanz
Nacido 1951, Madrid. Casado. Dos hijos y tres nietos. Cursando el antiguo Preu, asesinato de Enrique Ruano y la canción de Maria del Mar Bonet. Ciencias Políticas. Cárcel y todo eso, 1970-71. Licenciado en 1973 y de la mili en 1975. Director comercial empresa privada industrial hasta de 1975 a 1979. Traslado a Mallorca. de 1980 a 1996 gerente y finanzas en CC.OO. de Baleares. De 1996 hasta 2016, gerente empresa propia de informática educativa: pipoclub.com Actualmente jubilado pero implicado, escribiendo desde verano de 2015.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

El catolicismo, tan importante en España, inventó la confesión para borrar el pecado. Además, y para no dejar nada al albur, blindó ese momento con un vínculo de secreto obligado que ha dejado impunes muchos delitos a lo largo de la historia. La cosa se complica, más por miedo que por arrepentimiento, cuando el perjuicio ocasionado a terceros es compartido por varios culpables.

El 18 de noviembre de 2016 descubrimos como se había gestado uno de los principales pecados originales de nuestra Primera Transición. Ahora martillea en muchas conciencias con tanta intensidad que periódicamente lo “confiesan” en tertulias y artículos de opinión, cada vez más a modo de excusa. Tras decenios defendiendo “orbi et orbe” las “virtudes” de nuestro aterrizaje en la democracia sin aplicarle a la dictadura las consecuencias merecidas, parece que relaja el haber encontrado al responsable que consiguió engañar a todos gracias a que disponía de información privilegiada que ocultó. No deja de resultar paradójico que su último adiós lo fuera tras una larga desmemoria, tan compartida durante los últimos 40 años por la misma sociedad que contribuyó a construir.

Si, ahora qué en Vallecas, de Madrid, se han atrevido, aún no siendo catalanes, con una primera práctica de la libertad de expresión colectiva sobre la forma de estado, es imprescindible recordar que, en 1995, Adolfo Suárez, mientras tapaba el micrófono con sus propias manos, le “confesó” a Victoria Prego que el PSOE andaba presionando en Europa para que exigieran a España un referéndum sobre república o monarquía. Y que como las encuestas privadas les decían que saldría república, pues decidió colarlo en el referéndum, dentro del texto para la reforma política de 1976.

Es necesario recordar aquellos avatares ahora que hemos despertado y nos damos cuenta de que no vivimos en ningún paraíso. Y también porque las sentencias que escribe nuestra Justicia provocan movilizaciones sociales y tensiones con Europa, y que el presidente del gobierno acaba de declarar en la portada de “El País” que el problema político más importante de España tardará muchos años en resolverse.

Debemos recordar, pero no para pensar a título de inventario, sino a la luz de ahora.

Pensemos primero en lo que le ocurrió a Suarez por secuestrar la voluntad popular, engañándola conscientemente para satisfacer el deseo antidemocrático de permanencia de quien lo había nombrado: fueron los suyos y solo los suyos, los que querían monarquía y nada más que monarquía, los que acabaron con él en menos de cinco años, hasta el punto de que la inestabilidad que provocaron volvió a animar a los añorantes del franquismo a intentar un nuevo golpe de estado de los de verdad, con armas de fuego en la calle y militares dispuestos a matar a la gente.

Pero hoy, con la mayoría parlamentaria que les ha permitido desalojar del gobierno a los del PP y enviarlos a la crisis interna en un parpadeo, los del PSOE de Sánchez tienen la misma oportunidad que tuvieron los de la UCD de Suarez para conseguir un verdadero cambio político, pero con muchas ventajas respecto a la situación que existía tras la muerte de Franco.

En primer lugar, ni Pedro le debe nada a Felipe VI ni a los “monárquicos” del PSOE, comenzando por su Felipe, el ex, más bien todo lo contrario. En segundo lugar, el pasado ‪3 de octubre el rey se prestó a una intervención contra la mitad de Catalunya que con Sánchez en el gobierno nunca se habría producido, aunque desde su debilidad se la tuviera que avalar a Rajoy, como hizo con el 155. En tercer lugar, la imprescindible recuperación de la memoria para resolver las desgracias aún pendientes de la dictadura, comenzando por desenterrar al que nombró rey al padre del vigente, está ayudando a recordar el origen de la monarquía e incrementando su rechazo social.

