El excomisario Villarejo, actualmente en prisión. Imagen de La Sexta.

La Verdad es la razón de ser de la Justicia, como ser Testigo Fiel debe serlo para el Periodismo. Concluyamos que, la que destaca, es la práctica de la mentira en política. Pongamos por caso la situación de los menores en nuestro país. Esta atención se debe a que ellos son el futuro que nos aguarda.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió a España que el nivel de riesgo de pobreza para la población más joven sigue siendo muy alto. No erra su diagnóstico, el 10,9% de los casi 8,3 millones de menores que residen en España forman parte de hogares en los que ningún adulto tiene trabajo. Esto implica más de 900.000 menores hasta 17 años. El riesgo de exclusión y vulnerabilidad es altísimo.

Los datos se extraen del Focus on Spanish Society publicado estos días por Funcas. Los datos son a 2016, tiempo en el que el relato oficial sostenía que la economía creaba 500.000 empleos al año, con lo que, según ese discurso, la tasa de paro habría bajado del 20%. Esto pone en evidencia que, ni el empleo es de calidad, ni las remuneraciones han mejorado.

Todo lo contrario. La recaudación de la Seguridad Social sigue siendo deficitaria. Además, la pobreza infantil. toda vez que este fenómeno también depende de las prestaciones públicas recibidas por las familias afectadas por el desempleo, avanza, por los recortes crecientes de este modelo insolidario. Añadamos que, con la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, en estos hogares puede haber, por ejemplo, jubilados que al soportar la economía familiar, tengan menos capacidad de resolver las necesidades de los menores.

El trabajo editado por la Fundación de las Cajas de Ahorros, prosigue diciendo que los datos “dan idea de la proporción de niños y adolescentes que viven en familias bajo condiciones específicas de preocupación y, en definitiva, estrés”. Nada se ha hecho para revertir esta situación decididamente dramática. De ese estrés se puede destilar la anomia que haga que las generaciones que lleguen sean autómatas al despojarlos de esperanza.

También afectará nuestra vida la aprobación del CETA. Como todo acuerdo opaco, la Máquina del Fango se afana en oscurecer aún más sus riesgos, tratando de justificar solamente sus desastrosas consecuencias para la vida de las personas. Así, el secretario de Política Económica y Empleo del PSOE, Manuel Escudero, ha intentado explicar el cambio de posición respecto a los votos favorables de los socialistas en el Parlamento Europeo y en la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento español, respectivamente. Su razonamiento se funda en que responde a las resoluciones adoptadas por el 39 Congreso celebrado días atrás por el PSOE. Al momento de editar esta columna, la posición de los socialistas era la abstención. La ambigüedad termina por dejar insatisfechos a todos. Y la opacidad sigue intacta.

La entrevista al comisario Villarejo, más show que verdadero periodismo, evitó cuidadosamente referirse a la complicidad de los medios involucrados en las operaciones bajo investigación. Resultaron más esclarecedores sus silencios que sus palabras. Con estas prácticas, el periodismo se aleja de su función de ser testigo fiel de la realidad.

Poco se dice del entusiasmo de los últimos ministros de Defensa en utilizar ampliaciones del crédito para compras de armamentos. De hecho, la Comisión Mixta de Las Cortes para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas, sobre el informe de fiscalización de los Programas Especiales de Armamento (PEAs), insta al Gobierno a realizar un presupuesto «realista de los programas especiales de armamento dentro de los Presupuestos Generales del Estado, evitando el recurso a créditos extraordinarios y suplementarios mediante Real Decreto-ley». La opacidad en el uso de los recursos escasos, máxime cuando nuestros menores están en riesgo, no es aceptable. Tampoco una gestión basada en la mentira.

Recordemos al autor de “La Opinión Pública”, Walter Lippmann: “No puede haber libertad para una comunidad que carezca de los medios para detectar mentiras”.

 

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