Para no seguir con una lista que podría ser larga añadiremos, y Sánchez lo sabe perfectamente, que los “muchos años” que se tardará en resolver lo de Catalunya pueden ser muy pocos si la Corona desapareciera del mapa político. Más alto y más claro no lo pueden estar diciendo quienes gobiernan en Catalunya y mucho se equivocaría Sánchez si piensa que en las próximas elecciones, que para lo que les importa a muchos catalanes solo serán las municipales, se va a producir un vuelco a favor del PSC por el hecho de gobernar en Madrid, más allá de recuperar algunos de los votos que se han ido a Ciudadanos. Porque según la última encuesta de “La Vanguardia”, el independentismo crece.

Por último, no solo Sánchez sino todo hijo de vecino sabe que en España el final de la monarquía no va a producir el menor ruido de sables en ningún acuartelamiento.

En resumen, si cualquier lunes la Comisión Ejecutiva del PSOE decide que ha finalizado el periodo de vigencia de la monarquía en España y que inicia las gestiones políticas y los trámites necesarios para alumbrar la república, estoy convencido que Felipe VI llamaría inmediatamente a Sánchez para darle las llaves de La Zarzuela y, a cambio, negociar un futuro digno para su familia. Alguien se imagina a los de Rivera, que tienen un miedo atroz a salir perdedores de cualquier lance, atrincherándose tras la Familia Real solo para hacer oposición al PSOE. Y, en este momento, al PP solo le quedaría el recurso al pataleo, y menos unidad interna de la que podamos imaginar. Pero es probable que Susana Díaz, autora de “Quiero una memoria histórica que no mire hacia atrás”, haya acertado a resumir mejor que cualquier reflexión el cinismo que ha caracterizado la actitud del PSOE ante el problema que más nos distancia de la Europa que nos rodea y a la que pertenecemos. Pero ahora el fuerte es Sánchez y podría atreverse con nuevas sorpresas.

Y por lo que se refiere a los de Podemos, que también se proclaman republicanos pero con la boca pequeña, han pasado de negarle el gobierno a Sánchez en 2016 a apoyarlo sin condiciones ahora, por lo que no deberían extrañarse si en los próximos procesos electorales se quedan en torno al 15%. Leo las crónicas de lo de Vallecas del sábado y, si es cierto aquello de lo que no han podido informar, me llena de vergüenza el hecho de que ni Iglesias y Montero, ni ningún otro dirigente de relevancia, se hayan acercado a saludar y animar a los activistas de su barrio de ayer que han puesto las urnas para que, quien quisiera, pudiera dejar constancia de su preferencia política: De los 7.270 votantes el 98,5% quiere decidir sobre la forma de estado y más del 89% apostaron por la república.

He dicho “miedo” pero creo que no. Quizás lo que les ocurre a los líderes de la izquierda es que piensan que el pueblo español no es lo suficientemente maduro para ser republicano.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

9 COMENTARIOS

  1. Bien, señor Sanz. Ha dado usted en el clavo. En Catalunya no queremos ver al rey ni en pintura. Mi abuelo fue feliz en los año de la república y me explicaba los grandes logros sociales republicanos.
    Este borbon que tenemos ahora tiene los dias contados. Coincido con usted. Enhorabuena por su articulo

    • Gracias, Vailet català, su comentario me anima a seguir luchando. A pesar de todas las dudas y contradicciones, creo que estamos más cerca de una cambio político importante y positivo.

  2. Creo que tergiversa, Sr, Sanz el pensamiento de Unidos Podemos: La monarquía no desaparecerá de este país mientras no se priorice la solución a los problemas sociales y de extrema desigualdad de sus ciudadanos. Mientras no se pueda votar en condiciones de libertad, también económica, una siembra masiva de los medios en la población a favor de la monarquía, incluida la cláusula miedo, daría como resultado la permanencia de la misma.
    Y en definitiva, y esto es de cosecha propia, si fuera necesario, un indra cualquiera podría llevar a cabo una traducción «liberal» del recuento de votos.

    • No le entiendo bien, Anonim. Deduzco por sus expectativas que tenemos monarquía para siglos, pues las condiciones que usted pone «no desaparecerá mientras no se priorice la solución a los problemas sociales», dice, cosa que no entiendo que tienen que ver una cosa y otra, la verdad. Yo no me refiero al «pensamiento de Unidos Podemos», cosa que, como en los estatutos del PSOE y en relación con el tema del artículo, supongo que es un pensamiento «republicano». Yo simplemente constato hechos y comportamientos, y en este momento de crisis de la derecha, solo la izquierda estatal española está manteniendo a la monarquía, pues ante la crisis de la derecha estatal, PSOE y Podemos no declaran: Vamos a someter la forma de estado a referéndum. Mientras no lo hagan, están haciendo que se pudra el sistema político. La verdad, conformarnos con que 40 años después de la muerte del mayor asesino de la historia de España lo que hagamos sea sacarlo de su tumba faraónica, y poca cosa más, parece muy poca cosa.

      • En estos tiempos una siembra masiva de los medios ( tvs, radio, prensa, …) en la población a favor de la monarquía, incluida la cláusula miedo, daría como resultado en referendum la permanencia de la misma.(Nos podemos acordar de la campaña OTAN de Felipe Gonzálex) y entonces ya sería como usted dice para siglos
        Y en definitiva, y esto es de cosecha propia, si fuera necesario, un indra cualquiera podría llevar a cabo una traducción “liberal” del recuento de votos.
        Creo que es cuestión de criterio sobre el camino más posible: Salud y República.

  3. En estos tiempos una siembra masiva de los medios ( tvs, radio, prensa, …) en la población a favor de la monarquía, incluida la cláusula miedo, daría como resultado en referendum la permanencia de la misma.(Nos podemos acordar de la campaña OTAN de Felipe Gonzálex) y entonces ya sería como usted dice para siglos
    Y en definitiva, y esto es de cosecha propia, si fuera necesario, un indra cualquiera podría llevar a cabo una traducción “liberal” del recuento de votos.
    Creo que es cuestión de criterio sobre el camino más posible: Salud y República.

    • Anonim, no tengo nada claro que el PSOE pudiera hacer una gran campaña a favor de la monarquía sin romperse por dentro y perder muchos afiliados. Por otra parte, la fuerza de Catalunya republicana podría tener mucha mayor influencia. En cualquier caso, lo que yo pienso es que no hará falta hacer un referéndum para convertir España en una república. En cuanto el tandem PSOE-Podemos-Nacionalistas decida acabar con la Monarquía no hará falta ni referéndum. El rey se verá obligado a abdicar, tal como hizo Alfonso XIII y, sinceramente, no veo a PP ni a Ciudadanos rompiéndose la cara de verdad por mantener la Monarquía. Lo que tocas desde abajo es promover cientos, miles de iniciativas en todas partes para denunciar las corruptelas monárquicas y hacerles la vida imposible, hasta que el bloque de la moción de censura contra Rajoy se dé cuenta que también le ha llegado la hora a la Corona.

  4. Un artículo muy interesante y bien razonado, pero que no tiene en cuenta algo primordial: el deep state. La oligarquía española (incluida la catalana) heredera por via sanguínea de la oligarquía franquista es un estado paralelo dentro del estado, tiene miembros en la política, en el alto funcionariado, en los juzgados, el las grandes empresas, etc., y come y bebe del BOE. La corona es una pieza, quizás no imprescindible, pero si importante e influente, y no la van a dejar caer así como así. Y para ello tienen una batería de instrumentos que los catalanes ya hemos probado, el más poderoso de ellos son los medios de información españoles trabajando al unísono, coordinadamente, con los poderes políticos y judiciales. Mire usted dos documentales que valen su peso en oro, «las cloacas de Interior» y «20-S», y de regalo otro «1-O» sobre la guerra informática el 1 de octubre. Tendrá que buscarlos, los medios españoles se han negado a emitirlos. Tras ver esos documentales, compare esta realidad con la que consumen los españoles.

    Quizá piensa el articulista que lo que mueve a los partidos políticos son las facciones internas, etc., y se equivoca. En los partidos políticos envejecidos, lo que mueve sus posiciones públicas, al margen de discursos grandilocuentes, son «les menjadores», los comederos y las migajas del pastel donde sus miembros esperan ir saltando de cargo en cargo hasta la jubilación. Sin entrar en lo peorcito, que son el PP y el PSOE, en un partido tan nuevo como Podemos, se ha pasado del Eurodiputado Iglesias que sólo quería aceptar un sueldo creo que de 1500 euros, al diputado Iglesias que se ha comprado un chalet de medio millón de euros. Y en otro partido casi igual de nuevo, el diputado Rivera, se lo ha comprado de un millón de euros.

    • Gracias por su trabajado e interesante comentario, que guardo para responder en un próximo artículo sobre lo mismo, una batalla pacífica en todos los frentes que no debemos parar hasta conseguir la victoria.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído